Vaguada provocará más lluvias sobre RD (ESTA NOTICIA YA ESTABA PUESTA DESDE HACE UN RATO)

SANTO DOMINGO.- Un sistema de baja presión y una vaguada localizada en la porción este de República Dominicana provocarán aguaceros, truenos y relámpagos, anunció la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
Las precipitaciones ocurrirán principalmente en la mañana y la noche de este lunes sobre los poblados del Sur, Suroeste, zona fronteriza, cordillera Central y centro del país.
En el resto del territorio nacional habrá un cielo con nubes dispersas y posibles chubascos aislados en la tarde.
A partir de este lunes el viento comenzará a soplar del sureste, arrastrando un aire cálido y húmedo que aumentará las temperaturas.
En el Distrito Nacional estará nublado, con aguaceros dispersos, tormentas eléctricas y posibles ráfagas de viento.
En la provincia Santo Domingo estará nublado con aguaceros débiles a moderados, tormentas eléctricas y aisladas ráfagas de viento.
jt/am

Yo tengo un sueño

Hace 170 años, Juan Pablo Duarte y un pequeño grupo de hombres se emplearon a fondo para libertar a este país de una dominación oprobiosa.
Proclamaba el padre de la Patria que entre los dominicanos no se impondría ninguna supremacía racial. Contrasta esta proposición con la Constitución haitiana del 1805, cuyos fundamentos eran el exclusivismo de la raza negra sobre todo los demás grupos étnicos. Ni en la Constitución dominicana de 1844, ni entre los patricios que forjaron la Independencia tras doce años cabales de guerra plena, prevaleció el ideario de la desigualdad jurídica de las personas, fundado en la raza. A nadie se le privó, tal como fue el caso de la Constitución haitiana, de la nacionalidad del Estado por pertenecer a un grupo racial proscrito. Dato que constituye la quintaesencia del artículo 12 de la Constitución refrendada por el Emperador Dessalines en 1805.
La Constitución dominicana del 6 de noviembre de 1844 no dio nacimiento a una nación agresiva. Tan pronto como los dominicanos proclamaron su Independencia reconocieron que el ejercicio de su soberanía quedaba circunscrito por las fronteras internacionales, fijadas por el Tratado de Aranjuez de 1777, entre las dos metrópoli que entonces se repartían el señorío de la isla de Santo Domingo. Muy distintos de los propósitos de la Constitución haitiana de 1805 que establecía en su artículo 18 que el territorio que ocupaban los dominicanos, pertenecía al dominio del Imperio fundado por Dessalines. Disposición que se mantuvo vigente en las Constituciones haitianas hasta el Tratado de Amistad y Navegación entre los dos Estados independientes en 1874.
El drama que vivieron los dominicanos hace 170 años sólo puede visualizarse, cuando se examina la lista de agravios padecidos durante esa etapa humillante. Abusos, sufrimiento, abandono, despotismo, desastres. El país no contaba con un Ejército que lo defendiera. No tenía fronteras seguras. Sin fronteras, la nación corría el riesgo de disolverse. No contaba con la solidaridad de nadie. Sin embargo tras el trabucazo de Mella, tras la guerra y el arrojo de tantos, tras un paréntesis de pesimismos y caídas, como fue la Anexión y la Restauración, la República Dominicana logró establecer su plena Independencia de Haití, volviendo una realidad tangible, después de un rosario de vicisitudes y sacrificios, el sueño de Juan Pablo Duarte.
Ya no éramos el pueblo esclavizado a la voluntad desquiciada de los dictadores y reyezuelos haitianos. Habíamos conquistado el derecho a la autodeterminación y al gobierno propio. Tras una noche de cautiverio babilónico de veintidós años de oprobio,nos enfrentamos con el día esplendoroso de nuestra Independencia. Al día siguiente, pudo reabrirse el culto en las Iglesias; los maestros y alumnos volvieron a las escuelas cerradas por la política oscurantista de Boyer; se volvió a enseñar la lengua de los dominicanos; el pueblo volvió a tomar el control de su vida y de su porvenir. Teníamos entonces derecho a tener una Constitución, a administrar la justicia, a disponer del territorio histórico que recibimos como un legado de un glorioso pasado y a intentar ser felices. Sin que las atroces interferencias extranjeras anularan la libertad de nuestro pueblo.
