Buda Gautama en la vida de Quirino y Leonel

Me llamó poderosamente la atención el artículo del expresidente de la República, Dr. Leonel Fernández, titulado «El plan para desacreditar a Buda», donde él osa compararse con Sidarta Gautama Buda, el Iluminado.

En ésta entrega de hoy, desmonto los conceptos (para mí inverosímiles), que glosan ese artículo, haciéndolo paso a paso, de modo lineal y parafraseando esos conceptos para arribar a una conclusión creíble.  Veamos:

Las tramas, intrigas y maquinaciones urdidas con el aborrecible propósito de difamar y desacreditar, son tan viejas como la propia historia de la humanidad.  En esas innobles acciones se han destruido mutuamente un sinnúmero de contrincantes a lo largo de la existencia del hombre sobre la tierra.  Así se comprueba con el caso de Ernesto Quirino Paulino Castillo y Leonel Fernández, hoy en lucha campal en los medios, para desacreditarse y destruirse recíprocamente.

Aunque las menciones biográficas sobre Quirino no son el producto de un estudio pormenorizado, por lo menos se sabe que nació en el año 1960 en Comendador, municipio cabecera de la provincia Elías Piña.  Hijo de una enfermera jubilada y de un empresario arrocero, sin estudios académicos, desempeñó empleos de poca monta, como el de chofer de la ambulancia del hospital de su provincia natal, labor en la que se inició en el negocio del narcotráfico transportando cocaína principalmente hacia Haití y luego dentro del territorio dominicano, en los ataúdes, que se suponían eran recipientes de muertos.  En esa ilícita actividad, Quirino rompió la barrera de la pobreza, llegando al momento de ser apresado (en diciembre de 2004), a tener una fortuna personal de 2 mil millones de pesos dominicanos.

Entre sus bienes, Quirino poseía moteles, centros de diversión, mansiones, estaciones de gasolina, una empresa importadora y distribuidora de vehículos, la más moderna finca ganadera del país, factorías procesadoras de arroz y el 80% de los autobuses que viajaban o viajan, desde y hacia Elías Piña, entre otras pertenencias.

Este capo llegó a a tener fuertes vínculos con los más altos militares y políticos de República Dominicana, lo que le permitió obtener el rango de capitán del ejército en forma irregular y facilidades para su negocio.  De esta situación se ha descubierto, que Quirino llegó a financiar las campañas a candidatos electivos (presidentes de la República, senadores, diputados y síndicos), de los 3 mayores partidos políticos de República Dominicana a cambio de silencio y complicidad.

El fin de Quirino y su imperio comenzó en el gobierno del Dr. Fernández el 18 de diciembre del año 2004, ocasión en que por iniciativas, presión, diligencias y mandato de los norteamericanos, fue detenido y apresado por sus organismos en el país (la DEA) en una operación conjunta con la DNCD, mientras transportaba rumbo a Santiago un camión con 1,387 kilos de cocaína, valorada en 30 millones de dólares, la cual, procedente de Colombia, tenía como destino los Estados Unidos de Norteamérica.  Posteriormente, extraditado en el 2005, fue juzgado y sentenciado a diez años de cárcel, pena ésta, condicionada su benignidad, a cambio de valiosas informaciones para las autoridades judiciales norteamericanas.

Por otra parte, en esta saga tenemos al Dr. Leonel Fernández, también de origen humilde como Quirino, pero con la diferencia, de que éste optó por lo académico y la carrera política. Esta decisión lo llevó a graduarse de Dr., en derecho y luego a ingresar al partido de la Liberación Dominicana liderado por el humanista, catedrático y expresidente de la República, Juan Bosch.

En esta carrera, al igual que Quirino, el Dr. Fernández vino a ser inmensamente rico y poderoso, cuya fortuna la tiene al resguardo con la «lavandería» FUNGLODE, en bancos internacionales, y con varios testaferros, siendo los más conocidos, Félix Bautista, Víctor Díaz Rúa y Diandino Peña, toda conseguida con el blindaje, que le proporcionaron el haber sido tres veces Presidente Constitucional de la República.

Desde el mismo momento en que Fernández, ingresa a la política, fue educado, por Juan Bosch su maestro político, para que un día llegara a sucederle y convertirse en presidente de la República, como al final sucedió.  Para esa labor educativa, Bosch, inclusive, llevándose de los consejos de educadores como Hostos, Martí y Simón Rodríguez, maestro y mentor de Simón Bolívar, mantuvo a Fernández, asido a los «Círculos de Estudios».  Desde que lo reclutó, lo inició en el arte de la política, y lo adoctrinó para volverlo un ente social que protagonizara los cambios que habían de llevarse a cabo en la República, tendentes a eliminar las iniquidades e inequidades que producían tanto sufrimiento en nuestro pueblo.

