Precisiones valiosas sobre el inicio de la revolución constitucionalista de 1965

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El autor es abogado, funcionario del Gobierno Dominicano, maestro, escritor y político. Reside en Santo Domingo

Recientemente conmemoramos el 51 aniversario del levantamiento militar constitucionalista del 24 de abril de 1965, que constituye el episodio político y militar más importante en la historia de la República Dominicana del siglo XX. Esa insurrección militar, contra un gobierno ilegitimo, tenía como objetivo restablecer al profesor Juan Bosch como Presidente de la República, quien como candidato del PRD había ganado con el 60 % de los votos emitidos las elecciones presidenciales del 20 de diciembre de 1962.

Se convirtió en una guerra internacional por la defensa de la soberanía y la independencia de nuestro pueblo, cuando el funesto presidente Lyndon Johnson de los Estados Unidos ordenó una intervención militar en nuestro país, el 28 de abril de ese año. Desgraciadamente el oportunismo y el aventurerismo, han terminado imponiendo matices ajenos a la verdad de ese hecho inolvidable. En síntesis vamos a mencionar los nombres de los militares y los civiles que realmente gestaron aquel episodio.

Rafael Tomás Fernández Domínguez
Rafael Tomás Fernández Domínguez

Primero los doce oficiales fundadores del Movimiento Militar Constitucionalista y los rangos que ostentaban: líder y fundador: Teniente Coronel E.N. Rafael Tomás Fernández Domínguez; Mayor F.A.D. Roberto Antonio Cabrera Luna; Capitán F.A.D Héctor Lachapalle Díaz; Capitán E.N. Fernando Rafael Cabral Ortega; Capitán F.A.D. Rafael Armando Quiroz Pérez; 1er.Teniente F.A.D. Berto Gabriel Genao Frías; 1er Teniente F.A.D Lorenzo Sención Silverio; 1er Teniente F.A.D. José René Jiménez Germán;  1er Teniente F.A.D. Gerardo A. Brito y Brito; 1er Teniente F.A.D. Freddy Piantini Colón; 1er Teniente F.A.D. Marino Antonio Almánzar García y 1er Teniente F.A.D. Antonio Ernesto González y González.

A los fundadores del Movimiento se sumaron después otros oficiales: Rafael Yege,  Ricardo Bodden, William Páez, Hugo Román, Pedro Lantigua Bravo, José Noboa Garnes, Julio Domínguez Fernández, Germán Rivas, Alfonso L. Román Martínez, Manuel Joga, Herman Franklin Imbert, Jesús de la Rosa, Juan Méndez Rivas, Rafael Bello, Rafael Michael Peguero, Salvador Castro Calcagno, Rafael Valenzuela Tejeda, Bienvenido Lara Matos. Antes de enero de 1965, Rafael Fernández Domínguez fue extrañado del país por el gobierno de facto del Triunvirato y asumió la jefatura militar del Movimiento el Coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez y en enero de 1965, en breve visita de tres días que hizo al país, Fernández Domínguez incorporó al movimiento al Coronel Francisco A. Caamaño Deñó, afirmándoles a sus compañeros de conspiración que Francis, como se le conocía, era un hombre valiente y decidido que  necesitaba el movimiento.

La conspiración contra el gobierno de facto, ilegítimo, corrupto y entreguista, estaba bajo la dirección política del profesor Juan Bosch, que residía en Puerto Rico y quien solicitó al Secretario de Asuntos Profesionales del Comité Central del PRD, Ing. Enriquillo del Rosario Ceballos, que hiciera gestiones para que jóvenes profesionales, universitarios del Movimiento Revolucionario 14 de Junio o que no tuvieran compromisos políticos, se incorporaran, en la más absoluta discreción, en apoyo de la consigna de “Regreso al Poder sin Elecciones”.

Enriquillo del Rosario Ceballos conversó en la oficina del Lic. Bienvenido Corominas Pepín, con el Dr. Blanco Fernández y el autor de esta columna, quienes eran en ese momento miembros de la directiva de la Asociación Dominicana de Abogados (ADOMA), el 1ro como vocal y el 2do como Secretario General, de ese sindicato profesional.

Después de la conversación de Ramón Blanco Fernández y el autor de esta columna con Enriquillo del Rosario Ceballos, en su calidad de Secretario de Asuntos Profesionales del Comité Central del PRD, quien actuaba como encargado de Juan Bosch de sumar un grupo importante de profesionales universitarios a las gestiones de auspiciar el “Retorno a la Constitucionalidad sin Elecciones”, Enriquillo dijo que tenía que conversar con el Dr. Rafael Molina Ureña, quien ostentaba la representación política del profesor Juan Bosch en nuestro país y particularmente en las relaciones con los jefes del Movimiento Militar Constitucionalista que había fundado Rafael Fernández Domínguez desde abril de 1963 y que en esos momentos estaba bajo la jefatura del Coronel Miguel A. Hernando Ramírez, identificado bajo el seudónimo de Enriquillo.

