Un proceso electoral irregular
El proceso electoral, que no acaba de concluir, ha sido un verdadero desbarajuste lleno de fraudes e irregularidades. Un tollo de tal magnitude que a más de dos semanas de las votaciones e inicio del escrutinio de los votos todavía no cesan los reclamos de cientos de candidatos a las distintas posiciones electivas, pidiéndo conteo manual, reconteo, revisiones, impugnaciones y otras tantas acciones que parecen interminables.
Todo esto, básicamente porque el pleno de la Junta Central Electoral y su presidente Roberto Rosario actuaron al margen de la ley y de un consenso necesario para arbitrar procesos tan complejos como las elecciones, que en el caso dominicano implica la escogencia de más de cuatro mil cargos.
El presidente de la JCE pretendió imponer a la fuerza la automatización del escrutinio de los votos, violando la ley electoral que establece un procedimiento que tiene que ser manual. A pesar de que siete candidatos a la presidencia de la República solicitaron formalmente el conteo manual, además del escrutinio electrónico, el presidente de la Junta Central Electoral hizo lo que le dió la gana.
Los resultados están a la vista de todo el mundo. Los observadores internacionales han verificado el colapso de la automatización,
especialmente la OEA y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), puntualizando sobre las graves irregularidades del proceso electoral.
Seis candidatos presidenciales desconocen la legitimidad de los resultados electorales y sólo Hatuey De Camps ha felicitado al president reeleccionista. Luis Abinader, Guillermo Moreno, Minou Tavárez Mirabal, Elías Wessin Chávez, Pelegrín Castillo y Soraya Aquino, han señalado multiples irregularidades e incontables violaciones a los procedimientos para el conteo de votos.
jpm