En esa educación, en que hacia contacto con los desposeídos, percibió por sí mismo en el terreno, las miserias y las injusticias sociales que padecía todo su pueblo, experiencias éstas, que supuestamente, para bien de su país, habrían de cambiar el resto de su vida, porque no tendría un pensamiento burgués, sino, uno, de un autentico revolucionario.

En esas experiencias, se encontró, como eran desprotegidos los ancianos en el horror de la vejez, y vio como los enfermos, morían con el dolor de sus achaques, porque médicos, hospitalización y medicinas, eran prohibitivos o inasequibles, a los pobres y hasta a los menos pobres.  En esa experiencia, no faltó a los ojos de Fernández, ver cientos de cadáveres con dificultad para ser sepultados debido a las imposibilidades económicas de familiares y amigos.

En esta tarea educativa, Fernández, también tomó conciencia, de cómo los niños, las mujeres y el trabajador que produce la riqueza del país, eran tratados como piltrafas por los poderes facticos.  En este aprendizaje para evolución, el vio miles de niños raquíticos, con la panza llena de lombrices, descalzos y sin escuelas.  Y contactó la pobreza extrema, que había en los hogares, pese a que el hombre de la casa y hasta la mujer trabajaban duramente, por más de cuarenta y ocho horas semanales. Y pudo ver en esta experiencia, la enorme brecha entre el trabajador y el dueño de la empresa.  Y dicen quienes le conocieron en aquel entonces, que estas situaciones le suscitaron pánico, por la pobreza, y por las injusticias sociales a su vista.  Dicen que esta situación le produjo un pánico de muerte.

Dicen que después de esas vivencias, Fernández, y el «grupo de circulistas» decidieron, renunciar a la búsqueda de riquezas materiales para sí, en lo que buscando el objetivo final de la vida, en una espiritualidad jurada y adquirida, a la sombra del frondoso árbol que era Juan Bosch, se convirtieron en servidores del partido, para servir al pueblo.

En esa etapa, Leonel y demás circulistas, a fuerza de las circunstancias vivían de manera frugal y calamitosa.  Comían mal, vestían raidos, andaban a pie o en vehículos viejos y destartalados.  Muchos vivían en pensiones de mala muerte. En general, la pobreza con ingentes precariedades se le veía por encima de la ropa.

En esta situación pasaron tanto trabajo y hasta decepciones amorosas y de desprecio por familiares y amigos, que muerto Bosch y ya en el poder, arribaron a la conclusión, de decantarse por la opulencia exuberante y la complacencia sensual, en vez de nataguear, en eso de luchar por erradicar las miserias de otros.  Esa misión decidieron dejársela a los seguidores e imitadores de Buda, de Cristo, de Bosch, y de tantas figuras semejantes.  Entonces, secretamente, en el colecto de cada uno juraron, servirse de partido para servirse del pueblo, tal como lo hizo Trujillo.  Y digo secretamente, porque en público siguieron vendiéndose como los Iluminados, reafirmándolo con aquello, de servir al partido, para servir al pueblo.

Estos circulistas, en ese despertar lograron comprender plenamente las causas del sufrimiento de ellos, y los pasos necesarios para eliminarlo.  Al efecto, adoptaron Cuatro Enmiendas-Verdades, que conforman la guía peledeista, post Juan Bosch.  Ellos, anteriormente marxistas-leninistas, han cambiado la doctrina de solidaridad, por la doctrina del sálvese quien pueda y como pueda, la que constituye la primera enmienda.  La segunda enmienda está pautada por un criterio muy yanqui: haz dinero honradamente, pero si no puedes hacerlo honradamente, haz dinero, como sea.  La tercera enmienda, establece: «El fin justifica los medios, no importa que sea aliándote al diablo».  La cuarta enmienda, también establece, hacer un Dios del líder que te haya proporcionado el camino para llegar a la riqueza y al poder.  De hecho, ya a Leonel Fernández lo han elevado a esta categoría: Primero Dios y después Leonel, escriben en pancartas sus seguidores, tal como escribían los trujillistas en los mejores tiempos del sátrapa Trujillo.

