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Desde mis años de adolescencia, siempre manifesté una curiosidad e interés por los temas políticos, los cuales buscaba ávido en libros, revistas y en los periódicos que daban las noticias e informaciones en ese sentido.
En ese tenor, manifesté siempre inclinación sobre los temas de política internacional y, sobre todo, de aquellos personajes que hacían con su proceder el orígen de las mismas.
Ha sido así hasta el día de hoy. Como humano, había de bullir en mi ser mis propias consideraciones o inclinación ideológica ante los modelos políticos en los cuales se ha debatido siempre el devenir de la humanidad. Fruto de ello, fue mi firme convicción de ver el modelo social-comunista como la metodología más pérfida, miserable, indigna, cruel, insensata y absurda que el ente humano haya conocido.
Casi un siglo después, desde el 1917 hasta la fecha, no ha existido todavía una nación que se haya desarrollado o sirva de modelo ante las demás, aplicando la metodología socialista como instrumento de desarrollo económico y social. El derrumbe de la ex-URSS, la caída del Muro de Berlín y la conversión de China al sistema capitalista para llegar a ser lo que hoy es, así lo han confirmado.
Pero, aparte de esas consideraciones económicas, hay otras de tipo moral que son por iguales de perversas, insanas, crueles, demagogas, inmorales y abyectas. Son las maneras en que el individuo es utilizado como instrumento a favor del estado y desnaturalizando su condición humana hasta convertirlo en un simple objeto del poder político.
En esa tacitura, ha existido un dictador que ha sabido jugar e incorporar a la política de Estado ese rol despreciable e ignominios Fidel (Hipólito) Alejandro Castro Ruz, el cual se lleva las palmas. Me explico. En los últimos años , el mundo ha conocido una serie de epidemias y enfermedades mortales que han ocasionado pánico a la humanidad por la rapidez y la peligrosidad que las mismas representan. Por ejemplo, hemos visto el cólera, la malaria, el sida y ahora el ébola.
Casi siempre, todas ellas se han originado en lo más profundo del Africa Occidental y en naciones paupérrimas e insalubres como lo es Haití. Ante la última enfermedad, el «Coma- Andante» de Cuba ha querido robarse -como siempre- el show mediático para su imágen internacional de gobierno «solidario y humanista» y por ello, se embarcó en enviar un contingente de médicos cubanos hacia Sierra Leona, Malí, Guinea, Liberia y Senegal.
Mientras hace tiempo lo hace en Brasil, Venezuela, Haití, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Como zorro curtido, Castro se dio cuenta que ya las guerrillas no dejaban beneficios políticos y mucho menos económicos. Pero, sabe usted qué es lo que se mueve realmente tras esa fachada de «cruzada humanista» de Castro y lo que ello implica para los que aceptan esa misión casi suicida, sobre todo, con la actual crisis sanitaria en Africa Occidental? Se lo explico.
Por estas supuestas «misiones humanitarias» de Castro, estas representan a la dictadura la friolera de unos US$8 mil millones al año. Esto no es -como muchos creen- «un regalo de La Habana» Es una misión que se hace a cambio de pagos del país anfitrión o de otras naciones «donantes» de fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso cubano, no permiten que se les pague directamente a los doctores cubanos, sino que dichos fondos van a la cuenta del gobierno castrista y ellos se quedan con la mayor tajada, dándole unas migajas a los profesionales de la salud, la cual, comparada con el pírrico sueldo que perciben en Cuba, es una entrada extra y substanciosa para ellos. Recuerden el lema castrista que lo tipifica tod «Dentro de la Revolución todo, fuera de ella, nada».
En base a lo anterior, fue que la Fiscal Federal del Brasil Luciana Loureiro Oliveira manifestó a la prensa brasileña tener evidencias de que el gobierno de Cuba se queda con el 75% del pago a los médicos. Ella califica eso como «francamente ilegal».
Yo añadiría que eso es un robo descarado y una acción tipo gansteril de una dictadura sin escrúpulos ni moral alguna. Perfectamente, una trata de blanca profesional, algo que es tipificado internacionalmente como un delito. Pero si esto es denigrante, abusivo y esclavista, lo que explico a continuación es más cruel, indignante e inhumano.
