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Una navidad insípida
Insípida: “Falto de sabor o que no tiene el grado que debiera tener: comida insípida. 2. Fig. Falto de gracia: historieta insípida” Dicc. Encl. L. 2000.. La navidad, diminutivo de natividad, nacimiento de alguien, en este caso, de Jesús llamado el Mesías o Cristo, de quien se dice que nació un 25 de diciembre. Esta, ha perdido la razón de ser, ya que se divorció de su correcto significado convirtiéndose en una navidad insípida espiritualmente hablando.
La noche en que Jesús nació, se convirtió en una noche con gran sabor a lo divino, pues se manifestaron los ángeles con el hoy famoso coro que dice: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lc. 2:14. Este coro fue antecedido por esa importante declaración que dice: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” Lc. 2:11.
La humanidad se negó a recibir el nacimiento del Cristo, “porque no había lugar para ellos en el mesón” Lc. 2:7. El mesón un ” Establecimiento público donde se da hospedaje y se sirven comidas” Dicc. E. L. 2000. Esta pareja, en la cual nacería el Cristo, no era considerada apta para el mesón: su condición humilde, su lealtad a Dios, y sobre todo que la mujer estaba para alumbrar al Hijo de Dios, no era propicio aceptarlos en ese lugar. Ese pueblo había perdido el sentido de la hospitalidad.
El ángel les dijo a los pastores de Belén: “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre” Lc. 2:12. Pesebre: “Especie de cajón o artesa donde comen los animales. 2. Instalación destinada a recibir las raciones de forraje, etc, para el consume inmediato de los animales” Dicc. E. L. 2000. Eso expresa el desprecio de la humanidad hacía Dios y hacía el prójimo. La soledad de una familia de inmigrante a Belén. ¿Dónde estaban los que ayudaban a hacer el parto en esa ciudad? ¿Dónde estaban los humanitarios? ¿Dónde estaban las autoridades sanitarias?
La naturaleza, con la estrella que guió a los magos a Belén, había anunciado a aquellos el nacimiento de Jesús, pues apareció inmediatamente en el cielo. Ellos, creyentes en la esperanza de Israel, y estando en el oriente, vieron y distinguieron esa estrella, como dijeron: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle” Mt. 2:2. El Rey de los judíos había nacido, pero el pueblo ni principales sacerdotes ni escribas y ni el rey Herodes lo sabían. El cielo lo manifestó.
La primera navidad fue insípida para el pueblo de Israel, para la religión del judaísmo, como para el resto de la humanidad; pocos se dieron cuentas de lo sucedido. El hombre fue indiferente, no vieron la estrella en el firmamento, no observaron el embarazo en María, no percibieron al niño que había de nacer. No hubo fiesta para el niño, nacido. unos pocos animales pudieron oler del niño nacido y a la vez prestarle su pesebre. No hubo regalos para los padres y menos para el niño. La obscuridad cubría el corazón de la gente, eran ciegos espirituales.
El mundo occidental, se prepara para celebrar la navidad, pero ésta, como muchas anteriores, será tan insípida que no dará el sabor espiritual. El mundo está ajeno a Dios, desviándose cada día más y más. No hay criterio de humanidad, el hombre no mira hacía el hombre con una expresión de amor, sino de explotación, de maldad; el hombre no ama a quien ve y mucho menos a Dios. Mucha violencia, cuando el Cristo trae paz; mucho orgullo, cuando el Cristo trae humildad; muchos engaños, cuando el Cristo trajo la verdad; mucha incredulidad, cuando Cristo trajo el creer al Padre y en él; mucha tinieblas cuando el trajo la luz y; sobre todo mucha perdición, cuando el trajo la salvación, pues es el Salvador del mundo.
Una navidad insípida, donde los grandes se enviarán excelentes regalos, mientras que a los pobres, una minoría recibirá migajas; las iglesias estarán vacías y cerradas, mientras que el pueblo es conducido a la glotonería, a la borrachera, orgías, lujuria y lascivia. Algunos recibirán más de un regalo y se entretienen con ellos, mientras no miran hacía Dios, para regalar el corazón a Dios, recibiendo a Jesús.
A usted le pregunto, ¿Cómo será su navidad? ¿Espiritual, o carnal? ¿Le dará su lugar en el mesón, al niño para que lo acuesten en él, o lo mandará al pesebre? ¿Está sordo que no oye a los ángeles anunciando el nacimiento del niño? O ¿Está ciego que no ve la estrella anunciando el nacimiento del niño? Usted decide.
faustopina@hotmail.com
JPM/of-am
Muchas felicidades Ministro por tan hermosa e interesante exposición a través de este importante medio. Lo aprecio mucho!!
SE equivocó. insípida es la mal llamada «biblia». Llena de cuantos e historietas y uno que otro dato historico pero en su mayoria una insípida porqueria.
Me parece vos, que usted está fuera de base, le incito mayor sobriedad y no ebriedad!