Ni con los chismes, ni el rumor público vencen a Leonel
Se ha demostrado a través de los tiempos que a los hombres que poseen sabiduría y grandes virtudes les llueven las críticas malsanas por parte de sus detractores. En los actuales momentos, no existe un solo candidato de los que aspiran a la presidencia de la República que supere al Dr. Leonel Fernández Reina.
Son muchos los rumores inventados por sus enemigos como forma de empañar su incuestionable imagen pública. Frente a esta situación vamos hacer mención del caso de Richard Nixon, quien en el año 1952 fue nominado por el Partido Republicano a la vicepresidencia en la candidatura presidencial de Dwight David Eisenhower, quien fue objeto de una campaña que le acusaba de haberse beneficiado de numerosos regalos de distinta naturaleza con motivo de sus funciones electivas anteriores.
Richard Nixon en aquel entonces pronunció un célebre discurso por televisión en el que hablando a la tele-audiencia, mientras les miraba “al fondo de los ojos”, admitió que, efectivamente, había aceptado, una vez, un regalo: el perrito que su hija de seis años había adoptado de inmediato y bautizado con el nombre de Checkers y con el que “dijera lo que dijera la gente, se iba a quedar”.
Las campañas mediáticas en contra de líderes que en su momento tienen una excelente aceptación ante la opinión pública es un asunto que suele suceder con mucha regularidad. Otros ejemplos que nos llegan a la memoria son los casos de Dwight David Eisenhower, que volvía a presentarse como candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Sus adversarios recurrieron pues sencillamente… a algunos de los pasajes de la campaña televisiva de Eisenhower en 1952, en los que hacía promesas concretas, a los que se limitaban a añadir una voz en off que susurraba un “repítanos eso, general”, antes de demostrar que dicha promesa no había sido cumplida. Esta célebre campaña negativa se recuerda con el nombre de aquella pregunta: How´s that again, General?” (¿Cómo es eso de nuevo, mi general?).
Otro caso fue el de Laurent Fabius, quien aspiraba a la presidencia de Francia en 1985, frente al candidato Jacques Chirac, quien aceptó participar en un debate televisivo la noche misma de su regreso de un viaje de Nueva Caledonia. La televisión captó su fatiga, y como es sabido, resulta peligrosa para los políticos, porque la televisión la acentúa de forma despiadada en la imagen. Es así como Laurent Fabius fue considerablemente perjudicado en este debate televisivo.
Son muchas las infamias que se vierten en contra de candidatos potenciales a la presidencia de un determinado país. Citemos lo que el rumor público puntualiza como verdadero: que el presidente Danilo Medina y Leonel Fernández están enfrentados en una división que afectará al Partido de la Liberación Dominicana. Cómo puede ser cierta esa falacia cuando Leonel Fernández ha manifestado que el Partido de la Liberación Dominicana no es un fin, sino un medio para alcanzar otras metas.
El profesor Juan Bosch engendró al Partido Morado como un viaducto que permita a la Nación Dominicana alcanzar nuevos campos de Justicia Social, de Democracia Plena, de Seguridad Económica, para los sectores menos favorecidos, educación, salud y bienestar para las amas de casas, los jóvenes, los obreros, los ancianos, los militares y policías.
La luz es un símbolo de la verdad, la virtud es sinónimo del crecimiento moral, y la sabiduría es fruto del esfuerzo que se deposita en la investigación.
¡¡El chisme y el rumor público representan la sombra!!