Pandillas y pandilleros

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El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

Fenómeno sociológico que consiste en la afición de jóvenes a apiñarse para violar normas sociales, sustentada en la pasión de injusticia que priva en sus mecanismos y en la protesta contra la colectividad. Estas pandillas ocupan con tremenda asiduidad la crónica policial diaria y, en algunos países, adquieren inusitada gravedad.

Los sociólogos valoran que el menor encuentra en su grupo todo aquello que le falta en su hogar o, como anota el maestro Jean Chazal,”el muchacho que vive en una miseria agravada por el alcoholismo del padre o de la madre, las escenas de disputas y de violencias constantes, el espectáculo de la prostitución de la madre o hermanas, deja el hogar por la calle, bajo el efecto de doloroso traumatismos”.

 Este hecho los lleva a actividades en grupo, positivas o negativas, que pueden ir desde salir de fiesta o participar en actividades recreativas conjuntas, en el caso de pandillas juveniles obedientes, hasta, como resultado de una anomia social, realizar actos violentos o delictivos, tratándose en estos casos de una forma de agrupación criminal (banda o ganga)   contigua en indiscutibles aspectos a las cuadrillas del histórico bandolerismo, por lo que podría llamarse bandolerismo urbano.

Pertenecer a pandillas juveniles está mancomunada con la delincuencia, delitos violentos y el tráfico ilícito. Los pandilleros mismos son a menudo víctimas de estos delitos. Una revisión sistemática de ocho estudios, realizados en cinco países y la región del Caribe, examinó los factores predictivos de la pertenencia a pandillas juveniles a lo largo de cinco esferas sociales: individual, de pares, familiar, escolar y comunitario.

A comienzos del siglo XIX, los niños delincuentes en Gran Bretaña eran castigados de la misma manera que los adultos. Fueron enviados a prisiones para adultos, transportados a colonias penales de la época en Australia, azotados y sentenciados a muerte por delitos como hurto.

En 1850 en Nueva York se registraron más de 200 guerras de pandillas disputadas en gran parte por pandillas juveniles. Todas las principales ciudades de la Época victoriana en el siglo XIX tenían pandillas. Solo en Chicago había 1000 pandillas en la década de 1920.

Esas primeras pandillas eran conocidas por muchas actividades criminales, pero en la mayoría de países no podrían beneficiarse del tráfico de drogas antes de que estas fueran consideradas ilegales por leyes como la Convención Internacional del Opio de 1912 y la Ley Volstead de 1919.

La participación de las pandillas en el tráfico de drogas aumentó durante los años 1970 y 1980, pero algunas bandas siguen teniendo una participación mínima en el comercio. Pertenecer a una pandilla juvenil está ligada con la delincuencia, los delitos violentos y el tráfico ilícito. No obstante, los pandilleros mismos también pueden proveer capital social, sentido de pertenencia y un propósito para los jóvenes marginados.

El término “mara” proviene de la palabra “marabunta”, nombre corriente de un grupo de hormigas migratorias que arrasan cuanto encuentran a su paso. Grupos formados por jóvenes latinoamericanos, procedentes de los masivos movimientos migratorios de mediados del siglo XX, no parecían tener freno a su paso.

Muchos de estos delincuentes fueron deportados por el gobierno de Estados Unidos a sus países de origen, dando lugar al nacimiento de las “maras” en Latinoamérica. Muchos tipos de pandillas tienen la estructura general de un grupo organizado. Existen pandillas callejeras, formadas por individuos con antecedentes y motivaciones semejantes.

El término “pandilla callejera” comúnmente se intercambia con el de “pandillas juveniles”, en referencia a grupos de jóvenes de barrio o de la calle que cumplen con los criterios de “pandilla”.

El profesor Miller (1992) define una pandilla callejera como “una asociación auto-formada de pares, unidos por intereses comunes, con liderazgo identificable y organización interna, que actúan colectiva o individualmente para lograr efectos específicos, incluyendo el desarrollo de una actividad o individualmente para lora efectos específicos, incluyendo el desarrollo de una actividad ilegal y el control de un territorio..

Las maras siendo organizaciones transnacionales de pandillas criminales asociadas que se originaron en Los Ángeles y otras latitudes de Estados Unidos se han  expandido a Canadá, México, El Salvador, honduras, Guatemala y España, debido de suyo a los deportados de centroamericanos desde Estados Unidos hacia sus países de origen.

Una de las más numerosas o de muchos miembros y adeptos es la Mara Salvatrucha, seguida por su rival Mara Barrio 18. No poseen un único líder, sino que se organizan en pequeños grupos o subgrupos determinados por su único líder, sino que se organizan en grupos determinados por su ubicación geográfica o territorial, bajo el nombre de “clicas”. Arribando al número de más de 70,000 miembros en Latinoamérica.

Por último, el Tribunal Especializado de Sentencia C de San Salvador viene de condenar el lunes 29 de mayo  de los corrientes a 14 años de prisión al expresidente de la República del Salvador Mauricio Funes por la tregua pactada con las pandillas. También fue condenado a 18 años de prisión el exministro de Justicia y Seguridad, David Victoriano Manguía Payés. Los dos responsables políticos tenían conocimiento y dominio de las acciones ilegales que se realizaban en el marco de los acuerdos con las pandillas Barrio 18 y la Mara Salvatrucha MS13 durante 2011 y 2013.

jpm-am

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