CONCENTRACIONES

Rafael Molina Ureña aceptó nuestra proposición y acordamos celebrar dos grandes concentraciones de profesionales universitarios, de todos los sectores que estuviesen en disposición de apoyar a Juan Bosch y a los Militares Defensores de la Constitucionalidad. Esas dos grandes concentraciones de profesionales se celebraron la primera en el mes de enero en el Roof Garden de la Cervecería Nacional Dominicana, a la cual asistieron más de 800 profesionales universitarios  y la segunda en los primeros días de febrero de ese año de 1965 en el hotel Matúm de Santiago de los Caballeros, a la cual asistieron más de 1,000 profesionales universitarios.

A esa concentración asistió el cónsul de los Estados Unidos en Santiago, Francis Maclaren Witty, hombre al servicio de la familia Kennedy . El Comité organizador de esas actividades integrado por más de 10 profesionales universitarios, se reunía en la casa del Ing. Emilio Almonte, de estrecha cercanía con Juan Bosch, situada frente a la Universidad de Santo Domingo en la José Contreras y acordó publicar un documento crítico del comportamiento corrupto, oneroso y entreguista del Triunvirato de “dos personas”.

El documento fue publicado el 27 de febrero de 1965, recogía más de 3,000 firmas de profesionales universitarios y fue redactado por una comisión integrada por el Arq. Leopoldo Espaillat Nanita, consejero y ayudante personal del     Dr. Rafael Molina Ureña, el Dr. Francisco Antonio Avelino y García, Dr. Bolívar Batista del Villar y el autor de esta columna. Esta comisión se reunía en nuestro Bufete de abogados ubicado en el edificio El Palacio, situado en la calle    El Conde esquina 19 de marzo. La repercusión de ese documento estremeció las cuestionadas bases del gobierno ilegitimo que dirigía el país y contribuyó, notablemente, a aumentar el crecimiento y la influencia del Movimiento Militar Constitucionalista al que se acercaron un numeroso grupo de oficiales de respetada conducta en sus funciones.

Entre esos militares es obligatorio señalar los siguientes: Juan María Lora Fernández, Agustín Núñez Noguera, William García Duval, Manuel García Germán, Píndaro Peña Perello, Manuel R. Salcedo, José Guerra Ubri, Carlos de la Rosa, José del Carmen Paulino, Delfin Toribio, Carlos Tejada González, Santiago Fañas Rivas, a los que se sumaron, al momento mismo de iniciarse el levantamiento militar del 24 de abril, el Capitán de fragata Manuel Ramón Montes Arache, el Teniente Coronel de la P.N. Gerardo Marte Hernández y los extranjeros miembros de la Marina de Guerra Andre de la Riviere, francés, e Illio Capocci, italiano, entrenadores de los Hombres Rana

El documento publicado el 27 de febrero de 1965, firmado por cerca de 3,500 profesionales universitarios, era una crítica acusación responsable y directa a las decisiones del gobierno ilegal que dirigía los destinos de la república. En aquel entonces esa acusación conmovió profundamente a los sectores de la clase media y también del pueblo en sentido general, porque puso en claro que quienes detentaban el poder de la nación, tenían un comportamiento delictivo e irresponsable y muy particularmente entreguista frente a los funcionarios diplomáticos y políticos de los Estados Unidos de América; y sirvió también para sumar al Movimiento Militar Constitucionalista docenas de militares de las tres Instituciones de las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina y Fuerza Aére. Durante el mes de marzo los Jefes Civiles y Militares de la conspiración discutieron la fecha en que se debía iniciar la acción para deponer el gobierno de facto.

Para mediados de ese mes, el Movimiento fue descubierto por los funcionarios políticos de la Embajada Estadounidense, quienes lo comunicaron a Donald Reid Cabral, que desempeñaba las funciones de Jefe del Poder Ejecutivo, quien hizo comparecer a su presencia al Coronel Hernando Ramírez, quien con una inteligencia y habilidad extraordinaria, logró convencerlo de que no eran ciertas las informaciones que le habían suministrado. Pero los espías estadounidenses no aceptaron la explicación que obtuvieron como respuesta.

Parece que fue entonces, en el inicio del mes de abril, que los Jefes Civiles y Militares del Movimiento Militar Constitucionalista, acordaron iniciar la acción de deponer al gobierno ilegitimo, el lunes, 26 de abril de 1965. El sábado 24 y bajo la presión de los agentes políticos de la embajada estadounidense, Donald Reid ordenó al General Rivera Cuesta,  Jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional, que apresara al Coronel Álvarez Holguín y a los Mayores Lora Fernández y Ramírez Sánchez.

