Presentan documental “El Fotógrafo de La 40”

SANTO DOMINGO. – La presentación especial del documental “El fotógrafo de la 40”, ópera prima de Erika Santelices y Orlando Barría, tuvo lugar en Fine Arts Novo-Centro de Caribbean Cinemas.

Esa instalación, junto con Downtown Center, serán las salas oficiales donde a partir de este 28 de marzo se exhibirá el «El Fotógrafo de La 40«, con la producción de Fernando Santos Díaz-

LA HISTORIA

El documental narra la historia del fotógrafo Pedro Aníbal Fuentes Berg y las fotografías que realizó en la cárcel clandestina conocida como “La 40”, centro de torturas creado durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).

Fuentes Berg   -en un acto heroico poco reconocido- contribuyó, gracias a la difusión de su trabajo, con la denuncia internacional de los dramáticos hechos que vivía el pueblo dominicano.

La producción cuenta con valiosos testimonios y sirve como recordatorio de la necesidad de preservar y honrar la memoria histórica del país.

La banda sonora del filme estuvo a cargo del maestro Manuel Tejada y la dirección de fotografía fue realizada por Jean Phillip Eversz y Orlando Barría.

FESTIVAL DE CINE GLOBAL DE SANTO DOMINGO

“El Fotógrafo de La 40” fue seleccionado en la categoría Ópera Prima Documental “Fernando Báez”, del Festival de Cine Global de Santo Domingo, donde recibió una mención especial.

Realizada en el año 2023 y con una duración de 76 minutos, su productor Santos Díaz agradeció a las empresas que respaldaron el proyecto, como Magna, Innovacentro y Acromax; así como a la Alcaldía del Distrito Nacional y a FONPROCINE.

La historia del Fotógrafo de La 40, no es solamente la historia de un experto del lente, sino la de un país que se reencuentra con sus personajes olvidados, expresó la directora Erika Santelices.

mpv/of-am

En dos meses murieron en Haití 686 civiles y 371 resultan heridos

Puerto Príncipe, 29 mar.- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó que 686 civiles murieron, 371 resultaron heridos y 379 fueron secuestrados en Haití, donde las pandillas siembran el pánico colectivo.

Precisa el informe del organismo antes mencionado, que esos ciudadanos fueron víctimas del fuego cruzado de enero a febrero del año en curso, y en igual periodo, 695 criminales organizados en bandas perdieron la vida o fueron lesionados.

La cifra total de personas afectadas por la violencia armada es de dos mil 131, puntualizó el comunicado citado por el diario digital Le Facteur Haití.

En ese contexto, la Dirección General de la Policía Nacional de Haití (PNH) ordenó intensificar las acciones contra las pandillas que controlan el 80 por ciento de la capital del país caribeño.

El Comandante en Jefe de la PNH, Frantz Elbé dio instrucciones a los jefes de las unidades especializadas del cuerpo armado para redoblar los esfuerzos en pos de eliminar las bandas criminales.

Debemos continuar protegiendo la vida y los bienes de la ciudadanía, es vital intensificar las operaciones en Puerto Príncipe con el fin de permitir a los ciudadanos realizar sus actividades con total tranquilidad, subraya un comunicado de la PNH.

Elbé solicitó la cooperación abierta de la población civil, puntualiza el texto.

En una nota publicada en su página de Facebook, la PNH informó que recientemente abatieron a diecisiete presuntos delincuentes, entre ellos los jefes de banda Ernst Julmé, alias Ti Grÿg y Makandal, e incautado diecisiete armas de fuego durante operaciones e intervenciones llevadas a cabo entre el 29 de febrero y el 26 de marzo de 2024.

«Estas operaciones e intervenciones se llevaron a cabo tras los ataques perpetrados contra instituciones públicas y privadas por individuos fuertemente armados que pretendían crear a toda costa un clima de terror en la zona metropolitana de Puerto Príncipe», declaró la PNH.

of-am

Piden a las pandillas de Haití una tregua a favor de los enfermos

Puerto Príncipe, 29 mar.- La presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Salud del Hospital General de Haití, Evelyne Fremont, pidió hoy a las pandillas establecer una tregua a favor de los enfermos.

En medio del deterioro de la seguridad en Puerto Príncipe Fremont consideró imposible reanudar las actividades de ese centro asistencial el 1 de abril como lo anunció el director ejecutivo del mencionado nosocomio, Jude Milcé, precisó el diario digital Haití Libre.

