Un mundo de desinformación

La presencia de la pareja, hacía más difícil que las informaciones se mantuvieran en exactitud de obediencia, debido a que ya había dos voluntades, libres, e independientes. Por consiguiente, no importaba cuál de los dos fallara primero, pero ya las informaciones corrían el peligro de fracasar, por desobediencia, variaciones, contradicciones, o por incredulidad. Eva, se dejó engañar de Satanás, quien sabía que las informaciones que ella tenía venían de segunda mano.

Causar duda en las personas sobre una determinada información, un hecho, una circunstancia, o un conocimiento determinado. es más fácil cuando no están envueltos los primeros o protagonistas del caso. Satanás en su maldad, eligió a Eva, no por ser mujer, pero sí, por ser la segunda creada y por ende había recibido la información por su marido, Adán. Esa distancia de tiempo y espacio, dejaba una brecha para la duda e incredulidad; ella debía creerle a Adán y a Dios a la vez.

En el campo científico la duda es buena, porque hace que se busque verificar más el conocimiento. Pero, en el campo de la palabra, conceptos, opiniones ella es pecado. La persona cree o no cree, pero no se puede dudar; es decir, la duda no es de fe, por lo tanto, es antagónica al creer. El apóstol Pablo escribió: «Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado» Rom. 14:23.

La desinformación se alimenta de la duda, del rumor, de la difamación, de la calumnia, de la hipocresía y de las detracciones. De ahí que, vivimos en un mundo lleno de desinformaciónes, las cuales proceden de una manera voluntaria, e involuntaria, consciente e inconscientemente. La mente humana, se inclina, generalmente, por la conveniencia, más que por la razón; de ahí, la lucha entre el teísmo y el ateísmo. Ambos, andan por caminos diferentes, sin querer encontrarse, pero sí, vencer el uno al otro.

Los medios de informaciones al público en general, están repletos de desinformaciones, muchas de ellas son falacias, o simplemente incompletas. Por eso, no se debe afirmar algo, de lo cual no se está totalmente convencido de que es así. Un ejemplo, la mayoría de las encuestadoras en el ámbito político, responden a intereses, y por lo tanto, desinforman a la población. Pero, a la vez, la morbosidad de mucha gente, es lo que le da credibilidad a esas desinformaciones.

Un mundo desinformado va hacía la deriva, sin tener control. Lo peor de todo. es que la desinformación se ha convertido en un medio de vivir, en una trampa para la mayoría, y en una manera manipuladora de un mundo incrédulo. De manera que una teoría científica, es equivalente a una falacia, pues puede tener verdad o mentira, o puede ser totalmente falsa o verdadera. Presentar una teoría como una verdad, es desinformar.

La religión cristiana, como las otras religiones, tiene muchas desinformaciones, especialmente porque algunos se presentan diciendo que Dios les habló.  Un cristianismo objetivo se fundamenta únicamente en las enseñanzas del Nuevo Testamento, que es la religión universal que Dios nos ha dado. El judaísmo, era de composición nacionalista, para los hebreos. Por tanto, no hay sueños, ni visiones ni revelaciones en el cristianismo, excepto los del primer siglo de la era cristiana.

Toda la humanidad merece conocer la verdad, pero desgraciadamente, no existe ese compromiso entre los humanos. Cada quien busca lo que le conviene y lucha contra lo que no le conviene, lo cual genera las desinformaciones para un mundo en crisis. Sólo Jesucristo y un puñado de hombres y mujeres han asumido el rol de decir la verdad y andar en la verdad. Le sugiero que se enrole en esta magna obra, para mejorar a un mundo que por la desinformación está en ruina.

No todo está perdido, aún hay un poco de luz y esperanza para todos, enderecemos el camino, corrijamos los entuertos y pongamos la fe en Jesucristo, quien dijo a sus discípulos: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» Jn. 14:6.

jpm-am