La realidad de Leonel y el momento de Danilo
Aunque mantiene un gran liderato, a Leonel le convendría en estos momentos, en que su estrellato político está siendo eclipsado por la gran popularidad de que goza el presidente Medina, replegarse tácticamente. Sería mejor para él y naturalmente para el partido, jugar un papel estabilizador –que mas se corresponda con su cargo de presidente de la organización–, que contribuya a fortalecer las posibilidades de éxito de su PLD, para las elecciones venideras. La reelección de Medina debería de estar en primer orden en la agenda electoral del Partido de la Liberación Dominicana. Sería un monumental desatino político del PLD, desperdiciar el caudal de popularidad que arrastra hoy el presidente. Lo que prácticamente configura un seguro y contundente triunfo electoral. El encabeza la lista, –si es que no me equivoco– entre los más populares mandatarios del mundo. Hasta muchos opositores a nivel de pueblo, dicen por ahí que votarían por Danilo de este presentarse a la reelección. Los miembros de el Comité Político, y la mayoría de los que componen el Comité Central, donde Medina cuenta con una fuerte cuota de seguidores, deberán ponerse de acuerdo con miras a impulsar con vigor la proposición legislativa que se dice ha sido elaborada, para forzar un cambio en la constitución, que haría posible la re–postulación. Posibilidad que nació y ha ido fortaleciéndose, desde que empezaron a revelarse los cómputos de los sondeos que dan continuamente como resultado, un altísimo índice de aceptación al presidente. Debería, si la constitución en el futuro permitiera la reelección, institucionalizarse en los partidos políticos criollos, el estilo estadounidense –como ya han sugerido algunos analistas–, donde los dos partidos principales, el Demócrata y el Republicano, tienen como máxima prioridad la presentación por un periodo más, de la candidatura del presidente de turno. Por lo que nadie en ambos partidos, osaría romper con esa regla partidaria, para no anteponerse a los planes de reelección del primer mandatario. Todo indica que Leonel no está en su mejor momento. O sea que no es verdad que los vientos soplan a su favor, como ha señalado en ocasiones. Debido, al cúmulo de cuestionamientos, que lo relacionan como propiciador de la corrupción, encubridor y cómplice de los personajes que la percepción publica señala como corruptos y que según las malas lenguas les servirían de testaferros al líder peledeísta. Ha sido, evidentemente, un craso error de Fernández el estar exponiéndose constantemente junto a políticos que claramente perjudican su imagen. Personajes con máculas por las que arrastran procesos judiciales sobre actos de corrupción administrativa, supuestamente producida en sus gobiernos. No importa que ellos sean sus principales socios políticos dentro de su organización. No deberían estar exponiéndose frescamente como que no ha pasado nada. Y de parte de estos –los cuestionados– a sido una gran falta de visión política, el no percibir el gran daño que le están infligiendo al estadista, acompañándolo en actos públicos. Los hechos de repudio, ocurridos recientemente en la ciudad de Nueva York y otros lugares de Estados Unidos, aunque son actos bien premeditados por sus enemigos de siempre, de la oposición y hasta de su propio partido, son muy sintomáticos. Y es un precedente que obviamente, debe poner al ex presidente a meditar, sobre la realidad que le está mostrando el presente contexto político. joseflandez@hotmail.com