Recientemente, el  Ministerio de Salud Pública y Población de Haití reportó que entre el 29 de febrero y el 21 de marzo del año en curso 18 instituciones de salud se encontraban en la categoría no funcional.

La exacerbación de la violencia en el centro de Puerto Príncipe provocó que muchos centros asistenciales cerraran sus puertas, entre ellos el Saint-François de Sales y el Hospital de la Universidad Estatal de Haití.

Este último es, con sus 14 departamentos, el más grande del país, y cada día hay un nuevo anuncio de un nosocomio público o privado que restringe sus actividades o simplemente cierra.

Los profesionales de la salud también están teniendo dificultades para llegar a sus puestos de trabajo debido al fuego cruzado de las pandillas.

Recientemente, la Asociación Médica de Haití pidió que se respete el derecho a la salud, vulnerado con el cierre de hospitales estatales y privados debido a la creciente ola de violencia que vive el país caribeño.

«La Asociación Médica de Haití, en nombre de todos sus miembros, desea alzar su voz en esta situación tumultuosa y espantosa que está perturbando la vida de todos los ciudadanos de nuestra nación», subrayó un comunicado de la organización.

El derecho a la salud, ese bien preciado, derivado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y de nuestra Constitución, responde a las más grandes aspiraciones del hombre desde sus orígenes, puntualiza la nota.

La salud es una necesidad primordial para las mujeres, los niños, los hombres, los jóvenes y los ancianos en nuestro país, pues está en juego el bienestar y la seguridad de todos, sentenció el ente en su comunicado.

of-am

Encuentro Alianza-RD: «la montaña parió un ridículo» 

Dos cosas resaltaron durante el muy pregonado encuentro de la alianza opositora, publicitado días antes con una rimbombancia de tal calibre, que lo menos que se podía esperar como resultado era la compactación de una candidatura unitaria para enfrentar la búsqueda de la reelección del presidente Luis Abinader.

En lo que concierne a esas expectativas, se puede afirmar—con el lugar común— que “la montaña parió un ridículo”, puesto que el anuncio de grandes acontecimientos alrededor de la alianza, a la postre, terminó convertido en agua de borraja.

Es decir, que la población que dio seguimiento al anuncio del encuentro, y los opositores que se formaron alguna idea terminaron intrigados respecto de si la convocatoria fue para leer un documento que bien servía como sustento para un buen comunicado de prensa.

Suponemos que la plantilla de seguidores de los tres principales partidos signatarios de la alianza Rescate-RD ha terminado más confundida que antes del encuentro, puesto que se formó la idea de un gran frente electoral que compactara a la oposición, empero notó que siguieron tan separados como llegaron a la reunión.

Que la oposición presente tres candidaturas separadas con la perspectiva de unificarse en una en la eventual segunda vuelta, deja un escenario más favorable a los intereses electorales del Partido Revolucionario Moderno, habida cuenta de que la oposición unida en decenas de municipios y distritos no pudo vencer al oficialismo en febrero pasado.

De modo que no hubo tal compactación con fines electorales prácticos; esa compactación es solo en términos de imagen y de enviar mensajes, pero los comicios se ganan con sumando votos, no ideas comunes, que fue lo sucedido en el encuentro opositor.

El otro meta-mensaje de ese encuentro lo tenemos en el saludo de los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, al cual le faltó la efusividad que caracteriza los reencuentros.

Lo que se pudo observar es que Danilo quiso abrazar a Leonel, mas este extendió un saludo cordial, muy distante de la señal clara que esperaban sus seguidores acerca de un real reencuentro.

El problema es que todavía están frescas las diferencias que causaron la división del Partido de la Liberación Dominicana, consecuencia de la cual fue la fundación de la nueva organización Fuerza del Pueblo.

¿Es tan sencillo echar tierra a agravios tan feroces? Casi imposible.

Nelsonencar10@gmail.com

jpm-am

¡Ay, se lo tragó!: información para “conseguir viralidad”

Dicen que “después del palo da’o, nadie lo quita”. Esa expresión popular puede aplicarse a una muy amplia diversidad de situaciones. En este breve escrito quiero aplicarla a los efectos y las consecuencias de los mensajes.

Para explicarlo mejor me apoyo en otra expresión de sabiduría popular, esta vez con sello oriental. “En la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida”, dicen los chinos. ¡Cuánta razón en tan pocas palabras! Sencillamente, en los tres casos, después de la acción, el efecto hace de las suyas. Pero de las tres, vamos a centrarnos en la palabra, como portadora de mensajes y de significados.

