David Ortiz, el tampering y sus vainas

David Ortiz ha provocado un avispero con sus cabildeos, llamado tampering en el idioma  de las Mayores o vainas en la lengua coloquial del Big Papi.

El toletero criollo se retirará al final de la temporada y estuvo presente en su último   Juego de Estrellas  la semana pasada. Ante los medios Ortiz señaló  que le gustaría ser sustituido como bateador designado  por su compatriota Edwin Encarnación  y que anhela ver al cubano José Fernández como parte de la rotación de los Medias Rojas a partir de la próxima temporada.

Hasta ahí todo se ve como algo sin importancia, no obstante el tampering o pirateo de jugadores es una de las reglamentaciones de MLB que indica que ningún dueño, entrenador o jugador puede hacer negociaciones o sugerencias sobre un pelotero aun bajo contrato (incluso el ex director de scouts de los Cardenales Cristopher Correa fue sentenciado ayer a cuatro años de cárcel por piratear la cuenta de datos de los Astros de Houston).

El David ha dicho que  no firma cheques, ni contrata jugadores, indicando que no conocía dicho reglamento  o en su tradicional español-dominicano, que el no sabía de esa vaina y recién se enteraba después de sus declaraciones.

No es ni será la primera controversia relativa a la figura y a lo que dice o siente el más grande designado de toda la historia del béisbol. Con  40 años cumplidos, en su última temporada activo, ha sido la figura más importante del 2016. Ha recibido todo tipo de reconocimientos y tendrá los mejores números para un jugador cuarentón en su último año.

Todos sabemos que David Ortiz ha sido un hombre de retos y conocido por expresar lo que siente dentro y fuera del diamante. Siempre ha llamado las cosas por su nombre y cuando ha tenido que bajar la guardia o estar presente en los momentos críticos, como el atentado de la Matatón de Boston, siempre ha dado el frente.

El David lo ha conseguido todo en el béisbol y en una sociedad como la norteamericana, que está siempre al acecho del más mínimo error para tirar por la borda la carrera de un jugador, más si proviene de esta parte de América.

Ortiz siempre será noticia. Después de su retiro echaremos de menos este tolete de jugador, una máquina perfecta en la postemporada, un jugador de altos quilates, que ha puesto unos registros extraordinarios y que dice las vainas como son.

of-am