Cuidado con el presupuesto
El sábado recién pasado, 6 de junio de 2015, fue aprobada en primera lectura la reforma constitucional, pendiente la segunda lectura para los próximos días, con el único propósito de restablecer la reelección presidencial, en este caso la repostulación del actual presidente de la República Dominicana, no obstante la oposición de diversos sectores que sostienen que las últimas reformas a la carta magna solo se han hecho para favorecer las ambiciones continuistas de un gobernante que en principios jura ante el pueblo y el Todopoderoso que no se reelegirá pero una vez saboreadas las mieles del poder cambia de parecer encariñándose en continuar ostentando el cargo presidencial.
Se podrían esgrimir muchos argumentos que justificarían la continuidad de un gobernante por más de cuatro años es el caso de algunos países desarrollados como los Estados Unidos de Norteamérica que su constitución permite la reelección una sola vez y pasada la misma el gobernante se retira de por vida de sus aspiraciones presidenciales.
No todos los países se encuentran en condiciones de instaurar la reelección presidencial, inclusive ni una sola vez, debido a la falta de institucionalidad, falta de cultura política, escolaridad y pobreza que arropa a una gran franja de la población, situación que es aprovechada por algunos políticos para perpetuarse en el poder.
Ante estas debilidades, pobreza y precariedades humanas, una vez transcurridas las campañas electorales cargadas de dádivas monetarias, migajas alimentarias y promesas de mejoría de vida a favor de la población más vulnerable estas son olvidadas por las autoridades una vez instaladas en sus cargos.
En un país como la República Dominicana adornado por las condiciones anteriormente señaladas el hecho mismo de un gobernante engreído, endiosado y creyéndose predestinado por la divina providencia busque reelegirse en su cargo conlleva afectar los recursos que apoyan el Presupuesto General del Estado.
Esto así, ya que el aspirante a reelegirse en contra del parecer de muchas personas tiende acallar esas voces y comprar la conciencia de muchos otros con el dinero del erario lo cual profundiza el déficit presupuestal y fomenta el tráfico de influencia y la corrupción, afectando de paso la alternabilidad en el poder y por ende afectando el proceso democrático del país.
El hecho de que un partido político o gobernante como actualmente sucede con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente de turno de este partido que desean perpetuarse en poder por más de dieciséis años buscan la forma de comprar voluntades con el propósito de lograr sus pretensiones, y esto, no se hace con recursos propios sino a través del uso del dinero que a diario le arrebatan a la población mediante más impuestos.
El usar los recursos del Estado como hoy sucede y sucedió en el año 2012 cuando el pasado presidente señor Leonel Fernández Reyna dispuso de más de RD$205,000 millones para comprarle el triunfo al actual presidente Danilo Medina Sánchez trae como consecuencia menores recursos a favor de la educación, la salud, vivienda y por ende afectar las condiciones de vida en general de la población.
El manejar el Presupuesto General del Estado sin un criterio desarrollista sino con el único propósito de disponer de los recursos para fines personales y fines políticos no es la mejor forma de administrar las finanzas públicas en beneficio solo del grupo que ostenta el poder.
Basta ver y oír los reclamos de las poblaciones y barrios de la capital clamando por un simple asfaltado de calle o de que se le provea de agua potable sin que se le complazca en sus demandas cuando en campaña se les pintaba pajaritos en el aire.
Ya que el gobernante de turno ha impuesto sobre muchas voces en contra que se modifique la constitución para satisfacer sus ambiciones personales buscando reelegirse en el cargo apoyado en una falsa popularidad ya que este y su gobierno no han agregado valor a muchos barrios y poblaciones que hoy se caen a pedazos a no ser de repartir mediante sus visitas sorpresas pequeñas dadivas que más que ayudar a sus moradores solo se constituyen en efectos de publicidad.
Por eso es oportuno hacer un llamado a toda la población para que se mantenga atenta ante las pretensiones del actual incumbente de quedarse en el cargo de presidente por encima de todas las opiniones en contra para que no se use del dinero presupuestado a favor de los planes, programas y proyectos que el pueblo espera que se ejecuten para que se le permita llevar una vida más decorosa.