Aunque he referido dos expresiones de sabiduría bastante viejas, el tema adquiere gran relevancia en una etapa de la humanidad en la cual la velocidad a la que circulan los mensajes es cada vez más alta. He aquí una primera etapa del problema. Pues eso, unido a la inmensa cantidad de mensajes, sencillamente provoca imposibilidad para gestionarlos.

Y ante esa imposibilidad es sumamente difícil contar con el tiempo necesario para poder ponderar en cada mensaje criterios como la utilidad, la bondad y la verdad, si quisiéramos aplicar el famoso Triple filtro de Sócrates.

Eso ocurre en diversos ámbitos. Recientemente abordamos el tema en el seno de un grupo, relacionándolo con la difusión de informaciones de contenido científico. Pero también lo podemos encontrar -y pienso que en cantidad mucho mayor todavía- en los mensajes aparentemente inocentes e intrascendentes que forman parte casi de la totalidad del contenido al que los seres humanos comunes y corrientes nos exponemos cada día.

Alianza opositora

Tenemos un ejemplo que puede resultar muy ilustrativo. Me refiero a lo ocurrido en la actividad realizada el lunes por la alianza opositora Rescate RD. Recordemos que para esa actividad se creó una extraordinaria expectativa, al punto de que solo una de las plataformas que transmitieron en vivo dice haber tenido conectadas de manera simultánea más de cuatro millones de personas.

Pues con relación a esa actividad, tanto personas como medios -incluyendo algunos tradicionales y con alta incidencia- se hicieron eco de una información falsa que difundieron quizás por aquello de “dar el palo”, aunque pienso que realmente lo hicieron para “conseguir viralidad”. Y lo hicieron sin reparar en si decían lo cierto o mentían, en si edificaban o dañaban, en si informaban o deformaban. Ni siquiera midieron lo que en lo adelante podrá ocurrir con su reputación.

Y eso ocurre como si se tratara de satisfacer una necesidad fisiológica sin percatarse de ello. Incluso, solo algunos volvieron sobre sus pasos y admitieron que habían difundido una información falsa. Los demás, asumieron que “la gente no le para a eso”.

 Acciones como esas, sobre todo cuando el público tiene cierto nivel de criterio, terminan deteriorando la confianza que las personas habían depositado en ese medio o en esa persona. Y esto, lógicamente, debería servir de lección para que en lo adelante se procure realizar una especie de “curado” de la información que se escoge para difundir.

Ese proceso de “curado” conecta con la lógica humana de ponderar el contenido a difundir, procurando conciliarlo con las consecuencias que tendrá. Eso, lógicamente, no es conciliable con la velocidad a la que -por ejemplo- la denominada inteligencia artificial procesa y difunde cualquier mensaje, independientemente de si tiene o no valor de verdad, de bondad o de utilidad.

Lo penoso de todo esto es que cada vez más personas pecan de incautas, sólo por no tomarse el tiempo para discriminar y mucho menos para confrontar o comparar con otras versiones. No realizan ese ejercicio para acercarse a la verdad o como mecanismo para no dejarse influenciar de quienes no se toman el tiempo para ponderar.

Recordemos que hay quienes se prestan a objetivos que no sólo terminan desviando de lo esencial a quienes se dejan influir, sino provocando daños que en muchos casos son irreversibles.

Es una gran pena que después de difundir determinados mensajes y reparar en lo que los mismos pueden provocar a quien los recibe, solo quede exclamar: ay, se lo tragó.

nestorestevez@gmail.com 

jpm-am

La pesada cruz de un Cristo vivo

«De qué quiere usted la imagen,

preguntó el imaginero,

tenemos santos de pino,

hay imágenes de yeso.

Mire este Cristo yacente,

madera de puro cedro…»

 

Con la escoba en la mano derecha y su inseparable muleta – soporte en el costado izquierdo, ahí lo vemos, detenido por un momento en su área de trabajo, con su octogenaria mirada perdida en la distancia. Agotado por el peso de los años y una discapacidad que avasalla su débil anatomía, su desplazamiento resulta cada vez más tímido y más pesada su labor.

Al verlo, acto seguido aflora a mi mente “El imaginero”, el singular poema de la insigne maestra y poetisa chilena Gabriela Mistral (1889 -1957). Al verlo, me pareció ver la auténtica imagen del Cristo sufriente y terrenal; no una efigie “de pino”, ni mucho menos “de yeso” y “cedro”, diseñada para adorarla en altares, museos y templos, como aquella que el dinámico “imaginero” quería venderle a su cliente; pero que este rechazó.

