República Dominicana ¿selva o Estado?

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EL AUTOR es Comunicador. Reside en San Juan de la Maguana.

 

 

En los países en donde existe zona selvática, las personas que viven cercanas a la selva, saben como lidiar con los peligrosos animales salvajes y saben como defenderse de los mismos.

Nuestro país de buena a primera se ha convertido en una selva en donde pululan una serie de animales feroces que no tienen el más mínimo sentimiento humano.

Cada día los medios de comunicación dan cuenta de los atroces hechos de sangre y de violencia que se producen en todo el territorio nacional, sin que hasta ahora ese flagelo de muerte, atraco y violaciones sexuales se detenga.

Desde hace varios años los dominicanos vivimos con miedo hasta encerrado en nuestras viviendas, todos tememos ser asaltados o asesinados por algún delincuente adicto a las drogas.

Digo drogas, porque ese es el principal motivo de todos estos males de delincuencia que le han acontecido a este bello país que otrora gozaba de una seguridad ciudadana envidiable.

Para detener esa vorágine de delincuencia y de inseguridad ciudadana, no basta con manifestaciones ni pedimentos de grupos sociales para que cese este mal que nos agobia.

No basta con estar cambiando jefe de La Policía Nacional ni de estar culpando a quien dirige esa institución del orden, porque todos los dominicanos sabemos de las intríngulis que se mueven en ese cuerpo castrense.

Se sabe de antemano que cuando un jefe de La Policía Nacional no le cae bien a sus otros compañeros, cerca del mes de agosto cuando se producen los cambios en el tren gubernamental, aumentan las estadísticas de la criminalidad.

Y a la misma vez la historia se repite cuando es nombrado un nuevo jefe policial, los crímenes y delitos aparecen en cada rincón del país como un franco desafío al nuevo incumbente  para hacerlo saltar del cargo.

La nueva jefatura del general Nelson Peguero Paredes ha sido saludada por la muerte de la joven comunicadora Franchesca, de los pasajeros asaltados en la carretera de Neyba y de los presente en la boda de Santiago de los caballeros.

Para que ustedes  tengan una idea de la eficacia con que actúa el nuevo jefe policial, a esos actos reñidos con la ley se le dio repuestas inmediatas, apresando e identificando a sus autores.

Lo peor del caso que en algunos de esos casos, aparecieron miembros de la policía que deshonraron el uniforme militar, para dedicarse a cometer crímenes en contra de la población, a la cual tenían el deber de proteger.

Después de estos hechos bochornosos para la sociedad dominicana, aparecen unos analistas alegando que algunos policías roban y matan por el bajo salario que perciben cada mes por parte del Estado.

Creo que eso es un absurdo, ya que todo aquel que se enrola en la fila policial sabe cual es el salario que vas a devengar, lo que sucede es que muchos individuos burlan los controles de depuración para ingresar a la uniformada.

Y lo hacen solo con el objetivo de vestir un uniforme, portar una arma de fuego que le permita ampararse en una garantía de cometer todos tipos de delitos, muchas veces con la complicidad de sus superiores a quienes tienen que entregar parte del botín robado.

Ahora mismo la población dominicana ha perdido la confianza en La Policía Nacional, confianza esta que se perdió por las malas acciones que han cometido muchos de sus miembros.

El pueblo ve como que estamos poniendo a los chivos que nos cuiden el sembrado de lechuga, pero no todo esta perdido, en ese cuerpo militar existen nobles y abnegados policías, dicho sea de paso son la mayoría que cumplen con su deber.

Ningún jefe policial por si solo acabara con la delincuencia, se necesita del respaldo de toda la sociedad y de las altas esferas gubernamentales para que le permitan actuar como de verdad se debe.

Ese cuerpo del orden no puede bajo ningún concepto estar supeditado a los caprichos o directrices de ningún funcionario o político para su buen funcionamiento.

Y desde el congreso y el poder ejecutivo deben endurecer mas las leyes para quienes se dedican a intranquilizar la vida a la gran mayoría de dominicanos, más de 10 millones de personas no pueden estar sometidas al miedo y al terror que infringen unos pocos delincuentes.

Por eso propongo que imitemos a los países que se practica el islam, que mueran los que matan, que se le cercenen las manos a quienes roban y a los violadores se les amputen sus penes, es hora de tomar medidas radicales y drásticas frente aquellos que nos mantienen en zozobra.

No podemos proteger malhechores reclamando que se le garanticen sus derechos humanos, cuando ellos no le garantizan a sus victimas ningún tipo de derecho, todos tenemos derecho a la vida, de poseer bienes materiales, los delincuentes nos privan de esos derechos asaltándonos y quitándonos la vida.

Si no actuamos rápido devolviendo el ojo por ojo y diente por diente frente a los delincuentes, casi estamos llegando al momento de exclamar diciendo la famosa frase de la serie de televisión”¿Y ahora quien podrá defendernos?”Porque en esta selva no se podrá vivir.

 paulino-sport@hotmail.com

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