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Qué nos espera después de la Covid-19
Se observa gran preocupación por parte de los especialistas en temas de economía y finanzas; en temas políticos y temas sociales que debido a la pandemia de la COVID-19 están afectando a la humanidad y de manera muy especial a la globalización donde se esperaba una reciprocidad y solidaridad con la distribución de las vacunas, conociendo que se ha manejado de forma unilateral sin dar participación a los países de ingresos medios y bajos.
A más de 500 años de descubrimiento de América y más de 200 años de independencia mediática no se ha alcanzado el sueño de Bolívar y a la fecha Latinoamérica no ha logrado montarse en el carro del desarrollo, hoy ha quedado en evidencia ese hecho, frente a esta pandemia de la COVID-19 que no han podido fabricar su propia vacuna y no le han cumplido con los acuerdos de suministro, los países propietarios.
Algunos especialistas creen que la Covid-19 ha puesto a prueba el sistema de globalización y le ha dado una fuerte estocada, dejando a la deriva la suerte de los países aliados menos desarrollados y se han concentrado en resolver los problemas que ha causado el COVID-19 de manera local y se olvidaron del impacto que causa esta pandemia de manera global, a sabiendas que nadie está solo y todos estamos involucrados.
La profesora Martha Rebolledo “sitúa una lucha de marcos narrativos en el primer periodo de pandemia y dice que habrá una lucha entre interpretaciones sobre la responsabilidad y gestión de la crisis y que tendrá consecuencias geopolíticas y por ende económicas. De hecho, esa batalla entre marcos ya se había empezado a dibujarse con Trump lidereando a los Estados Unidos y Occidente, señalando a China como el culpable de esta crisis. La nueva realidad se construirá, sobre todo, más que en términos de liderazgos, en torno a una brecha cada vez más amplia entre Occidente y China”. Vemos que gran parte de los países que han recibido vacunas en América Latina, provienen de China; no Europa ni de Estados Unidos.
Alberto Peláez cree que “cada vez que en la historia ha ocurrido un asunto de calado nos hemos refugiado en las autarquías y autoritarismo”. La Alemania de Hitler, el Chile de Allende y la Tiranía de Trujillo, son ejemplos. Ante una situación de incertidumbre y de caos podríamos volver a mirar modelos autárquicos, que solo involucionan sociedades (la llevan al retroceso democrático). Esas son de las cosas que nos puede traer la sociedad del post COVID-19.
El profesor Redondo cree también que hay motivos para pensar que se intente franquear las barreras del control establecido en el constitucionalismo de posguerra, y acuña el término de democracia “Iliberal”, una democracia formal, pero sin libertades: “La experiencia nos dice que cuando una sociedad demanda seguridad, los poderes se refuerzan y los ciudadanos dejamos de vigilar los excesos. Sin duda, este es un caldo de cultivo propio para el surgimiento de cesarismos, caudillismo, concentración de poder y atribución de poderes excepcionales”.
Existe diferencia entre la respuesta que han dado los estados y las respuestas globales: “Cada estado -nación ha adoptado sus medidas, restricciones y plazos, e incluso hubo diferencias de criterio entre regiones.
En contraposición, ha habido una falta de respuestas y acciones globales: algo que comienza a nivel local pero que rompe la barrera y salta a lo global de tal manera que la línea entre lo local y lo global queda difuminada. Pese a esta lectura, Robledo no cree que esto desemboque en un repliegue de lo global. “Ante problemas y amenazas globales, se necesitan soluciones globales y, por tanto, una gobernanza global”. Este puede ser uno de los mantras (esencia) que nos acompañen en los próximos años.
No obstante, todas estas premoniciones, también la COVID-19 nos dejará un camino nuevo que recorrer, pues en un año y medio de pandemia y de encierro, vemos reducir la contaminación ambiental mundial por menor tránsito aéreo, marítimo, terrestre y menor uso de los espacios públicos, ríos, playas, bosques y montañas. En esta nueva etapa que estamos viviendo, habrá nuevas reglas para el uso y usufructo de los recursos naturales, única manera de salvar al planeta.
Otro cambio que nos dejará el COVID-19 es el teletrabajo y afianzamiento de la era digital, donde se observa que las empresas están desmantelando las oficinas para que la gente trabaje desde casa, pero la vida digital debe ser contextualizada, evitar despidos masivos, sabiendo que las escuelas están vacías, las economías están semi paralizadas, hay pérdida de empleos, ha aumentado la pobreza, se han disminuido los intercambios de bienes ultra nacionales y se necesita de soluciones colectivas glocales y globales compartiendo recursos en especial las vacunas y la tecnología que son el camino para salir de la situación de crisis en que nos encontramos.
El jueves pasado se reunieron los países del G-7(Alemania, Estados, Francia, Japón, Italia, Canadá, Reino Unido y como invitado a Unión Europea (UE) y acordaron donar mil millones de vacunas a los países pobres; 500 millones llegarían en año 2021 y 500 millones en el 2022. Esta muestra de solidaridad llegará después que estos países que controlan la mayor del mundo, han vacunados más del 60 por de su población. Mientras los ciudadanos de los países mueren a la espera de recibir las vacunas.
Llegará el momento que los países deben permanecer alineados con ciertos bloques regionales y visualizar un posible nuevo orden de gobernanza mundial, el cual regirá para todos con nuevas reglas que se impondrán desde un nuevo bloque de naciones que serán las escogidas para la gobernabilidad global. De hecho, los Estados Unidos de Norteamérica habían estado dando señales de que podría encabezar ese gran bloque de naciones del mundo capitalista, frente a un resurgimiento del bloque socialista (China y Rusia), dando como resultado un mundo bipolar y en permanente guerra ideológica y psicológica. De ahí, que surge la pregunta, ¿en qué bloque estaríamos? Pues esto será parte de lo que nos espera después de la COVID-19.
of-am
Sr. Ogando. En este momento no estamos viviendo una lucha entre el capitalismo y el comunismo. Si observamos los movimientos económicos de las potencias, nos dares cuenta que sus acciones son capitalistas. Ahora, lo que si tememos al frente es una nueva forma de aplicar el capitalismo. Donde podemos notar, dicha forma? tenemos una China comunistas dirigiendo un bloque de países capitalistas, como son Rusia, Iran, Venezuela, Nicaragua,entre otros.
El covid-21
jajajaja……?