Una conducta a imitar en la administración pública
No soy muy respetuoso de los símbolos, ni dado a alabar a los humanos, mi formación cristiana me hace adorar a Dios y solo a él. Mi comportamiento toca muchas veces en la irreverencia, por esa falta de inclinación ante los iconos que mucha gente por decisión propia decide adorar. Sin embargo, ante la gestión realizada por la señora Altagracia Paulino, en su condición de directora ejecutiva de Pro Consumidor, tengo que admitir que ha marcado la diferencia en el funcionariado dominicano y merece respeto y admiración.
Su correcto comportamiento ha sido reconocido por múltiples entidades públicas, privadas y de la sociedad civil, tanto a nivel local como internacional. Y aunque ella misma dice que a las personas no deben reconocerlas por el cumplimiento de su función y/o obligación, realmente es importante hacerlo para que sirva de ejemplo, y para que se sepa que la sociedad valora lo bueno. Ella además de la condecoración presidencial de la medalla al merito y la declaración de la mujer del año en 2013, ha sido declarada por una organización no gubernamental como “la funcionaria de la década”.
Esta funcionaria ha llevado la protección del consumidor a los más altos estándares a nivel nacional e internacional, ya que se ha enfrentado contra viento y marea, en diversas ocasiones a chocado con sectores fuertes que han mostrado cierta resistencia al reconocimiento de los derechos de los consumidores o usuarios de bienes y servicios, ya que han preferido la protección al interés de particulares en vez del interés general.
Altagracita, como le llaman la mayoría, es una mujer que nació de padres honestos en uno de los más humildes caminos de la vida, ha trascendido a la cumbre por su moralidad, sus valores, principios e ideales, lo que se ha reflejado en su buen comportamiento en la función pública que le ha tocado desempeñar, y por obrar en favor de los indefensos en este mercado del capitalismo salvaje en que vivimos.

Pero el gran ganador de su gestión no ha sido propio, sino el pueblo dominicano, que ha logrado que los proveedores de bienes y servicios les devuelvan a los consumidores más de 300 millones de pesos, en procesos conciliatorios llevados a cabo en esa entidad que dignamente dirige.
La gestión de Altagracia Paulino ha dado un gran impulso a la protección de los derechos de los consumidores, contribuyendo a la articulación social en torno a la institución, sumando voluntades y ayudando al proceso de empoderamiento de las personas en lo que respecta al conocimiento de sus derechos en materia de consumo, lo que sumado a las medidas correctivas y
sancionatorias asumidas por esa entidad, para la protección y defensa efectiva de los ciudadanos, cuando sus derechos han sido vulnerados, haciéndolo con apego a los principios de eficiencia y eficacia, lo que provocó que su gestión y su persona, haya sido reconocida y bien valorada por los distintos sectores de la sociedad.
Y qué bueno, porque los fines que procura la Administración del Estado Social de Derecho que establece la Constitución, hace necesario que las estructuras y funcionamiento del sistema burocrático e institucional responda a reglas de eficiencia, transparencia, participación y coordinación, que es lo que la actual gestión de Pro Consumidor ha ejecutado con total apego a los principios citados, logrando una alta valoración por parte de la ciudadanía en general.
Muchos consideramos que resulta imperante la continuidad en el puesto que ocupa la señora Paulino, dada la necesidad de seguir formando una institución creíble, fuerte y que pueda seguir fomentando la institucionalidad de la misma. En ese sentido, expresamos nuestro clamor al Excelentísimo Presidente de la República a los fines de que considere el artículo 128.2 literal b y el principio de que “la ley nueva deroga la ley vieja” con relación a la permanencia en el puesto que ocupa esta funcionaria pública que ha sido considerada como la voz de los más vulnerados.
Decisión que el pueblo valoraría como parte de las consecuencias que tiene el slogan utilizado en su campaña de “continuar lo que está bien”, prolongando así, el ejercicio de responsabilidad social gubernamental que se lleva a cabo en Pro Consumidor y continuar haciéndolo con pasión y determinación, demostrando que cumplir la ley es posible y que la ley es para cumplimento de todos y todas.
Ojala que otros funcionarios públicos se contagien de dicho espíritu y que las acciones que realicen sean las correctas, que consuman lo que han jurado, cumplir y hacer cumplir las leyes, por encima de los intereses de particulares, con total apego a la defensa de los derechos de las personas y el interés general, y ¡haremos patria!
natanaeldelossantos@outlook.