OPINION: Renta variable Vs renta fija
Las empresas administran activos reales, productivos o tangibles y activos financieros estos últimos financian los primeros ya que las mismas captan recursos para financiar sus operaciones económicas y financieras mediante emisiones de bonos o capital de deuda y capital accionario, contable o propio al emitir acciones preferentes, comunes u ordinarias o al hacer uso de las utilidades no distribuidas, todo lo cual con su costo de capital correspondiente.
La valuación de activos reales (edificio, pieza de maquinaria, entre otros) se obtiene al igual como se calcula el valor de los activos financieros (bonos, acciones) mediante el valor presente de los flujos de efectivo esperados asociados con dichos activos.
Los bonos o capital de deuda es un pagare a largo plazo emitido por un negocio o una unidad gubernamental los cuales son de renta fija hasta su vencimiento, desde luego, el vencimiento efectivo de un bono disminuye cada año después de su emisión.
El bono requiere que el emisor pague una cantidad especificada de dinero por concepto de intereses cada año o cada seis meses.
La tasa de interés de cupón se determina dividiendo la tasa de interés nominal entre el valor a la par, nominal o facial del bono. El precio de mercado de un bono está determinado, principalmente, por el flujo de efectivo que genera, o por los intereses que paga, lo cual depende de la tasa de interés del cupón.
Así, mientras mayor sea el cupón, manteniéndose constante las demás cosas, más alto será el precio de mercado del bono mientras que si se fijara un cupón mayor, los inversionistas se pelearían por el bono y su precio aumentaría a más de su precio.
El valor del bono permanecerá constante en tanto la tasa de interés de mercado permanezca sin cambio y dicha tasa sea igual a la tasa de interés del cupón, es decir, si la tasa de mercado asociada con un bono es igual a la tasa de interés del cupón, el bono se venderá a su valor a la par o nominal.
En caso de que la tasa de interés del mercado disminuyera después de que se emitieran los bonos por debajo de la tasa de interés del cupón el valor del bono aumentaría ya que el inversionista percibiría menos riesgo al adquirir dicho bono, pero si la tasa de interés del mercado aumenta o requerida por encima de la tasa de interés del cupón entonces el valor del bono disminuiría ya que el inversionista percibiría un mayor riesgo pues a mayor rendimiento mayor riesgo.
Un incremento de las tasas de interés genera una reducción de los valores de los bonos en circulación. Debido a que las tasas de interés pueden aumentar, los tenedores de bonos se enfrentan al riesgo de sufrir pérdidas en los valores de sus carteras. Este riesgo recibe el nombre de riesgo del precio de la tasa de interés.
Si las tasas de interés disminuyen, los tenedores de bonos u obligacionistas ganarán una tasa de rendimiento más baja sobre los flujos de efectivo reinvertidos, esto reducirá el valor futuro de sus carteras respecto de los valores que habrían tenido si las tasas de interés no hubieran disminuido. Esto se conoce como riesgo de reinversión de las tasas de interés.
De manera que las personas o empresas que invierten en bonos se encuentran expuestas a los riesgos provenientes de los cambios de las tasas de interés.
Cuando las tasas de interés disminuyen, muchas empresas se refinancian por medio de la emisión de nuevas deudas a un costo más bajo y usando los fondos así obtenidos para reembolsar las deudas con costos más altos.
Es ese sentido, es oportuno preguntar: ¿fue adecuado u oportuno realizar la emisión de los US$2,500 millones en bonos soberanos entre mayo y abril del presente año por parte de las autoridades dominicanas cuando se avisora que las tasas de interés internacionales bajarán en los próximos días?. ¿No era más inteligente espera unos días más para conseguir menores tasas pasivas?
En cuanto a los activos financieros: capital contable (acciones), las empresas emiten, por lo menos, un tipo de acción, o de instrumento de capital contable denominado acción común. Mientras otras empresas emiten tanto acciones comunes u ordinarias como acciones preferentes.
Las acciones comunes u ordinarias son de renta variable en función de la participación del inversionista en el capital de la empresa para obtener altos o bajos dividendos los cuales dependerán de los niveles de utilidades que alcancen las empresas en un periodo contable determinado.
Las acciones proporcionan una corriente de flujos de efectivo esperados a futuro, Por ello, el valor de las mismas se obtiene de la misma manera que los valores de otros activos, es decir, como el valor presente de la corriente de flujos de efectivo esperados a futuro, los cuales están formados por dos elementos: los dividendos que se espera recibir cada año y el precio que los inversionistas esperan recibir cuando venden sus acciones, precio que incluye el rendimiento de la inversión original más una ganancia o una pérdida de capital.
Los rendimientos o tasa de interés variable que reciben las acciones comunes anualmente en caso de que haya beneficios o utilidades se clasifican en valuaciones de acciones con crecimiento cero, crecimiento constante y dividendos con crecimiento a tasas distintas.
Regularmente las empresas dominicanas emiten instrumentos financieros de rentas fijas tal el caso de los bonos a los fines de capitalizarse mediante fondos concedidos por los inversionistas a cambio de una tasa de interés fija.
Este tipo se financiamiento se ha debido fundamentalmente a que las empresas dominicanas se gestionan bajo la modalidad de entidades cerradas, es decir, sin que intervenga en su capital contable otras empresas o el público en general.
Otra razón es el hecho de muchas empresas no han estado dispuestas a transparentar sus capitales a través de estados financieros reales y auditados a la luz de la verdad en el marco de su salud financiera.
A más de 30 años de haberse emitido la primera ley de bolsa de valores del país (1988) es ahora cuando se anuncia por primera vez que tres empresas dominicanas más, se animan a emitir acciones (comunes) de renta variable lo que puede interpretarse como un gran avance no solo por el inicio de ese proceso sino por el hecho de que la mentalidad de los empresarios dominicanos comienza a cambiar desde el punto de vista de obtener capitales de otras empresas y del público en general para financiar sus operaciones empresariales las cuales alcanzarán mayor tamaño y valor en el mercado.
En ese sentido, es motivo de celebración el hecho de que las empresas dominicanas inicien dar los primeros pasos en esa dirección a los fines de que el sector empresarial alcance un mayor desarrollo lo que obligará a las empresas a adoptar nuevas tecnologías, personal más competente y hacerse más efectivas y transparentes.
Asimismo coadyuvará con que el mercado de valores se expanda y modernice pues este se constituirá en una gran fuente de financiamiento para las empresas ávidas de recursos frescos lo cual contribuirá con el aumento del Producto Interno Bruto de la nación dominicana.
Se espera por tanto, que más empresarios abran sus empresas a inversionistas particulares especialmente de origen nacional para que estas alcancen niveles de capitales más alto y puedan expandirse en el plano local como en el internacional logrando categoría de empresas o corporaciones multinacionales.
Finalmente, felicidades y que esto no sea solo un intento sino que se concretice la iniciativa que ya se proponen llevar a la realidad más aun en el marco de la nueva ley 249-17 de Mercado de Valores y sus 12 reglamentos en proceso de aprobación total.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com