Chacumbele se mató una sola vez
Habría que ser el más grande de los ilusos políticos para, siquiera pensar, que luego del asalto a la Cámara de Diputados, llevado a cabo, por el sector Leonelista, el presidente Danilo Medina le daría la presidencia de este hemiciclo a Demóstenes Martínez.
Leonel y sus diputados se convirtieron en un grupo disidente dentro del propio partido del cual él es el presidente y hasta nombraron un vocero distinto al escogido por el Comité Político.
Con turbas, cantantes, motoconchistas ¡Y hasta ciudadanos haitianos! Impidieron una y otra vez que los congresistas de la cámara bajan sesionaran.
Si pudieron hacer esto desde fuera, siendo minoría y sin tener el control de esta sección del poder legislativo, ¿Se imaginan si llegaran a tener la presidencia de este?
Tomando en cuenta que, regularmente, los gobiernos se esmeran en hacer lo mejor en su último año. Pues esa es la época que se plasma en la memoria de los pueblos por ser la más fresca.
No es verdad que el presidente Medina se arriesgaría, a sabiendas, a tener una quinta columna en uno de los estamentos más importante del Estado.
Esto es lo que se ve claramente, pero hay otras cosas que no se ven y que a lo mejor son mucho más importantes.
Por ejemplo. Todavía falta por designar algunos jueces de las altas cortes.
Quien designa estos magistrados es el Consejo Nacional de la Magistratura. Este Consejo lo integran, hasta ahora, el presidente de la república, el presidente del Senado, el presidente de la Cámara de Diputados, el Procurador General de la República, el presidente de la suprema Corte de Justicia, un Senador y un Diputado de la oposición y un juez de la suprema.
Con la actual composición, el presidente Medina tiene mayoría.
Pero hay vientos de reforma de la Constitución que, entre otras cosas, y parece que hay consenso en este punto, que es sacar al procurador del Consejo.
Si esto sucediera y la presidencia de la cámara de Diputados cayera en manos del Dr. Fernández, el Lic. Danilo Medina quedaría en total desventaja, pues solamente tendría asegurado el actual presidente de la Suprema, el presidente del Senado y él mismo.
En estas circunstancias, Danilo sería el político más “desprendido” del mundo si le concedía esa posición de fuerza al leonelismo.
Mucho menos con lo belicoso que se han mostrado sus parciales, amenazando con retaliar al estilo de lo que hicieron con Lula, Correa, etc.
Por otra parte, dejar en mano de la oposición, de una minoría dentro del PLD, el presupuesto de la cámara de diputados en un año de elecciones sería un tremendo disparate.
Leonel no escatimó recursos, de toda índole, nacionales y extranjeros, para acorralar a Danilo. Con sus actuaciones, hizo tambalear el turismo dominicano. Se detuvieron las inversiones. Se desvalorizó el peso dominicano. En fin, puso en peligro la estabilidad lograda en muchos años de esfuerzos.
Todos sabemos que los acorralamientos llegan hasta un punto. El punto donde la fiera o el ratón, si no tienen una opción por donde escapar, solo le queda un recurso ¡Atacar!
Leonel se llevó del gusto.
Acorraló demasiado.
No le dio, a lo que el creyó su indefensa presa, la oportunidad de escabullirse con dignidad.
La fiera saltó.
Las consecuencias van a ser terribles.