Al ser apresados estos tres oficiales superiores del Ejército, el Coronel Hernando Ramírez ordenó al Capital Mario Peña Taveras que acompañado de un grupo de sargentos del Estado Mayor apresara a Rivera Cuesta y a los oficiales que le acompañaban; este cumplió la orden y apresó a Rivera Cuesta y cuando regresó a donde Hernando Ramírez acompañado de los oficiales constitucionalistas que estaban apresados, Hernando Ramírez dio orden a Peña Taveras, de que llamara al programa Tribuna Democrática del PRD, que se transmitía por Radio Comercial a partir de las 1:30 PM, programa que era dirigido por Emmanuel Espinal “Manny” y Eugenio Mota Contín, coincidiendo al hacer la llamada que  ese día estaba en la emisora el Dr. José Francisco Peña Gómez, porque iba a dirigir una alocución que estaba acostumbrado hacer siendo Secretario de Prensa y Propaganda del PRD.

Peña Gómez no era el Secretario General del Partido. Quien desempeñaba esas funciones era Antonio Martínez Francisco, rico empresario de la venta de vehículos de motor, entre ellos los camiones “Mack” y los jeep estadounidenses marca “Willys”. Ese cargo lo desempeñaba éste señor por una hábil estrategia de Juan Bosch, al estar íntimamente ligado a la embajada estadounidense.

ANUNCIO POR RADIO

Cuando se recibió la llamada del Capitán Peña Taveras, Manny entregó el teléfono a Peña Gómez y le dijo lo que le había informado el Capitán del Ejército. Peña Gómez recibió la información de que “La Jefatura del Estado Mayor del Ejército había caído prisionera ante los Militares Constitucionalistas”. José Francisco le pidió a Peña Taveras que cerrara el teléfono, que le devolvería la llamada para verificar la autenticidad de la misma.

El doctor Peña Gómez verificó la llamada que le había hecho al programa Tribuna Democrática el Capitán Peña Taveras, por órdenes del Coronel Hernando Ramírez. Entonces el Dr. Peña Gómez anunció a través de los micrófonos de Radio Comercial que “Hemos recibido una llamada del Capitán Peña Taveras, para hacer del conocimiento público que el Jefe y otros oficiales del Estado Mayor del Ejército habían sido apresados por los Militares Constitucionalistas”

Más nada que ese anuncio hizo el Dr. Peña Gómez; no es verdad que llamó al pueblo a las calles a pelear, como se ha insistido para alterar la realidad de los hechos históricos. El Dr. Peña Gómez inmediatamente después de hacer el anuncio puso en el aire las notas de “La Marsellesa”, el himno nacional de Francia y junto a sus compañeros Enmanuel Espinal, Eugenio Mota Contín y otra persona que no retengo en mi memoria, abandonaron la emisora que estaba ubicada en la Padre Billini, esq. Sánchez, en el segundo piso de una casa en la cual estaba instalada una farmacia en la primera planta.

Las horas de la tarde trascurrieron en relativa calma y en la noche,  a través de la llamada “Frecuencia de Oro” del pentagrama radial que había sido la planta de 50  kilos de Radio Caribe, se escuchó la voz del Coronel Emilio Ludovino Fernández, leyendo un comunicado del Movimiento Militar Constitucionalista.

EL DOMINGO

El domingo en horas de la mañana aproximadamente a las 10:00 am, el Dr. Blanco Fernández y el autor de esta

Ramón Blanco Fernández
Ramón Blanco Fernández

columna nos presentamos con armas en las manos a la casa del Arq. Leopoldo Espaillat Nanita, que estaba situada en la Ave. Bolívar esq. Leopoldo Navarro, donde se encontraba el Dr. Rafael Molina Ureña, que esperaba la toma del Palacio Nacional y el aviso de la prisión de Donald Reid Cabral para trasladarse a ese lugar y tomar posesión como Presidente de la República, en su calidad de Presidente de la Cámara de Diputados. Luego llegó a ese lugar Arturo Pujols (Pey) vestido de Mayor del Ejército, pidiéndole instrucciones a Molina Ureña.

Molina Ureña le dijo a Pujols que fuera al Palacio Nacional porque él no entraría allí hasta que Donald Reid no saliera de ese lugar y el autor de esta columna le dijo a Molina Ureña que teníamos que detener a Donald Reid y ocupar el Palacio Nacional. Estuvo de acuerdo y Blanco Fernández y el autor de esta columna dijimos que nos trasladaríamos al Palacio Nacional inmediatamente.

Al llegar  por la calle Pedro Henríquez Ureña al Palacio Nacional, nos encontramos con el Coronel Francisco A. Caamaño Deñó al frente de un contingente, vestido con una camisa de mangas cortas, que no era ropa militar. El autor de esta columna le preguntó a Caamaño qué iban hacer y él respondió: “vamos a apresar a los funcionarios del Triunvirato, para que Molina Ureña venga a juramentarse como Presidente de la República”.

El inicio real de ese episodio de tanta transcendencia en la historia contemporánea de América, había comenzado y después de la “Batalla del Puente”, en la que fueron derrotadas las tropas del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), la realidad del restablecimiento del Gobierno Constitucional de Juan Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963 era un hecho.

Todo lo que vino luego incluida la intervención de las Tropas de Infantería de los Estados Unidos, quedarán en la historia por siempre como un capítulo heroico, inigualable, de la valentía, firmeza y dignidad del pueblo dominicano “Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”.

jpm

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