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Salud en las Américas y RD
Por WILSON RAMIREZ DIROCIE
Las enfermedades cardiovasculares ocupan el primer lugar como causa de muertes en países desarrollados. Se espera que para el 2020, las muertes por cáncer superaran estas cifras. Anualmente en los Estados Unidos se producen alrededor de 60 millones de muertes de origen cardiovascular y un gasto de 128 billones de dólares en el tratamiento de dichas enfermedades.
Actualmente existen en el mundo alrededor de 980 millones de hipertensos y se estima que para el 2025 habrá 1,500 millones. Solamente en los Estados Unidos existen alrededor de 50 millones de hipertensos, lo que representa una prevalencia general en dicha población de un 30%. En los países de Europa la prevalencia es aún mayor, estimándose entre un 40-50% dependiendo de cada país.
En nuestro país la situación no es diferente, según datos de la OPS/OMS, informe técnico 2013, la mortalidad cardiovascular es de un 38%, cifras alarmantes y peor aún estas van en ascenso. Los principales factores asociados a tan elevada mortalidad son: la hipertensión arterial, la obesidad visceral y la diabetes mellitus. Nuestra segunda causa de muerte es el Cáncer con un 15.5% y las enfermedades transmisibles la tercera causa (9.5%) y las muertes accidentales constituyen la cuarta causa de muerte (5%).
La hipertensión arterial afecta a 35 de cada cien dominicanos y la diabetes 10 de cada cien. Lo que significa que actualmente en el país hay alrededor de 2.5 millones de hipertensos y más de un millón de diabéticos mayores de 18 anos. El problema es aún más complejo por qué el 50% de los hipertensos en nuestro país no saben que tienen la presión alta y solamente el 19% tiene un control adecuado de su presión arterial (tomando medicamentos).
Cuando damos un vistazo a la estadísticas de Salud en nuestro país, llama poderosamente la atención, tres puntos básicos: 1) Tenemos una red hospitalaria pública de 252 hospitales, 37 de ellos Regionales y 214 consultorios destinados para la atención primaria de las personas (aquellos que todavía no han enfermados), 2) Disponemos de 2,985 centros médicos privados en todo el país y 3) Según este informe disponemos de 15 médicos por 10,000 habitantes y 174 camas por 10,000 habitantes.
Sí, agregamos a esto que el ingreso per cápita promedio de la población es de 5,879 dólares por personas/por ano, un PIB de 61 mil millones de dólares/ano y un crecimiento de la economía dominicana de un 4.5%, superior por ejemplo a Costa Rica y ni hablar de Haití. Estos dos países tienen un PIB menor que nuestro país, 32 mil millones y 6,100 millones de dólares respectivamente (cifras del Banco Central y el BM, informe técnico, 2013).
Como es explica esta disparidad en términos de salud? Por qué la economía crece y los niveles de pobreza en el país aumentan? Por qué si tenemos más y modernos hospitales la mortalidad general y cardiovascular aumentan alarmantemente?. Simple y sencillamente por qué ese crecimiento económico va a los bolsillos de los más ricos, por qué hay el país un crecimiento de las grandes fortunas y oligopolios, mientras los sectores más humilde del país se empobrecen y empobrecen!!!
Según el economista francés Tomas Piketty, el exceso de riquezas genera una gran desigualdad social. Esto explica la alta criminalidad, delincuencia, inseguridad ciudadana que hay en el país, además de la inseguridad jurídica. Todo esto aleja las inversiones privadas de capitales procedentes del exterior, lo que redunda en desempleo, marginalidad y más pobreza.
No obstante el prestigioso economista dominicano, Fernando Mangual en el informe técnico de FUNDED, 2013 y la confederación PROYECTA “plantea que el estado primero debe incentivar la productividad, para poder obtener los recursos para hacer estas grandes inversiones en salud y educación. Mangual plantea en su informe que los países desarrollados, primero hicieron grandes inversiones en los sectores productivos y con los recursos logrados crearon el “Estado de bienestar” del pueblo, qué incluye el mejoramiento en la salud y la seguridad social”. Según Mangual, la educación es la inversión neta que aumenta el recurso humano y la salud es la reposición que mantiene el nível de máxima capacidad de esos recursos. El gobierno dominicano, presidido por el distinguido sureño, Danilo Medina, debe hacer suyas esas ideas y sugerencias de tan prestigioso profesor.