La espada de Damocles cubana sobre los médicos : Sabía usted amigo lector, que los médicos cubanos antes de salir de la isla de los Castros, específicamente, los que fueron destinado a donde prima el ébola, se les advierte que si se contagian por esa enfermedad u otra potencialmente mortal, no pueden regresar a Cuba ? Así es que se demuestra la «solidaridad» del gobierno castrista con su propia gente, a los cuales utilizan para lucrarse de ellos y darse un baño mediático ante los ojos del mundo como una nación «humanistas y solidaria».
Ante esta cruel y astuta decisión maquiavélica de los «Hermanos del Terror» cubano, yo me pregunt si un gobierno no se conduele de sus compatriotas, cómo puede hacerlo y ser solidario con los que no lo son y están a miles de kilómetros de sus fronteras? Más cinismo y descaro es imposible en un régimen.
En consonancia con lo anterior, vale señalar que el pasado 22 de octubre 2014, falleció el primer médico cubano de malaria enviado por la dictadura a Guinea Conakry de nombre Dr. Jorge Juan Guerra Rodríguez. No fue tratado en Cuba ni la enfermedad fue curada por los colegas cubanos. La información fue publicada en Granma. Y Fidel ? Bien, gracias.
Disfrutando su vejez en su estancia con todo el lujo y el confort y escribiendo sus «Reflexiones» y llevándose para sí el sacrificio ajeno. Siguiendo en el mismo tenor, el pasado 17 de noviembre el Dr. Félix Báez Sarría, es el primer médico cubano enviado por Fidel que se contagia con el virus del ébola, mientras prestaba servicios en Sierra Leona.
Sabe usted quiénes fueron los que atendieron en primera instancia al médico cubano? Los galenos británicos (capitalistas) y luego fue transferido a un centro especializado en Ginebra, Suiza para su tratamiento y poder salvarle la vida, en donde se encuentra actualmente recibiendo tratamiento.
Dos cosas quedan evidenciadas en estos dos casos: a) Cuba no tiene ni la capacidad, ni el personal, ni los medicamentos y los recursos para hacerles frente a una epidemia de esta ídole, como lo demuestran esos dos ejemplos con dos paisanos suyos, los cuales fueron usados como ratón de laboratorio.
Más sin embargo, su dictador quiere robarse la atención mundial al enviar médicos que nada van a aportar a combatir ese flagelo. b) Estos dos casos nos demuestran hasta la saciedad, el estilo cruel y el poco aprecio a la vida de los demás de un gobierno inmoral, insensible al dolor ajeno, corrupto, decadente, demagogo e hipócrita como lo es la dictadura de los «Hermanos del Terror».
Mientras eso pasa con Cuba, los Estados Unidos nunca ha abandonado a ninguno de los profesionales que se encuentran en Africa Occidental y que se están en la misma misiones que los médicos cubanos sin hacer tantas alharacas y aspaviento frente al mundo que observan sus arriesgadas tareas humanitarias.
Mientras la dictadura castrista le cerró las puertas de la «Isla Felicidad» a los dos galenos que envió al Africa Occidental y unos de los cuales falleció y el otro se encuentra en un país «capitalista» luchando por su vida, los Estados Unidos por el contrario, acogió con humanidad y afecto patrio al doctor Craig Spencer, el cual se contagió en Guinea Conakry con ébola, siendo atendido en el Hospital Bellevue de la ciudad de New York, en donde superó la terrible enfermedad y le devolvieron la vida.
De la misma manera, así recibieron atenciones médicas las enfermeras norteamericanas Nina Pham contagiada de ébola en Liberia, siendo atendida en el Hospital de Meryland en donde la curaron del mal y la también enfermera Amber Vinson, internada en el Hospital Emory de Atlanta en donde también fue sanada del virus.
Como bien dice el refrán: «Obras son amores y no buenas razones». Los «humanistas» médicos de la tiranía castrista no están en capacidad de enfrentar el mal ni mucho menos Cuba, por lo que su presencia en buen dominicano es «puro bulto» y la manera astuta en que el sátrapa cubano se agencia millones de dólares a su tiranía.
En síntesis con lo anterior, puedo afirmar sin rubor alguno, que la trata de blanca que tiene Fidel Castro con los médicos cubanos, podrá impresionar a los indígenas Miskitos de Nicaragua, a los Aymaras de Bolivia, a los Panará del Brasil, a los Chachis del Ecuador y a los Wayúu de Venezuela. De la misma manera, también a pobladores escuálidos de cultura de las islas bananeras del Caribe y a los pánfilos haitianos, cuyos vientres lucen abultados por los parásitos; más no así, a la gente blanca de ojos verdes o azules de Estados Unidos, Canadá o Europa.
