El Senado de EE.UU. condena el programa de torturas de la CIA por «brutal e ineficaz»
El informe del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense revelado este martes sobre las técnicas de interrogatorio de la CIA asegura que los agentes actuaron de una manera «más brutal» de lo que indicaron a los legisladores y a los estadounidenses y que además sus métodos no fueron efectivos.
El informe, publicado tras cinco años de recopilación de documentos e investigaciones, aborda el uso de controvertidos métodos de interrogatorio a sospechosos y miembros de Al Qaeda retenidos en instalaciones secretas en Europa y Asia en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tras los traumáticos atentados, Estados Unidos se embarcó en una guerra contra el terrorismo islamista y contra Al Qaeda para la que se desechó el marco de derecho existente por otro que permitió el secuestro y transporte de sospechosos por terceros países, interrogatorios con técnicas consideradas como tortura o la creación de prisiones secretas fuera de la legalidad.
El Comité de Inteligencia del Senado decidió el pasado abril desclasificar un sumario de 480 páginas del informe de 6.200 páginas, recopilado por los demócratas de ese comité. Según indica, los detenidos tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana, o la amenaza continua de que no iban a salir vivos de la detención a la que eran sometidos.
Las torturas documentadas
Asimismo, el texto indica que, con la aprobación del personal médico de la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA), al menos cinco de los prisioneros fueron sometidos a procedimientos «médicamente innecesarios» de «alimentación rectal» o «hidratación rectal», y otros tantos a baños de hielo.
«Uno de los interrogadores le dijo a otro detenido que nunca irían a juicio porque ‘no podemos dejar nunca saber al mundo qué os hemos hecho'», relata el informe. «Agentes de la CIA también amenazaron al menos a tres detenidos con hacer daño a sus familias, incluyendo a los hijos de un detenido y amenazando con abusar sexualmente de la madre de otro, y ‘rajarle la garganta a su madre'», detalla el texto.
No podemos dejar nunca saber al mundo qué os hemos hecho
El informe del Senado describe asimismo las prácticas de asfixia simulada practicadas al reconocido como cerebro del 11-S, Khalid Shaikh Mohammed, así como a otros detenidos, definidos como «series de ahogamientos» que en muchas ocasiones les producían vómitos. La senadora demócrata Dianne Feinstein, presidenta del Comité, presentó ante el pleno de la Cámara Alta el estudio.
Feinstein dijo que «nunca hubiera sido un buen momento para publicarlo», dado su contenido y la inestabilidad internacional en zonas como Oriente Medio, pero ha insistido en la necesidad de que sea utilizado «para restablecer los valores del país».