RD y la Inteligencia Artificial.
Por ISAAC FELIZ
La República Dominicana, a menudo, se encuentra a la periferia de los debates cruciales que marcan la pauta a nivel global, tales como la inteligencia artificial y su impacto en la sociedad contemporánea.
Hace algún tiempo, compartí con un amigo docente de educación básica mis reflexiones acerca del significado futuro de la inteligencia artificial. Le ilustré acerca de un escenario donde los robots se integrarían a nuestra cotidianidad, desempeñando roles como conductores de taxis, educadores en las escuelas, y operarios en las vastas fábricas, e incluso, planteé la posibilidad de que la nanotecnología engendrara robots conscientes de sí mismos.
Al concluir mi disertación sobre esta revolución en ciernes, mi amigo esbozó una sonrisa y sentenció: «Estás loco, eso no ocurrirá».
Esta anécdota con mi amigo sirve como un claro indicador de lo distanciados que estamos como país respecto a una temática tan intrigante, una que amenaza con relegar a aquellos que no estén debidamente preparados.
Por ejemplo, en Estados Unidos, se proyecta que, en los próximos 15 años, la inteligencia artificial podría «técnicamente reemplazar entre el cuarenta y el cincuenta por ciento de los puestos de trabajo».
Desde la Revolución Industrial de 1760 en Gran Bretaña, la humanidad ha experimentado el temor de ser suplantada por la maquinaria. En la actualidad, nos enfrentamos a una amenaza de naturaleza semejante.
Sin embargo, la respuesta ante este fenómeno no debe ser la resistencia, sino más bien la reflexión profunda. Nos planteamos preguntas esenciales como: ¿Cómo debo enfrentar un mundo tan competitivo como el que nos ha tocado vivir?
Considero que el primer paso debería ser dado por el Estado, a través de la implementación de una asignatura en las escuelas que aborde la inteligencia artificial y los desafíos que esta plantea para nuestro país en este inédito escenario. En naciones como China, que junto con Silicon Valley lidera la carrera de la inteligencia artificial, los estudiantes formulan preguntas fascinantes a sus maestros, desde la posibilidad de contar con maestros robots hasta cuestionamientos sobre la ética y las implicaciones sociales de los avances tecnológicos.
Reflexionando sobre estas interrogantes, destaco la pregunta acerca de si las personas podrán contraer matrimonio con robots y tener descendencia. Desde la perspectiva de un país en vías de desarrollo, esta interrogante podría parecer desprovista de lógica; sin embargo, la nanotecnología y la biotecnología están realizando esfuerzos incisivos para hacer realidad tales especulaciones.
Mientras los alumnos chinos se sumergen en el estudio de la inteligencia artificial y se preparan para la cuarta revolución industrial, en nuestro país, la mayoría vive ajeno a esta realidad emergente, a excepción de contadas instancias.
jpm-am
1)En esta semana leí en The Dayli Beast,que un robot le dió tremenda trompada que lo » privó» a un ingeniero que lo estaba programando.
2)Actualmente en algunos países desarrollados,muchos pacientes están recibiendo therapias psicológicas de calidad,de chatbot con inteligencia artificial.
La inteligencia natural debido a nuestra pobrisima educacion es casi inexistente, a que preocuparnos de la artificial.
Muy buen y acertado artículo. Ojalá alguna persona con el entendimiento, poder y voluntad política, pueda empezar a encumbrase por estos senderos tan necesarios. Lamentablemente en nuestro país la o las personas encargadas, son políticos enganchado, sin ningún conocimiento o preparación y bloquean a quienes puedan tener inclinación en estos saberes, con el temor de ser desplazados, y condenan el país al atraso.