OPINION: La deuda camino a la insostenibilidad

Mientras se suscitan acontecimientos políticos, delincuencia, corrupción, sicariato, violencia, violaciones, robos, asaltos y muertes inexplicables en algunos resorts del país, siguen creciendo vertiginosamente los compromisos financieros del Estado Dominicano ante Organismos Internacionales de Financiamiento, Bancos de Crédito nacionales e internacionales y Gobiernos Amigos.

Ante este cuadro tétrico y un partido y gobierno consumidos por  un apetito de  poder sin control producto de la ambición desmedida de acumular mucho más capitales del que  hoy atesoran, los grupos que se adversan por el solo hecho de demostrar la supremacía de un grupo sobre el otro, no se vislumbra por el  momento el interés por resolver los problemas más acuciantes del pueblo dominicano.

No obstante el ministro de hacienda afirmar recientemente que la deuda pública de República Dominicana es sostenible en sus condiciones actuales, la que se mantendrá sostenible ante escenarios de choques adversos como alzas pronunciadas de las tasas de interés internacionales, depreciación inesperada del  peso o si se produjera una reducción importante de la actividad económica.

Y de que los riesgo del portafolio de deuda, haya extendido el perfil de madurez hasta casi 9.6 años, aprovechado el escenario de bajas tasas de interés internacionales y la reducción de las tasas de interés nominales domésticas y blindando el portafolio actual ante posibles aumentos de las tasas de interés, al haber contratado el 87% de la deuda del Gobierno a tasa fija, la situación se torna negra a medida que la deuda crece y los ingresos no alcanzan para más, dado el incremento de la corrupción, el despilfarro clientelar y la doble funcionalidad del Estado, entre otros desvíos, que a pesar del esfuerzo en aumentar las recaudaciones más gastos vanidosos se generan.

En su más reciente comunicado de prensa No. 19/209, de fecha 11 de junio de 2019, a la luz del IV Artículo del Convenio constitutivo, el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros aspectos, analizó que en virtud de que la deuda pública presenta una tendencia de aumento instaron a redoblar los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad de la deuda.

Subrayaron la necesidad de un ajuste concentrado en la etapa inicial que tenga como objetivo ampliar la base impositiva y reducir la carga que el sector eléctrico supone para el presupuesto nacional y que la vez proteja el espacio fiscal necesario para la inversión pública en pro del crecimiento y el gasto social.

República Dominicana mantiene un porcentaje de su deuda pública en más de un 51% en relación al Producto Bruto Interno, tomando en cuenta la sumatoria del endeudamiento del Sector Público No Financiero (SPNF), que es el que maneja el Gobierno central; más el valor de deuda del Banco Central, que se estima, supera el 11% del Producto Interno Bruto (PIB).

La deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) ascendió a RD$32,733 millones en el trimestre enero- marzo de este año 2019, equivalentes a un 39% del PIB del año, frente al 39.7% en 2018.

La economía dominicana ha demostrado en los últimos años una estabilidad y un crecimiento sostenible, pero los riesgos a los que se enfrenta siempre están al acecho que la etapa expansiva puede sufrir un brusco freno antes de lo previsto.

Es importante que las autoridades dominicanas den cumplimiento a las recomendaciones sugeridas por el  FMI pensando más en el bien común o en el bienestar de los dominicanos y dejando a un lado las ambiciones  desmedidas de poder que no obstante tener casi unos 20 años en el palacio nacional y estar empalagadas de poder y dinero aspiran perpetuarse en el mismo.

Los directores del FMI recomendaron a las autoridades la importancia de que continúen las reformas estructurales para subsanar los factores que impiden el logro de una mayor productividad, la convergencia del ingreso y la inclusión social.

Adoptar medidas adicionales para mejorar el clima de negocios, eliminar barreras al comercio y la inversión y seguir llevando a cabo reformas en materia de educación, salud y sistema de pensiones.

Abordar con decisión deficiencias estructurales de larga data que continúan pesando sobre el crecimiento potencial, en particular las pérdidas en el sector eléctrico y las ineficiencias en los mercados de productos y del trabajo. La necesidad de ampliar y fortalecer el sistema de seguridad social, para lo cual se necesitará espacio fiscal adicional.

Sin lugar a dudas se necesitan ajustes de políticas para revertir el constante aumento del déficit fiscal y poner la deuda pública en una trayectoria descendente a los fines de evitar que siga transitando el camino hacia la insostenibilidad.

of-am

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