A través de la práctica de esas cuatro enmiendas, los circulistas peledeistas han alcanzado un estado de suprema liberación económica y movilidad social y según ellos, hasta de paz mental que los ha liberado de otros estados aflictivos que produce la pobreza.

Apertrechados de esos conceptos de las enmiendas-verdades, referidas, ese grupo de peledeistas, se embarcaron cual monjes en una aventura misionera para enseñar a los hombres la vida de paz, de hermandad y solidaridad. Lo cual predicaron por 23 años (desde 1973 hasta hasta 1996 cuando llegaron al poder).

En esa cruzada, cada día predicando su ideologías y planes a implementar cuando llegasen al poder, concomitantemente vendían su periódico Vanguardia, recorriendo muchos kilómetros a pie por diversos pueblos, barrios y comunidades llevando su voz de aliento, casa por casa.

A consecuencia de ésta avanzada, se ganaron el respeto de las multitudes. Eran venerados, honrados, reverenciados y creídos como los futuros líderes que salvarían la nación.  Por dondequiera que iban, eran recibidos con gran distinción, y se cuenta, que grandes multitudes se agolpaban al paso de ellos y los recibían con grandes ovaciones y aplausos, tal como hacían con Buda y sus discípulos, 600 años, antes de Cristo.

Sin embargo, personalidades recelosas de los valores, ideas y principios, enarbolado por estos nuevos mesías, no confiaban en esos discursos, porque los consideraban sofismas, al efecto, no se encontraban muy conforme con ese apoyo dado a este grupo, que como los primeros cristianos, emergía de la pobreza total.

Con el tiempo, las personalidades independientes referidas, tuvieron toda la razón del mundo, cuando desconfiaban de estos circulistas, aglutinados en un partido que se identifica con las siglas PLD, porque vino a ser, que toda la jerarquía integrante de este nuevo partido, cuando llegó al poder, olvidaron servir al partido, para servir al pueblo, y de los votos de servicio, solidaridad y honradez que habían jurado observar para toda la vida, para al contrario, convertirse en los más grandes corruptos, saqueadores, entreguistas y perversos que haya tenido la nación como gobierno.

En esta situación, se da el fenómeno del paralelismo extraordinario de movilidad social, Leonel Fernández- Ernesto Quirino Paulino Castillo, por vías diferentes, pero conexas.   Leonel llega a millonario y poderoso después de ser tres veces presidente de la República, valiéndose de mil diabluras, incluidos fraudes electorales, uso de los recursos del Estado y recepción de dinero del narcotráfico. Y Quirino, concomitantemente, también llega a millonario y poderoso, por medio al negocio del narcotráfico, permitido por cada uno de los gobiernos habidos a partir de los inicios de los años ochenta.

En este devenir, es que Quirino se conecta con Leonel Fernández, otros políticos y militares, de los cuales, hoy ha salido a relucir, que recibieron dinero a caudales de este confeso narco y de otros, a cambio de protección y permisibilidad a su millonario negocio.  En este escenario, Quirino asegura que financió a Leonel con 200 millones de pesos, y una planta eléctrica para FUNGLODE que le costó más de 600 mil dólares.

Pero como lo mal hecho, es semejante a un gran castillo construido sobre arenas movedizas, que se derrumba ante cualquier tormenta, así se están dando las cosas, para que esos tratos en subsuelo, den al traste con las figuras, que tienen doble personalidad, una de ellas, de lo más perversa y oscura.

Pero, como esta es una batalla entre bandidos y capos, tal como se dijo inicialmente, la urdidumbre, de tramas, intrigas y maquinaciones no son ajenas a los fines de aniquilar al que es considerado un enemigo.  En este bajo mundo, en situaciones como ésta, se opta hasta por el asesinato.

En el caso que nos ocupa, Quirino le manda fuego a Leonel, y este se vale de sus arqueros para contestar los ataques.  Ambos contendientes contra-atacan verbalmente y si fuera posible, iniciarían la eliminación física mutua de los miembros de ambos bandos, hasta que con la desaparición de los protagonistas, se perdiera el rastro de lo acaecido.

Pero sucede, que estamos en otros tiempos y lugar, donde no es posible llevar a cabo éste tipo de ejecuciones, sin que se descubran sus autores.  En este caso que nos ocupa, todos están petrificados, sin poder alzar los brazos, ni utilizar las armas; por consiguiente, el plan homicida no tiene asidero. Quirino está bien resguardado por los norteamericanos y Leonel por los suyos en la República Dominicana.

