Quiérete
Si todos fuéramos perfectos y de similar fisonomía la contemplación no tendría sentido, amén del aburrimiento de saberse todos iguales, lo que no ocurre gracias a la diversidad en un mundo donde tantas interrogantes siguen sin contestación.
En medio de la batahola de esta diversidad hay un punto importante que puede parecer egoísta, pero no lo es, simplemente quiérete.
Cuando tú te quieres valoras con mayor tesón tu vida y la ajena con la consiguiente importancia de que esto te permites amar al prójimo como a ti mismo, de modo que no harías a otros lo que no desearías para ti.
El hecho de que usted se ame indica que tienes una gran valoración de su existencia, lo que se revierte en forma positiva hacia los demás a tal punto de que no pocos terminan imitándoles.
El mundo, en particular cada dominicano, debe afrontar con ahínco la importancia de hacer suyo el mandamiento “améis unos a otros” sin confundir la transparencia de su contenido.
El año que concluirá al final de este mes debe servir de reflexión para todos. Una ojeada a la población mundial, en especial a la nuestra, es una advertencia de la importancia del cambio de conducta para el bien de todos en diversos aspectos.
Las denuncias de violencias de género deben quedar en el pasado. Quiérete tiene un valor similar para hombre y mujer. Lo que se dice en forma abrupta se puede expresar en sentido positivo a fin de que se revierta para bien.
Homicidios y suicidios deben desaparecer de nuestro pensar y hacer. Quiérete y serás incapaz de actuar negativamente en perjuicio propio y de los demás.
Si ciertamente, como dicen las estadísticas, República Dominicana tiene 9.9 millones de habitantes repartidos en 6, 816,242 de varones y 6, 775,450 de hembras, es hora de que cada quien aprenda la importancia de amar.
Quiérete y reviertes cualquier condición en sentido positivo. Aférrate de manera visceral a la creencia de que puedes y lo lograrás. Las quejas solo empañan, échalas al zafacón.
Quiérete y, al hacerlo, reflejarás esa intención en los demás y contribuirás a un cambio positivo que valide la razón de ser como seres humanos y país, de modo que desaparezcan las telarañas que pretendan envolvernos.