Definitivamente la oposición no aprende (Opinión)
La oposición política de nuestro país, no acaba de entender que para marcar la agenda electoral, tiene que generar expectativas en la población, más allá de las simples críticas de ocasión al gobierno de turno.
El candidato que no genera esperanzas en el electorado no se gana el respaldo del mismo y todo parece indicar que las ofertas opositoras se fundamentan en solo ver el cataclismo futuro del país, premisa bajo la cual es muy difícil cautivar a un electorado que tiene en el gobernante que lo dirige confianza y aprecio, dado su desempeño en beneficio de las mayorías.
La oposición se enfrenta a un gobierno que puede exhibir logros tangibles en importantes aspectos de la vida social y económica de la nación y que además tiene una cartera de ofertas en ejecución que hacen que el electorado prefiera el camino seguro ante la incertidumbre de quienes aspirando a dirigir el país cometen el pecado capital de vender el fracaso de la nación como oferta al pueblo que pretenden les siga.
Una oposición que confiesa que se robara el 2% del presupuesto nacional, no puede prometer que desde el gobierno atacará la corrupción. Es lo que expresa su candidato cuando tratando de cuestionar el proyecto de presupuesto de la nación asegura que, ahorrará dinero del presupuesto, bajando de un 5% a un 2% la corrupción que atribuyen a los funcionarios actuales.
Lo cierto es que con ese pronunciamiento enseño algo más que el refajo, pues sin presentar una sola evidencia de la supuesta sustracción de los funcionarios actuales de determinado porcentaje del presupuesto, nos piden que votemos por ellos, porque tan solo se van a robar el 2% de cada presupuesto que manejarían en caso de llegar al poder. ¡Mi madre, cuanta sinceridad!
En su juego electoral la oposición anotó como elemento de ataque para tratar de ganar ventaja la ausencia de Leonel en los actos de juramentación de candidatos a senadores, que vienen siendo proclamados por el secretario general del partido en presencia del candidato Danilo Medina.
Se frotaron las manos perdiendo de vista dos elementos fundamentales en los actos de proclamación para senadores, el primero es que, en cada acto de juramentación, con excepción de la provincia de Azua, el candidato proclamado es presentado por el precandidato interno que le adversaba y segundo, que la ausencia de Leonel Fernández, podría ser parte de una campaña de expectativa, pues apenas hace unos días el propio Fernández aseguro que se integrará en febrero cuando la Junta Central Electoral de el banderazo de inicio, para esa fecha todas las candidaturas estarán definidas de cara a mayo 2015.
La oposición que durante la pasada campaña electoral apostó a que Leonel no apoyaría a Danilo, es la misma que lo acosó con acusaciones infundadas, durante tres años y ahora, ella, ingenua o estúpida, vuelve a creerse que Leonel les preferirá a ellos, antes que al candidato del partido del que es el líder y guía.
Definitivamente la oposición no aprende, que cuando se va aun combate usando una armadura ajena, se corre el riesgo de que le quede incomoda, ya sea porque le quede grande o porque le resulte chica o peor aún, que dándose el caso de que le ajuste de manera perfecta, corre el riesgo de que lo dejen desnudo en medio de la batalla.
A menos de seis meses para las elecciones, solo los incautos pueden pensar que una oposición, dividida, alitraneada y falta de tino político podrá remontar a un candidato que como Danilo, además de triplicarla en las preferencias electores, es una persona totalmente asertiva. Como están las cosas, pago peso contra cabo de túbano a favor de Medina.
jpm