El cliente deseaba observar la imagen del Cristo vivo, humano, como el Cristo que todas las mañanas se presenta antes mis ojos en el parque León Jiménez, arrastrando su cuerpo, su escoba y su miseria, mientras se desplaza en el cumplimiento de rutinaria faena, soportado por la solidaria intervención de una muleta casi hermana. Ese era el Cristo que yacía latente en los sueños del comprador, razón por la cual este le responde a su interlocutor:

 «Déjeme, pues que le explique,

lo que de verdad deseo,

yo necesito una imagen,

de Jesús, el Galileo,

que refleje sus fracasos,

intentando un mundo nuevo,

que conmueva las conciencias,

y cambie los pensamientos…»

 Pero no solo eso. Después de declarar que no quiere ver la figura de Jesús «…encerrada/ en iglesias y conventos/ni en casa de una familia/para presidir sus rezos», el exigente comprador continúa trazándole al imaginero vendedor el perfil de la imagen de su Cristo preferido:

«Yo quiero una imagen viva,

de un Jesús Hombre sufriendo,

que ilumine a quien la mire,

el corazón y el cerebro,

que den ganas de bajarlo,

de su cruz y del tormento,

y quien contemple esa imagen,

no quede mirando un muerto…»

 El imaginero, muy convencido de que esa “imagen viva/ de un Jesús Hombre…” apetecida por su sensible e inquieto cliente solo es posible encontrarla allí, adonde reina la pobreza, le sugiere que:

  «Vaya a buscarla en las calles,

entre las gentes sin techo,

en hospicios y hospitales,

donde haya gente muriendo.

 En los centros de acogida,

en que abandonan a viejos,

en el pueblo marginado,

entre los niños hambrientos,

en mujeres maltratadas,

en personas sin empleos…»

Solo en esos lugares, en los que se aposentan el sufrimiento y la carencia, según el imaginero, es posible percibir la presencia del Cristo Hombre, humano o respirador, razón por la cual le exhorta que la imagen viva de Cristo:

«No la busque en los museos,

no la busque en las estatuas,

en los altares y templos.

 Ni siga en las procesiones,

los pasos del Nazareno,

no la busque de madera,

de bronce, de piedra o yeso,

¡mejor busque entre los pobres,

su imagen de carne y hueso!»

Entre los pobres que realizan labores de ornato en  el parque León Jiménez, Santiago de los Caballeros,  sitio donde diariamente camino,  un buen día mis ojos descubrieron la mañanera  “imagen de carne y hueso” de un cristo vivo que apenas puede moverse con su muleta y su escoba, mientras arrastra su envejecido esqueleto, limpiando las rutas de circulación del archifamoso lugar de esparcimiento, para que aquellos que  no confrontan problemas para caminar, caminen libres de entorpecedores desperdicios. Y cuando veo a este discapacitado, envejecerte y terrenal Galileo, pienso de inmediato en las licencias especiales, muchas de ellas otorgadas por este y otros gobiernos a personas que ni las merecen ni las necesitan.

Pienso que este hombre o «Cristo viviente» del parque precitado, y quien más que trabajar, parece cargar su propio cuerpo, por el solo hecho de realizar una labor que no puede ni debería realizar, merece mucho más que una licencia especial, concedida, ya sea por el ayuntamiento de Santiago o del gobierno central.

 Dcaba5@hotmail.com

jpm-am

La DGII: ente de dificultades para el contribuyente

La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) es la institución encargada de administrar y recaudar los principales impuestos internos y tasas del Estado dominicano. Entre estos se encuentran: el impuesto sobre la Renta (ISR), sobre las Transferencias de Bienes Industrializados (ITBIS), al Patrimonio Inmobiliario (IPI), sobre Sucesiones y Donaciones, sobre los Activos de las Empresas, sobre vehículos (matrículas y transferencias), entre otros. La Ley que crea la DGII es la 166-97.

Aunque tiene como visión presentar una imagen de que es una administración cercana al contribuyente, respetada por sus altos niveles de calidad e innovación del servicio mediante procesos simplificados, en la práctica esta institución, en vez de ser un ente facilitador y de soluciones, se ha convertido en un obstáculo, en un escollo, por las trabas, dificultades e inconvenientes que esta le pone a los contribuyentes.

