Un llamado a la tolerancia

imagen
José Espinosa, Ing. Civil expresidente del Codia.

La sociedad dominicana recibe cada cierto tiempo el impacto de noticias provocada por la violencia de personas que pierden el control de sus emociones, llegan al clímax de la paciencia y entran en el descontrol y la desesperación, desencadenando acciones que dejan secuelas fatales en la familia dominicana.

Podemos ver casos que podríamos decir de simple tránsito, de violación a la ley 241, aún más simple choques que generan desgracias o situaciones muy lamentables y para el colmo, algunas sin elementos o razones contundentes para terminar en muertes de seres humanos; si recibes un simple choquecito es mejor ver y seguir de manera tranquila, tal y como lo hemos hecho en algunas ocasiones, porque la vida continúa y sigue dando sus frutos y satisfacciones.

Una importante experiencia la revelada por un Ingeniero amigo, quien mientras transitaba por una de las avenidas de la capital, al cambiar el semáforo él se colocó en un espacio libre que había en uno de los carriles, sin friccionar con ningún vehículo; pero al parecer a un conductor no le gustó que se pusiera delante de él y fue a reclamarle de manera insultante; el Ingeniero solo decía excúseme hermano, excúseme hermano, excúseme hermano…; mientras el iracundo vociferaba improperios. Al ver la actitud del Ingeniero bajó la guardia y se alejó; al alejarse él pudo ver que el hombre tenía una pistola en una de las manos; cosa que no se había dado cuenta cuando le pedía repetidamente que lo excusara.

Podemos imaginarnos cuál hubiese sido el desenlace si él hubiera ripostado sus insultos; la manera fría con que tomó el incidente evitó situaciones trágicas. Todo iracundo o desenfrenado lo que necesita es alimentarse de la contesta, como Drácula de la sangre, de su oponente para entrar con más fuerza; en cambio se debilita con una actitud calmada de la otra persona.

La violencia intrafamiliar, aquella que deriva de una simple discusión, de celos maritales y cualquier incomprensión humana ha aumentado en los últimos tiempos, ¿qué nos está pasando?, ¿porque no se pueden resolver los casos con un poco más de paciencia y comprensión?; falta mucha inteligencia emocional para contrarrestar la explosión que genera el disgusto y muchas veces el abuso.

Otra situación es la que tiene que ver con relaciones comerciales y profesionales que envuelven intereses, ya sea en el orden de bienes muebles o inmuebles, préstamos o facilidades con fines de devolución; en fin unas series de situaciones, muchas veces mal manejadas por los actores envueltos. Todas estas realidades tienen un denominador común llamado violencia, que para muchos la violencia es sinónimo de machismo y de valentía, de no dejarse amedrentar ni dejar cogerse de bobo.

Muchas de estas acciones inician con la violación, incumplimiento de compromisos o un mal entendimiento manejado de manera incorrecta, por la intolerancia de los seres humanos que al parecer lamentablemente va escaseando; la tolerancia debe primar en las persona; debemos pensar en la familia, en los hijos, ¿qué será de ellos, de su crecimiento y de su futuro si algo pasa?, ¿si vivimos por ellos, por qué olvidarlo en esos momentos de furia y desesperación?

Está faltando en los seres humanos inteligencia emocional, la capacidad de resolver los problemas de la mejor manera, darnos cuenta que todos somos seres imperfectos y que podemos convivir como entes civilizados imponiendo la razón y la humildad.

Ser emprendedor y querer avanzar es parte del desarrollo humano, pero debemos evitar hacer compromisos fuera de nuestro alcance, halar un poco la sabana y arroparnos hasta donde alcance y seguir avanzando de manera paulatina sin forzar o realizar compromisos impagables.

Es urgente una política de estado para buscar métodos para incentivar la tolerancia y la paciencia; los medios de comunicación tienen un papel preponderante y asumir una responsabilidad social para hacer cambiar este paradigma de la violencia; todos tenemos que poner de nuestra parte.

Debemos incentivar y cultivar lo buenos y mejores valores; urge una nueva generación con mejores valores, es una responsabilidad de los padres, de la familia: pero también es una responsabilidad del liderazgo nacional, del gobierno, de los medios de comunicación y del Estado mismo.

josedespinosa@gmail.com

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
1 Comment
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios
Claudia
Claudia
8 Años hace

muy buen artìculo