Unidad en la diversidad

La misión del Fondo Monetario que reviso el desempeño de las cuentas nacionales ratifico que la economía dominicana marcha por buen camino y solo alerto sobre aspectos relacionados con la recapitalización del Banco Central y el elevado monto de transferencias presupuestarias destinadas a conjurar déficits del sector eléctrico. El primer problema se afronta con la vigencia de una ley y el otro con la construcción de dos plantas de generación eléctrica a carbón. Aunque todos los indicadores económicos están bajo control y la economía encarrilada en rieles de crecimiento, siempre es oportuno llamar la atención sobre su elevada exposición al sector externo, porque su sostenibilidad depende en mucho de episodios u eventos que ocurren fuera de su frontera. La economía dominicana se sostiene sobre pilares del turismo (más de US$5,000 millones), exportaciones, (US$10,000 millones), remesas (US$4,500 millones), inversión extranjera directa (US$3,200 millones), todos los cuales dependen en gran medida de como soplan los vientos de la economía mundial. Esas fuentes de ingresos están vinculadas también a factores internos como consolidación institucional, seguridad jurídica, calidad de mano de obra, infraestructura física y certidumbre política, por lo que se requiere que en todo momento haya armonía entre esos elementos con las coordenadas de la economía mundial. Por todo lo ante expuesto se advierte que Gobierno y clase política están compelidos a la negociación y el consenso sobre aspectos relacionados con la consolidación democrática, incluido las propias instituciones partidarias, sin las cuales no sería posible sostener en firme al régimen político. Los grupos económicos, políticos y mediáticos que mancomunan esfuerzos en el propósito de estimular división o crisis en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no terminan por entender que afilan cuchillo para su propia garganta, pues un escenario de enfrentamiento o colisión entre los principales líderes de esa organización sería perjudicial para la democracia y la economía. Si esa gente logra colocar una cuna entre Danilo y Leonel, es previsible que como consecuencia de ese indeseable escenario, disminuiría la inversión extranjera directa para 2015 y 2016, lo que presionaría el tipo de cambio, el índice general de precios, y la gestión de negocios en sentido general, con incremento del desempleo. Es malo también para la democracia y la economía que el mentado Partido Revolucionario Moderno (PRM), se divida a causa de dificultades en la escogencia de su candidato presidencial, por lo que tampoco es saludable que se estimule un pleito insalvable entre Hipólito Mejía y José Rafael Abinader. Por el bien del espacio democrático y de la salud financiera de la nación, Danilo y Leonel tienen que promover unidad en la diversidad, fortalecer al PLD y negociar todo lo relacionado con las elecciones de 2016. El consejo va tambien para Hipólito y Abinader.

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