Si una empresa enfrenta problemas financieros o administrativos, que no le permiten cumplir con sus obligaciones fiscales, luego de demostrar su situación financiera con documentos y certificaciones, la DGII, en vez de buscar una salida satisfactoria a su solución, actúa con mucha drasticidad y rigidez; no entra en razones, obligando a pagar lo que ella decida unilateralmente, no actúa con flexibilidad.

Luego que las informaciones son procesadas en su plataforma tecnológica, no hay forma que estas puedan ser modificadas, pues el único criterio que siempre prevalece es el suyo.

La mayoría de los encargados de las agencias locales no están autorizados para tomar decisiones que contribuyan a solucionar los problemas fiscales de los contribuyentes, su único papel es actuar como agente recaudador, pues todo está concentrado en la Dirección General de Santo Domingo. Por un día de retraso, la DGII cobra intereses leoninos, recargos y mora por encima de lo que la ley autoriza.

En cuanto a los impuestos sucesorales, a pesar de la insistencia y gran interés que muestran los sucesores para pagar los impuestos correspondientes, la DGII pone muchos obstáculos para investigar, tasar y estimar el monto a pagar, alegando escasez de personal, lo que genera atrasos, por lo que se le aplica un recargo por los mismos.

Este es el único país que aún requiriendo aumentar sus recaudaciones (presión fiscal), que los contribuyentes tienen que insistir para pagar sus impuestos, la institución recaudadora se la pone difícil.

Para el cierre o disolución de una empresa, esto constituye una odisea, pues esta institución pone todo tipo de pretextos y dificultades para que este proceso no se lleve a cabo, aun presentando todas las documentaciones, pruebas y cumplir con todos los requisitos legales.

Extravían los expedientes depositados y retrasan el proceso para obligar a pagar más impuestos, mora e intereses.

Existen casos de empresas cuyas operaciones cesaron hace varios años, cuyos activos fijos fueron dados en dación de pagos, que ya no existen, sin embargo deben continuar pagando el 1% anual del valor de lo que fueron sus activos fijos, más otros impuestos porque la DGII, por falta de voluntad, no autoriza su disolución definitiva.

jpm-am

Reflexiones de Semana Santa

La Semana Santa es, sin dudas, una fecha sumamente especial para la población cristiana, independientemente de nuestras creencias y de la visión que tengamos en torno a ella.

Constituye una de las conmemoraciones más importantes del cristianismo, porque en ella se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

La Semana Santa es la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de Cristo en la Tierra, es decir, desde su llegada a Jerusalén proclamado Salvador, hasta que es procesado, muerto y resucitado.

Al llegar esta sagrada época, vale la pena hacer una pausa y detenernos un momento para meditar acerca del significado de la misma, y la razón de la muerte y resurrección del Hijo de Dios.

Lamentablemente, en esta pascua de muerte y resurrección de Jesucristo, la mayoría de las personas han reducido esta celebración a cosas puramente triviales, y muy alejado de los principios cristianos que le dieron origen.

En la actualidad, es difícil no caer en la vorágine del consumismo y las algarabías que nos bombardea constantemente durante esta época, cuando lo ideal debe ser el de propiciar un mayor acercamiento de la humanidad con Dios.

Es por ello que en esta fecha tan especial debemos reflexionar en el sentido de que la muerte y resurrección de Jesús obedece a un propósito redentor de Dios, el cual consiste en liberarnos de todo aferramiento terrenal y material que nos impida vivir una vida a plenitud.

Lo que supone seguir edificando juntos un camino de renovación espiritual, para reconocer que sí se puede construir una mejor sociedad entre todos y para todos.

Ojalá que en estos tiempos de celebración cristiana sea propicia la ocasión para renovar nuestro compromiso de fortalecer los lazos de amor y de amistad, superar los conflictos familiares y perdonar de corazón a quienes nos han ofendido, así como promover siempre la reconciliación y la paz.

Está claro que estamos pasando por tiempos difíciles y de muchos retos para los distintos sectores de la sociedad, lo que supone que la esperanza de un mejor porvenir que nos ayude a encarar esos grandes retos y desafíos que nos sobrevienen, debe estar presente siempre en la mente y actitud de cada uno de nosotros.

Ojalá y estos tiempos de Semana Santa nos permitan ser protagonistas de nuestro propósito de vida aquí en la tierra, que podamos tomar las riendas de nuestro destino y proyectar mejores días, con fe, voluntad, buenos deseos, y sobre todo con mucha humildad y trabajo para el bienestar social.