El profesor Mangual plantea además, “Qué un común denominador de las grandes empresas dominicana es la alta rentabilidad que deriva de que ellos mismo regulan los precios del mercado, esto ocurre en las empresas generadoras de electricidad, minerías, transporte, comunicaciones, financieras, ect. La causa que genera estas utilidades, es la falta de un “Mercado Libre”, todos son oligopolios y obviamente tienen toda la gobernabilidad del mercado. En otras palabras son los “amos del mercado”.
Por esa razón se necesita que el gobierno central y sus instituciones jueguen un papel regulador de esos grandes oligopolios, y así obtener los recursos necesarios para invertirlos en educación, en salud, en la construcciones de mejores hospitales, así como la compra de equipos de laboratorios, tomografías, sonografías, resonancias y aparatos para caterismo cardiaco.
Se requieren más recursos para “universalizar” la seguridad social en nuestro país, al igual que Inglaterra, Francia, España y Canadá. Solamente la mitad de la población dominicana actual dispone de cobertura de seguridad social, el 30% la ofrece el seguro público de salud (SENASA), que atiende a la población más pobre e indigentes del país, los “desamparados” en otras palabras.
Esto representa un logro del gobierno en materia de salud pública, nadie en sano juicio lo negaría, al igual que la inversión creciente en educación.Un buen propósito que gradualmente ha comenzado a hacerse realidad es el esfuerzo que viene haciendo el gobierno por mejorar la calidad de la educación. Reconocemos que se han dado pasos importantes en elevar el nivel educativo de nuestra gente.
Se requieren de campanas más efectivas en las escuelas, liceos, colegios públicos y privados para educar a la población en materia de salud, campanas para concientizar sobre los factores de riesgo y reducir la elevada mortalidad cardiovascular, pero además se requiere que los centros públicos de salud dispongan de presupuestos y medicamentos para tratar dichas enfermedades.
Dotar nuestros hospitales de antihipertensivos apropiados, agentes antitrombóticos y tromboliticos e insulina de calidad para el control efectivo de la diabetes, actualmente inexistentes en las farmacias de la red hospitalaria. Qué el crecimiento económico del país llegue al Robert Reed Cabral, en oxigeno, sueros y antibióticos apropiados para la infecciones y la diarrea.
Se requiere en otras palabras, un estado regulador que controle las ansias de riquezas desenfrenada de esos grandes oligopolios, que sea la “ley de la oferta y demanda” que establezca los precios de los bienes y servicios que se ofrecen a la población dominicana.
En una palabra se requiere que la “justicia y la paz se abracen” para el beneficio de todos los dominicanos y los sectores más pobres y marginados del país, tal y como plantea la reciente Carta Pastoral de la iglesia católica dominicana y sus obispos.
Qué alcancemos un estado de paz, de armonía del hombre, con la naturaleza y con Dios, es decir, quien ha alcanzado una plenitud de vida, se encuentra en comunión con Dios, que es la fuente misma de la paz. “En la responsabilidad y sacrificio de tantos maestros y maestras que no escatiman esfuerzo para preparar bien sus lecciones y llevar, como manjar sabroso, la enseñanza a sus estudiantes; y en el esfuerzo tenaz de tantos médicos y enfermeras que aguantan trasnoches y desvelos por lograr la salud de sus pacientes”.
Qué la tranquilidad y las riquezas de ese crecimiento económico llegue a cada dominicano de cada rincón del país. Por qué solamente así, habrá paz y tranquilidad social en nuestra tierra, hermosa y majestuosa.
Fuentes: Banco Central RD, BID, BM, informe técnico 2013; ONE, informe técnico 2013. OPS/OMS, informe técnico 2013; Informe técnico de FUNDED, 2013, Mangual Fernando.
jpm
