Presupuesto público

“El presupuesto público es la representación de un programa de gobierno, es la expresión monetaria de lo que se hará en un periodo”. “Presupuesto público es un documento jurídico-político o político-jurídico”, (Ángel Gurruchaga, 2013).

El presupuesto público es un documento técnico, preparado bajo distintas reglas, que en función de una estimación de recursos define qué cosas y hasta que monto puede realizar el Poder Administrador.

El presupuesto público es una herramienta de las autoridades gubernamentales que dirigen los destinos de un país en un lapso determinado.

En los últimos días, a través de los medios de comunicación locales, las autoridades fiscales dominicanas han llevado a la palestra pública el tema del Presupuesto General de la Nación del venidero año 2016.

El mismo ha sido materia de ideas encontradas de parte de los agentes económicos, sectores políticos y público en general en lo que concierne a los montos de ingresos, gastos, déficit y financiamientos estimados.

En los últimos nueve años esta herramienta formulada durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha reflejado pronunciados déficits o faltantes de fondos para cubrir con holgura los gastos corrientes y de capital, al extremo de que en el año 2012 el déficit fue tan alto que alcanzó la suma de casi RD$205,000 millones o el equivalente de un 3.4% del PIB.

Cada año de los señalados últimos nueve se enrostra a los gobiernos del PLD que distribuyan mejor los ingresos entre las distintas necesidades que demanda la población dominicana a los fines de que el mismo muestre una cara más humana y de mayor equidad.

Pero las autoridades no obtemperan a las indicadas críticas y haciendo uso de su poder de decisión y de una de las desventajas de llevar presupuesto, hacen que el mismo prevalezca por encima del parecer de la población, a pesar de que esta sea la que aporte gran parte del dinero para formular y ejecutar el presupuesto.

Llueven las observaciones a la indicada herramienta que se supone que se formula con miras a desarrollar la nación, pero año tras año se repite la misma historia de no acoger las opiniones del pueblo y de la oposición política, no obstante, estas estar cargadas de buenas intenciones.

Por nada del mundo se practica lo que en materia presupuestal se conoce como presupuesto participativo donde se debe escuchar el sentir de las comunidades y por el contrario hacen prevalecer solo lo que previamente se escribió como programa de gobierno a sabiendas de que los presupuestos deben ser flexibles o formulados para varios niveles de actividades y necesidades.

Los partidos de oposición, agentes económicos y público en general agotan horas y horas de trabajo analizando la composición de los presupuestos públicos y al final las autoridades gubernamentales se hacen los sordos o como si vivieran solos.

Se sugiere disminuir los gastos o que éstos sean de mayor calidad, que se eliminen los gastos superfluos, vanidosos o innecesarios, que se bajen los gastos de publicidad y de celulares.

Que se eliminen aquellas instituciones que representan duplicidad de funciones para minimizar gastos operacionales, que se rebaje el déficit fiscal, que se rebajen los sueldos de los tantos funcionarios inoperantes, que se eliminen las nóminas fantasmas o parasitarias.

Que se controle la evasión impositiva, los gastos tributarios o exenciones, que se disminuye, por no decir erradicar, la corrupción y tráfico de influencia administrativa.

Que no haya tantas botellas o puestos inorgánicos de personas que no juegan ningún papel o desempeñen alguna función pública, que se evite la duplicidad de cargos y del pago de sobre sueldos sin ninguna justificación o simplemente que muchos empleados publicos tengan un solo salario.

Que se controlen los déficits discales y por ende los empréstitos que originan gastos financieros o aplicaciones financieras, que las transferencias tengan mejor control.

Seguro que si se controlan los gastos publicos se podrán aumentar los sueldos de guardias, policías, médicos y enfermeras, entre otros servidores públicos.

También, se podrán aumentar los servicios sociales, se podrán destinar más recursos a las construcciones y activos fijos y se podrá disponer de más dinero para aumentar las prestaciones de la seguridad social y el régimen subsidiario abarcará a más personas necesitadas o vulnerables.

Pero hasta que el Presupuesto General del Estado siga siendo formulado y ejecutado como un barril sin fondo sin ningún criterio de economicidad ni eficientización de los gastos públicos y mucho menos sin conocer las variaciones presupuestales, sus causas y más aún si no se evalúan sus resultados, de nada sirve llevar presupuesto.

El Presupuesto General del Estado de la Republica Dominicana es un mamotreto que solo persigue alcanzar la satisfacción del Poder Administrativo sin que se tomen en cuenta las necesidades más acuciantes del pueblo vulnerable. Eso no es presupuesto o herramienta de desarrollo, se podrá denominar de otra forma pero nunca presupuesto.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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