Reducción de la pobreza en dos años?
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo dio a conocer en un informe, ya hace varias semanas, los datos de una investigación que tiene por objeto una problemática fundamental de la vida de todas las sociedades en vías de desarrollo como la nuestra, la pobreza. Hasta ahí el estudio no parece novedoso, ni siquiera llama la atención, dada la frecuencia con que los gobiernos juegan con este tema. Pero donde radica la particularidad, lo llamativo de este nuevo informe? Pues de manera obvia, en lo milagroso de sus resultados, no solo por lo sorprendentemente positivos, por lo asombroso de su conclusión, sino sobretodo, paradójicamente, por el carácter de imperceptibilidad que sus efectos han tenido en nuestra población. Según el trabajo titulado “Actualizaciones de las estimaciones oficiales de pobreza monetaria en la República Dominicana”, entre septiembre de 2012 y marzo de 2014, la tasa de pobreza general se redujo de 42.2% a 36.2%, lo que se traduce en un estimado de 534,139 personas, mas de medio millón de dominicanos que han salido de la condición de pobreza en dicho período. Si! Usted leyó bien! Según el gobierno eso ocurrió en nuestro país y con alrededor del 11% de nuestros compatriotas. Y como el ministerio explica este fenómeno social y económico sin precedentes para el pueblo dominicano desde su creación como Estado? Fundamentado en distintas variables no menos asombrosas, que el reconocido economista Miguel Ceara Hatton se ha encargado de desmontar, como por ejemplo, el ingreso real per cápita mensual de los hogares dominicanos aumentó de RD$8,693 en marzo del 2013 a RD$8,822 en marzo de este año, es decir, un aumento de tan solo $129 pesos. Otro factor aducido ha sido un crecimiento de la tasa de ocupación de la población de un 47.4% a 49%, relacionado suponemos, con la creación de 196.2 mil empleos remunerados, según datos recientes del Banco Central. Lo interesante es que las propias estadísticas oficiales, nos hablan en ese mismo periodo de milagrosa prosperidad, de la entrada al mercado laboral de 227.6 mil personas, quedándose entonces, 31mil sin obtener empleo. Sin dudas que el gobierno del Presidente Danilo Medina quiere presentar un logro trascendental en sus dos primeros años de gestión mas allá de su elogiado estilo de gobernar, sencillo y sin estridencias, y lo ha pretendido hacer erróneamente sobre la base de la reducción de la pobreza, buscando crear un ambiente de analogía, una aproximación, con el modelo brasileño del ex-Presidente Lula da Silva, en el ámbito de la política social y el combate contra la desigualdad y la miseria. Sin embargo, no han tomado en cuenta que allá si hubo significativos avances y muy concretos, en el segmento mas pobre del país, en materia de empleo, universalización de la educación, ampliación de la cobertura de salud, baja inflación, política social creativa e innovadora, un aumento real del ingreso per cápita del 10% mas pobre de hasta un 11% anual, y como si fuera poco, hasta la urbanización de una gran cantidad de barrios o favelas. Es evidente que este no es el caso de la República Dominicana. Ceara lo demuestra y hasta ahora no ha podido ser rebatid crecimiento de la pobreza según datos del propio gobierno hasta un 41.8% de la población a septiembre del 2013; un aumento del desempleo por la desocupación de los 227.6 mil dominicanos; y, un pobre crecimiento del ingreso de las familias dominicanas en apenas un 4.4% promedio anual. Donde esta el milagro? Nuestro anhelo sincero es que en la segunda mitad, en estos dos años finales de la presente administración, se propicien cambios drásticos en la manejo y la calidad del gasto público, en el orden de prioridades de inversión social del gobierno y en el combate contra la corrupción, para que verdaderamente se logre un progreso significativo en materia de lucha contra la pobreza, la desigualdad social y la marginalidad, y se pueda hablar seriamente de una significativa disminución del permanente y preocupante deterioro de la condiciones de vida, de nada mas y nada menos, la mitad de nuestra gente.