Homicidio y suicidio pasional
Por HECTOR DOTEL MATOS
Corrientemente el crimen pasional es el crimen realizado por amor; es el género de crimen que goza como resultado de un prejuicio sentimental y romántico, de un prestigio especial que da origen a descargos vergonzosos en los tribunales.
El público distingue dos géneros de crímenes de amor: el primero, utilitario motivado por una pasión que no puede ser saciada sin crimen; el segundo, crimen de destrucción, vector de un conflicto claramente sexual o tocante con el amor sexual.
Lombroso escribe:” las pasiones que excitan esos criminales no son de las que surgen gradualmente en el organismo, como la rabia, ambición, sino las que estallan a lo imprevisto como la cólera, el amor platónico o filial, el honor ofendido”.
El criminólogo belga Jean Constant recuerda la palabra de Otelo después de su homicidio:” Diga, si usted quiere, que yo soy un asesino, pero por honor”.
Ciertamente, el proceso que conduce al crimen pasional en el sentido estricto es muy distinto del que lleva al crimen utilitario. Mientras que en el crimen utilitario se trata de reconstruir su vida, volver hacia un nuevo porvenir y escapar a la justicia, en el crimen pasional, el individuo considera que su vida no tiene más sentido para él.
El criminólogo De Greeff ha señalado igualmente que uno se hace terribles ilusiones sobre el criminal pasional. Si, de tiempo en tiempo, el carácter monstruoso de su conducta no parece claramente, es general como consecuencia de una hábil presentación de los hechos.
En realidad, el promedio de criminales llamados de amor son individuos poco interesantes desde el punto de vista moral e intelectual, y merecen más consideración que odio. Ellos forman por lo general parte de ese grupo numeroso de hombres sin dignidad y sin nobleza, que no pueden ni perdonar, ni comprender. Lo más a menudo, son simplemente desequilibrados.
A medida que un conflicto entre dos amantes se profundiza, el amado pierde la protección del amor, y el carácter sagrado que lo hacía casi invulnerable desaparece. El amante herido revaloriza ciertas cosas que habían sido abandonadas: su propio yo, su reputación, su dinero dado demasiado fácilmente.
El amante abandonado revaloriza primero el amado por una especie de reflejo: el amado tiene un valor infinito, es inaccesible, la vida ha perdido toda significación y todo sabor. El suicidio puro y simple corresponde a este periodo.
Pero si el suicidio no se ha realizado desde el principio, el amante abandonado observa que su desaparición será considerada únicamente como un buen negocio. Renuncia al suicidio, pero no encuentra sin embargo el apego a la vida y al porvenir.
Queda profundamente liberado y es bajo el signo de esa liberación que lo deja indiferente a su propia suerte que él se encamina hacia la idea criminal, con o sin suicidio subsecuente.
El escritor que más ha admirado el crimen pasional, es el novelista francés Stendhal. Este, que despreciaba la humanidad y que trataba su padre de “villano malvado” cuando no le enviaba bastante dinero, profesaba para el crimen pasional la más viva admiración.
Para él la meta de la vida es el placer; la dicha solo está en la satisfacción de las pasiones y “la energía” no se encuentra sino en “el crimen pasional”.
El profesor De Greeff ha destacado que “ninguna profilaxis es concebible si algunos miembros de la magistratura y de la policía no arriban hasta observar este estado, de comprenderlos, encontrarlos y sobre todo buscarlo en ocasión de los contactos que el pre-criminal tiene casi fatídicamente con ellos, cuando es la pre-víctima que viene a quejarse. Es una cuestión de apreciación de ese género que salva la vida a algunas personas y hace que otras vean estrellarse sobre ellas la desgracia inminente.
JPM
«y le juro todavíano consigo convencermecómo pude contenerme y,ahí nomás no la maté»—–carlos gardel en tomo y obligo
esas teorias fueron escritas antes de que la ideologia de genero impulsara el empoderamiento de la mujer y la lucha de intereses que termina con la perdida del respeto en el matrimonio.la pregunta es ¿tenian esos esposos antecedentes delictivos? es posible que nuestra justicia no tiene el enfoque correcto al criminalizar al hombre limitando sus derechos no cumpliendo con la igualdad ante la ley