Finalmente, pese a las malas noticias que escuchamos a diario, en esta época de reflexión debemos caminar por el camino de la esperanza, esparciendo la semilla que anuncia la paz, la verdad y las buenas nuevas, con la fe firme de que de esas semillas podamos cosechar ciudadanos responsables, comprometidos, valientes, trabajadores, honestos, temerosos de Dios y que quieran trabajar decididamente para el logro del bien común.

jpm-am

ONU admite situación en Haití es un ‘cataclismo’ y pide enfrentarla

GINEBRA.- La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos aseguró este jueves que la situación en Haití, país asolado por la violencia de bandas, es un “cataclismo” con más de 1.500 muertos a manos de esos grupos en lo que va de año, por lo que pidió acción “audaz e inmediata” para hacerle frente.

Según un informe de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk, los crecientes niveles de violencia de bandas en Haití han agravado la corrupción, la impunidad y el desgobierno, lo que está erosionando el Estado de derecho y haciendo que la población se vea “gravemente privada” de sus derechos.

Corrupción y disfunciones del sistema judicial

“La corrupción generalizada y las disfunciones del sistema judicial contribuyen en gran medida a la impunidad generalizada de las violaciones graves de los derechos humanos, y deben abordarse urgentemente”, afirmó el alto comisionado al presentar el informe.

Momento de reconciliarnos con nuestro lema nacional

En estos tiempos tan inciertos y complicados que vive la nación dominicana, una nación cuyo espíritu danza al ritmo del merengue y cuya fortaleza se ha forjado en la fe y el valor, nos encontramos ante una encrucijada que pone a prueba nuestra esencia.

Una élite política ha oscurecido las esperanzas de muchos, sembrando un sentimiento de amargura en gran parte de nuestra población. Mientras tanto, las continuas crisis de nuestros vecinos nos recuerdan el valor de la estabilidad y la importancia de la unidad.

Recordemos las palabras de Juan Pablo Duarte, el padre de nuestra independencia: «Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor». Estas palabras resuenan con una verdad inquebrantable, especialmente en estos tiempos de incertidumbre.

La nación se ve sacudida no solo por los vaivenes internos, sino también por las crisis que azotan a nuestros vecinos, recordándonos la fragilidad de nuestra estabilidad y la importancia de la unidad.

La Semana Santa se nos presenta como una pausa reflexiva, un momento sagrado para mirar hacia dentro y preguntarnos: ¿Hemos sido fieles al legado de quienes nos precedieron? En el silencio de estas jornadas, hallamos un espacio para la introspección, para volver a conectar con esos valores eternos de fe en Dios, amor patrio y libertad que nos legaron nuestros fundadores.

¿Cómo podemos, entonces, trascender la amargura y el descontento que parecen nublar nuestro horizonte? La respuesta yace en el poder transformador de la fe en Dios y en el amor incondicional por nuestra tierra. Al igual que en las luchas pasadas por nuestra independencia y soberanía, la fe en algo más grande que nosotros mismos fue el faro que guió a nuestros héroes. En esta Semana Santa, miramos hacia la cruz no solo como símbolo de sacrificio, sino como un recordatorio de la esperanza y la renovación.

La historia nos sirve de espejo, mostrándonos las huellas de aquellos que nos precedieron y las encrucijadas donde otros han tropezado. Las lecciones de naciones hermanas como Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua resuenan como ecos de advertencia y guía. Nos recuerdan la importancia de permanecer fieles a nuestros principios y los peligros de desviarnos del camino.

Imaginemos, por un momento, una República Dominicana renacida, donde el temor, la inseguridad y la corrupción sean meras sombras del pasado. Una nación donde cada ciudadano, movido por el temor reverente a Dios y el amor a su patria, contribuya a forjar un futuro lleno de esperanza y oportunidades. Este es el futuro que podemos construir juntos.

Que esta Semana Santa marque el inicio de un compromiso renovado, no solo con nuestras creencias personales, sino también con el legado que deseamos dejar. La cruz de Cristo, más allá de su significado religioso, simboliza la intersección entre nuestro pasado y nuestro futuro, entre nuestros errores y nuestra redención.

Así, en este momento sagrado, desde el Frente Cívico y Social hacemos un llamado a cada corazón dominicano: despertemos a la grandeza de nuestra herencia, a la fortaleza que reside en nuestra unidad y fe en Dios. Juntos, podemos transitar este camino hacia la redención, abrazando los desafíos como oportunidades para reafirmar nuestra identidad y propósito.

Que la Semana Santa sea el umbral que crucemos hacia un nuevo capítulo de nuestra historia, uno lleno de luz, paz y prosperidad.

¡Despierta, RD!