Un País Muy Especial

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Ciertamente este es un país muy especial.
La República Dominicana, con unos diez millones de habitantes y casi otros dos millones de haitianos, es un país muy especial.
Vivíamos ayer de la producción y exportación de azúcar, café, cacao, bauxita, ferroníquel, madera y otros productos. Hoy el turismo, los servicios tecnológicos, las comunicaciones, algunos frutos y las remesas enviadas por nuestros familiares y compatriotas sirven de sostén a nuestra economía.
Ayer dormíamos un sueño eterno con las diferentes dictaduras y hoy vivimos criticándolo todo en medio de una democracia con defectos y virtudes y un libertinaje que asombra.
Ayer se impartía moral y cívica en casas y escuelas pero hoy eso está en el olvido.
Ayer la gente limpiaba hasta el “frente” de sus casas pero hoy el sucio y la basura se quedan dentro y en el frente de las viviendas, en aceras y avenidas.
Ayer se escuchaba música en la radio, la TV o en las velloneras donde las letras reflejaban a un hombre machista que insultaba a la mujer. Y no pasaba nada.
Hoy supuestamente está prohibido ese tipo de mensaje en notas musicales pero los hombres las escuchan y no lo piensan dos veces para entrarle a trompadas, a cuchilladas o a tiros a una mujer que ha aguantado todo, incluyendo los cuernos.
Ayer el niño, el joven, el adolescente pedía permiso para salir de la casa a la acera, o para interrumpir una conversación de adultos, y nunca andaba desaliñado aunque fuera pobre.
Hoy el niño, el joven y el adolescente se hacen tatuajes, hacen lo que le viene en ganas; irrespetan a padres, tutores y maestros; a vecinos y compañeros de estudios y nadie le puede llamar la atención o darle un jalón de moños.
Ayer las balaceras y guerritas las veíamos en paquitos, en muñequitos o en series de televisión y en el cine.
Hoy las balaceras ocurren en cualquier parte y a cualquier hora y los heridos y muertos no hay manera de contarlos.
Ayer si una chica no respondía a los pedidos amorosos uno seguía más adelante “porque lo que más hay en el mundo son mujeres”.
Hoy si la joven se niega a la relación el tipo la humilla, la ofende, la ataca y hasta la mata.
Ayer por “cualquier cosita” nos fajábamos a las trompadas y a las pedradas, pero hoy se “resuelve”a cuchilladas y a tiros.
Ayer no había droga, ni tantas bancas de apuestas, ni tantas galleras, ni tantos prostíbulos, ni tanta gente pidiendo en la calle.
Hoy la droga la venden en cualquier esquina (a veces con la anuencia de policías corruptos); hay dos y tres bancas en una sola cuadra; galleras en cada distrito y municipio; prostíbulos y casas de cita en Gascue, Villa Agrícolas, Maimón,Higuey y en todas partes. Y más gente pidiendo que nunca en las calles.
Ayer eran contados los haitianos que se veían en calles, parajes y ciudades.
Hoy se ven más haitianos en las calles, avenidas, campos y ciudades que dominicanos nacidos en este país tan hermoso y especial.
Ayer era así. Hoy es otro país, sin dejar de mencionar y aceptar los avances tecnológicos de este siglo.
Por eso, como decía el maestro Yaqui Núñez,yo también pienso que este es un país muy especial., donde al peso se le llama “tolete” y donde cualquier cosa puede pasar.
xxx

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