No obstante, como en este caso no hay Iluminados, sino endiablados, además no se trata de las embestidas de un elefante salvaje, ni de una piedra arrojada de lo alto, ni de la contratación de una prostituta para difamación, al menos que estas oraciones se constituyan en imágenes, que metafóricamente describan los ataques de Quirino contra Leonel o viceversa, porque la realidad literal, es que sobre Leonel pesa una acusación especifica,  que a diferencia de Buda, él no podrá salir ileso, sencillamente, porque Leonel no es Buda, en quien resplandecía la bondad, la tranquilidad y el sosiego del Iluminado, ante el cual las piedras se reducían a polvo, y el intento de descredito en mas crédito.  Además, los defensores de Leonel, no tienen forma para demostrar el que la planta eléctrica comprada por Quirino a FUNGLODE, es todo una mentira, o una trama para descredito.

En este escenario, los seguidores de Leonel, podrán estar queriendo mostrar al pueblo, que esa planta eléctrica y la erogación de los 200 millones que alega Quirino le prestó a su líder son una falacia.  En ese afán,   podrán, insultar, descalificar, saltar, brincar, patear, e inventarse y pronunciar todo tipo de discurso, pero el resultado de complicidad  y conexión con el capo, siempre será el mismo, aunque el caso se lo lleven a otros pueblos más lejanos, porque la internet y el raciocinio, hoy en día, está en todas partes.

Además, Quirino ha manifestado: que nunca huirá de este problema; que él, cual elefante está entrenado para enfrentar las flechas disparadas contra él de distintas direcciones.  Que enfrentará éste problema en cualquier terreno, hasta que la verdad salga a relucir sin importar el tiempo que pase y las consecuencias que deriven.

Quirino ha establecido, que el daño a su reputación no es cuestión de siete días, sino un asunto de toda la vida. Y ello, porque él tiene la experiencia, que a los habitantes de su pueblo, el los ha embriagado por muchos años con romo que le ha comprado, con el dinero que ha obtenido de sus negocios ilícitos, y nunca han confesado en esa embriaguez, que él haya perpetrado males contra alguien.

La paradoja se da, porque los apandillados con Leonel, al igual que los leales a Quirino, también han sido embriagados por muchos años, no con el romo fabricado con la caña de azúcar, sino con la aberración de un sueldo o salario, devengado sin sudarlo y con otras dádivas y prebendas, que han operado para corromper y envilecer a muchos, que en estas condiciones, obvian la maldad de un hombre y su gobierno, que se atrevió a regalar nuestro oro y a cometer otras barbaridades, con la agravante, que también, estos soslayan esa infamia, para defender a su líder, como benefactor de la patria.

En esta situación, dado el grado de degeneración e inconsciencia a que se ha llegado, ningún leonelistas confesará que Leonel haya perpetrado males ni que haya autores intelectuales, acaeciendo la similitud, de que los trujillistas, tampoco aceptaron en su tiempo, la maldad intrínseca de Trujillo.  Es más, Euclides Gutiérrez Feliz y Vincho Castillo, remanentes de aquella funesta era, todavía al día de hoy, defienden a Trujillo, y Leonel conecta con este sátrapa, al darles participación directa y poderosa en sus gobiernos a estos dos personajes de las tinieblas.

En definitiva, aquí no hay que salvar la honra de nadie, ni aumentará la reputación de nadie, ni tampoco crecerán el número de seguidores de los protagonistas de esta paginas; al contrario, la honra y la reputación, de ellos, definitivamente quedarán destruidas, y el número de seguidores disminuirán drásticamente, porque a diferencia de lo que pasó con Buda, se ha comprendido, que estos dos individuos y sus defensores, son dañinos a nuestro pueblo y a la humanidad, aunque debo de considerar, que  el grado de perversidad  de Leonel, sobrepasa en mucho a la del capo Quirino, dado el intelecto y la preparación académica, del  expresidente Fernández.  Además, el Dr. Leonel Fernández era el presidente de todos los dominicanos, y por ende, el más llamado a a predicar con el ejemplo.

Entonces, siendo así, ¿qué tiene que ver Buda con Quirino y Leonel?

En este caso, ¿por qué se compara el Dr. Leonel Fernández, con Sidarta Gautama Buda, el Iluminado?  Al lector, dejo la palabra.

Posdata: enlace de artículo referido del Dr. Leonel Fernández, «El Plan Para Desacreditar a Buda»

https://listindiario.com/la-republica/2015/2/22/357308/El-Plan-Para-Desacreditar-a-Buda#.VOubFfuOvwA.facebook

Leonel Fernández 

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