Ya son casi 47.500 los muertos por ofensiva de Israel sobre Gaza
JERUSALEN, 2 Feb.- Casi 47.500 personas han muerto en la Franja de Gaza como consecuencia de la ofensiva militar lanzada por el Ejército israelí tras los atentados del 7 de octubre de 2023, según un balance oficial que informa de once nuevos muertos en las últimas 24 horas.
El Ministerio de Sanidad gazatí, vinculado a Hamás, ha informado este sábado de que se han recuperado nueve cuerpos de entre los escombros, mientras que se ha contabilizado una dos muertes más de pacientes que han sucumbido por la gravedad de sus heridas.
En total, el balance recoge 47.498 fallecidos y 111.592 heridos desde el inicio de la ofensiva, actualmente suspendida en virtud de un acuerdo de alto el fuego que entró en vigor hace dos semanas y que ha facilitado el inicio de la liberación de los rehenes retenidos en la Franja.
A esta cifra de muertos hay que sumar 14.222 cuerpos que se estima están todavía bajo los escombros, con lo que aumentaría la cifra total de víctimas mortales a 61.709, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
«Esto significa que el 8 por ciento de la población de Gaza fue víctima directa de la guerra de exterminio, un dato sin precedentes en las guerras más atroces y las masacres más horrendas cometidas a lo largo de la historia», ha señalado el Ministerio en un comunicado.
En este «genocidio» se enmarca la muerte de 17.881 niños, incluidos 214 bebés. Más de 38.000 menores quedaron huérfanos, incluidos 17.000 que perdieron a ambos padres, mientras que la cifra de fallecidas es de 12.316 mujeres.
El Ministerio recoge además 9.268 masacres contra familias, que incluye el «exterminio completo» de 2.092 familias. En el caso de otras 4.889 familias solo ha quedado un superviviente «para sufrir la amargura de la pérdida y el dolor de la separación».
El balance refleja además la muerte de 1.155 profesionales sanitarios, 205 periodistas, 194 miembros de la defensa civil, 736 trabajadores humanitarios y más de 3.500 cuadros gubernamentales. También se recoge que las fuerzas israelíes han «destruido, quemado y saqueado» 34 hospitales, 80 centros de salud, 212 dispensarios y 191 ambulancias.
En el sector de la educación, 1.661 instalaciones educativas han resultado dañadas, incluidas 927 escuelas, universidades, escuelas infantiles y centros educativos completamente destruidos. También han muerto 12.800 estudiantes y unos 800 miembros del personal educativo.
Las autoridades palestinas han seguido actualizando el balance de la ofensiva después de que el acceso a zonas hasta ahora vetadas haya facilitado la recuperación de cuerpos en los escombros de edificios destruidos. Israel también ha autorizado el retorno de desplazados a la zona norte de la Franja.
50.000 MILLONES EN DAÑOS
Además, «la ocupación superó los 6.000 detenidos, que fueron sometidos a las más atroces formas de abuso y diversos tipos de tortura, y decenas de ellos sufrieron martirio» y más de dos millones de personas tuvieron que huir de sus hogares. Algunas fueron desplazadas más de 25 veces.
«La guerra genocida, los crímenes de limpieza étnica y los crímenes contra la humanidad cometidos por el ejército de ocupación bajo instrucciones directas de su liderazgo político y con la bendición y supervisión de la administración (Joe) Biden, han causado daños y pérdidas directas que superan los 50.000 millones de dólares», ha planteado el Gobierno gazatí.
El informe incluye también daños en 3.680 kilómetros de red eléctrica, 2.105 transformadores eléctricos, 350.000 contadores, 538 generadores eléctricos y 16.266 proyectos de energía solar. También resultaron dañados 335 kilómetros de conductos de agua, 496 plantas desalinizadoras, 111 depósitos de agua, 120 camiones cisterna y 1.698 pozos de agua, de los cuales 717 quedaron fuera de servicio. Igualmente hay daños en 655 kilómetros de la red de alcantarillado y 65 plantas de tratamiento, además de 3.916 kilómetros cuadrados de redes de carreteras y calles.
En agricultura, el número total de tierras agrícolas arrasadas y dañadas asciende a 185.000 metros cuadrados, 49 almacenes agrícolas, 6.000 cabezas de ganado, 1.000 granjas avícolas, miles de metros de redes de riego y 35 proyectos de piscicultura. El número total de instalaciones industriales dañadas es de 3.725, de las cuales 2.000 quedaron completamente destruidas. También hay daños en el sector turístico, de comunicaciones y del transporte.
En cuanto a los templos, 1.129 mezquitas resultaron dañadas, 983 de ellas totalmente destruidas, y tres iglesias, una de ellas totalmente demolida. El Ejército israelí también destruyó 19 cementerios y robó cientos de restos y cuerpos de mártires, según el documento del Ministerio de Sanidad gazatí.
Ante esta situación, «declaramos la Franja de Gaza zona de desastre humanitario, donde faltan todas las necesidades de vida y sustento humano, lo que impone a la comunidad internacional y sus diversas organizaciones la responsabilidad de intervenir urgente y rápidamente para salvar a más de 2,4 millones de personas que están en riesgo de muerte por hambre, sed, frío y enfermedad», ha alertado el Gobierno gazatí.
Aprovecha además para rechazar «todos los planes de desplazamiento y deportación». «Nuestro pueblo, que ha frustrado los objetivos de la ocupación mediante el desplazamiento forzado bajo asesinatos, bombardeos y destrucción, se mantendrá firme y frustrará todo intento de lograrlo, sin importar lo que sea», ha remachado.
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