Una nueva izquierda
Hace ya muchos años cayó a mis manos una revista francesa que habría hecho una encuesta entre un grupo de intelectuales para tratar de establecer una definición sobre lo que es un pensamiento de izquierda.
Según la revista, en la medición habrían participado de manera muy especial intelectuales franceses de la talla del escritor existencialista francés, Jean Paul Sartre y la expresión más alta del feminismo del Siglo XX, Simone de Beauvoir.
Las respuestas obtenidas de aquellas figuras revolucionarias francesas fueron diferentes. Aunque tocaron aspectos comunes, resultó muy difícil para ellos determinar unánime y definitivamente que se podría definir como un pensamiento de izquierda.
Si eso fue difícil en Francia y entre intelectuales franceses, imagínense ustedes lo que sería en la República Dominicana el tratar de establecer un debate sobre cuáles deberían ser los rasgos que definan a un hombre o pensamiento de izquierda en este siglo XXI.
Si no se pudo llegar a un entendimiento común en una nación que tuvo su primera revolución proletaria a mediados del XIX, muchos podrían creer que poco ha de esperarse en este pedazo de isla perdido en el mar.
Sin embargo, quien escribe no lo cree así, soy de los que apuestan que en la Republica Dominicana del Siglo XXI debe iniciarse un debate tendente a la construcción de un nuevo pensamiento de izquierda, pero democrática.
No ese que conocemos, que se tiene como corriente en este país, claro no en todos los casos, por suerte; que roza la delincuencia común y la ignorancia absoluta en términos de formación política.
Se requiere de una nueva izquierda que establezca un compromiso con los valores esenciales del humanismo y lleve a la praxis los anhelos de justicia social detenido por años en este país .
Es necesario que nazca otra izquierda que continué rescatando nuestras riquezas nacionales y que inicie con esos recursos del subsuelo el definitivo proceso de industrialización nacional.
Ese proceso de industrialización y sentido humano que planteo debe ser un rasgo esencial de la nueva izquierda democrática a los fines de golpear a fondo el desempleo, la pobreza y otras plagas de esta estructura social que no gastamos.
Debe surgir un nuevo pensamiento, auténticamente dominicano; realmente independiente que –no- responda a los intereses de ninguna nación; ni de Estados Unidos, ni la República Popular China, de Francia o Inglaterra, o de la Unión Soviética, etcétera, etcétera, etcétera.
Insisto es necesario buscar lo nacional a través de esta nueva izquierda; para reencontrarnos, admitirnos; sentirnos orgullosos de lo que somos y de formar parte de esta comunidad humana asentada en este pedazo de isla de las Antillas. Esto se podría lograr a través de un nuevo pensamiento de izquierda democrático. Creo que se puede….
JPM
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