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Profilaxis criminal en el ámbito de la Policía
La profilaxis criminal debe hallar la más amplia aplicación en el mando de la policía. Sobre las bases de las ideas, se comprende la necesidad que la profilaxis del crimen sea floreciente en los organismos de la policía, pues son ellos que tienen el deber de vigilar las personas que están en estado de presentar un peligro social. De ahí la razón por la cual, en la policía, se debe organizar los servicios técnicos que serán capaces de prevenir la criminalidad.
Es útil recordar, a este designio, que el episodio criminal es más a menudo, el epílogo de toda una actividad inmoral y antisocial que, a través de un periodo de tiempo más o menos largo, se manifiesta por actos de maldad. El criminal, antes del logro de esos actos, tiene en su entorno habitual la reputación de un hombre malo y peligroso.
El deber de la policía es de intervenir no solamente después el hecho realizado, sino sobre todo antes, cuando personajes representando un peligro social se encuentran en el periodo pre criminal. No es dudoso que la intervención a tiempo podría, en numerosas situaciones, interrumpir o llevar a un individuo al delito.
Existe una profilaxis para cada infracción grave y sobre todo para el homicidio, profilaxis que sería realizable dado que la actuación de un crimen grave es, casi siempre, precedido de síntomas premonitorios. De donde la necesidad que los ejecutantes de la policía científica sean preparados de una manera adecuada.
Señalamos aquí la obra del profesor Ottolenghi quien organizó la policía científica italiana orientada hacia el conocimiento de la personalidad del criminal. Ellos se componen de un centro de identidad, de un servicio de investigaciones y de otro para la ficha biográfica y antropológica.
Las fichas de señalización, fuera de la identificación de la persona, contienen los detalles descriptivos, fotográficos, huellas digitales y datos que tienen por objeto hacer conocer la personalidad física y psíquica del individuo.
Una parecida orientación antropo psicológica se encuentra también en el servicio para la investigación técnica de la policía que tiene el deber de analizar y describir, de una manera metódica, el lugar del crimen, de reunir todas los datos salientes, reconstituir el estilo del crimen, acopiar las pruebas técnicas especiales y permitir a los funcionarios de policía examinar todo lo que constituye el «retrato hablado» del crimen.
Hoy, no es dudoso que de tales investigaciones, realizada con una seria preparación criminológica, puede permitirnos volver al conocimiento de las características físicas y psíquicas principales del estado de peligrosidad del delincuente.
Pero una tal orientación biológica encuentra su más vasto dominio de aplicación en el servicio antropológico a través del estudio de la personalidad del criminal. Ella se propone suministrar los elementos indispensables para el funcionamiento eficaz de la prevención, y para una profilaxis racional de la criminalidad.
Debemos recordar que, para todo criminal, existe un expediente personal del cual forma parte la ficha biográfica. Tal ficha biográfica se compone de cuatro partes cuyas tres primeras son destinadas a recoger los datos del hecho, y la cuarta reservada a las apreciaciones que el empleado del servicio es llamado hacer periódicamente. La primera parte contiene todos los datos ya suministrados en la ficha de señalización.
La segunda parte, que se divide en dos secciones a y b, tiene por meta juntar todos los datos de hechos que se refieren a la infracción de naturaleza a poner en relieve el modus operandi, así como todas los informes concernientes a la personalidad del criminal, más precisamente los datos biográficos que se presentan como muy importantes para su conocimiento psicológico.
La tercera parte de la ficha biográfica tiene un carácter exclusivamente administrativo; su rol es el de fijar la posición jurídica del sujeto. La cuarta parte es destinada a obtener las apreciaciones del empleado que debe pronunciarse periódicamente sobre el estado peligroso de la persona.
Para tales razones, se puede afirmar que todos los servicios de la escuela de policía científica italiana son dirigidos hacia el conocimiento de la personalidad física, psíquica y moral del criminal. Esta concepción de la organización de la policía fue confirmada en grandes congresos internacionales como los de New York (1925) y Anvers (1930).
En el Congreso de Anvers, Tras los informes del Prof. Ottolenghi sobre “Biología criminal de la policía” y de Lenz sobre “Técnica de las constataciones de biología criminal” en la policía”, luego del informe del Prof. Di Tullio sobre el tema “El médico criminólogo en la policía”, se expresó por unanimidad un deseo según el cual se exigían las investigaciones de biología criminal como indispensables en las funciones preventivas de la policía. La reforma policial entre nosotros lleva un ritmo acelerado que dará frutos positivos, esperemos.
jpm-am
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Despues de tantos intentos fracasados en el ambito de la Policia Nacional, considero que la misma institucion es irreparable, pues presenta lo que en Codigo Penal Italiano define como organizacion de stampo mafioso, pues existe una estructura de ilegalidad desde su directiva hasta los simples reclutas que apenas inician (una fabrica de ilegalidad), por lo que considero que lo mas oportuno seria disolver dicha institucion y crear una nueva.