El sueño de Juan Pablo Duarte expresado en el proyecto de Constitución, en su ideario, en las ideas del Manifiesto del 16 de enero de 1844, en los pensamientos dispersos en su correspondencia, era que tuviésemos un país libre de la dominación haitiana y de toda otra dominación. Una sociedad de derechos, donde la ley se imponga al caudillismo; donde el Gobierno respete cada uno de los preceptos de la Constitución y donde el pueblo sea el depositario de la soberanía.
Al compararlas con las formas de Gobierno impuestas por los haitianos surgen las grandes diferencias. Los dominicanos rechazaron en su primera Constitución la figura del Emperador absoluto con que se inicia la vida constitucional haitiana encarnada en el Emperador Jean Jacques Dessalines (1804-1806) y continuada postreramente por el emperador Faustin Soulouque (1847-1855); objetaron la estampa jurídica de la Monarquía representada por el reino de Henri Christophe (1806-1820) y se opusieron al modelo del Presidente vitalicio simbolizado por el Gobierno de Alexandre Petion (1806-1818)y luego por su sucesores que van de Jean Pierre Boyer (1818-1843) a los Duvalier (1957-1986). Ningunas de las formas de Gobierno surgidas del movimiento de Independencia haitiano tuvo eco en el enfoque constitucional dominicana, representado por la idea del sufragio, del presidencialismo sujeto a la ley y a las Constituciones con que se han fraguado las democracias modernas. Ninguno de esos gobiernos, todos de nefastos resultados, superan la concepción democrática y descentralizada del poder concebida por Juan Pablo Duarte.
Todos los sueños que hemos imaginado después de este gran sueño no pueden prescindir de la nación. Sin la nación dominicana, asentada en la porción oriental de la isla de Santo Domingo, no hubiéramos logrado los progresos que nos han sacado de una larguísima etapa de barbarie y deshonor. Sin la nación dominicana, la obra sagrada de los hombres y mujeres, que habitan el panteón nacional, se hubiese deshecho. Se hubiera desplomado el esfuerzo verdaderamente extraordinario de las generaciones pasadas, que lograron contener la destrucción del territorio, la disolución de las instituciones, el hundimiento de la economía, y rescatarnos de un abismo de tinieblas a que nos sometió la infame dominación extranjera.
La nación que ejerció su dominación devastadora sobre los dominicanos, había heredado toda la riqueza de Saint Domingue, la colonia más rica del continente. Durante más de medio siglo trataron de imponerse por sus descomunales medios militares, por sus arteros dispositivos diplomáticos y haciéndonos la guerra psicológica. Sus desquiciados métodos de Gobierno desplomaron toda la prosperidad que habían heredado de la época del dominio francés. Todas las tramoyas de un pasado de riqueza y esplendor quedaron desguazadas, hasta transformar a ese país en un pueblo de mendigos.
La dualidad territorial social y económica de la isla de Santo Domingo, plantea, el desafío permanente de nuestra continuidad histórica como nación. La República Dominicana es un equilibrio de las culturas, de las sociedades, de las economías y de los territorios. Todas las amenazas a ese equilibrio han venido siempre del oeste hacia el este. Ningún gobernante dominicano puede ignorar esa realidad desoladora. La primera obligación de nuestros hombres de Estado es evitar que se rompa el equilibrio demográfico. Como los haitianos sólo reconocen la nacionalidad por origen o jus sanguini no corren ningún riesgo. República Dominicana tiene la nacionalidad por origen y por nacimiento en el territorio, dentro de las condiciones fijadas por la Constitución. En las circunstancias actuales resulta ideal un sistema de legislaciones recíprocas. Es decir, que haitianos y dominicanos se rigieran por el jus sanguini (nacionalidad por origen). De este modo, quedarían selladas las fronteras jurídicas de ambos países.
Hemos permanecido atrapados en las realidades ideológicas que caracterizaron el siglo XX. El enfrentamiento entre el socialismo real y las democracias liberales, esa etapa histórica llamada Guerra Fría. Durante ese período las relaciones internacionales fueron enfocadas como la expresión de estas rivalidades. Muchos sucumbieron a la tendencia a querer explicarlo todo con los esquemas de ese mundo que, por fortuna, quedó desplomado con la caída del Muro de Berlín en 1989.
Durante esos años, mucha gente se olvidó de las realidades nacionales. Todo ese mundo sepultado, ignorado, salió brutalmente a flote, tras el derrumbe de la Unión Soviética surgieron más de 16 Estados independientes. En Yugoslavia, tenemos seis nuevos Estados; Checoslovaquia se fraguado dos Estados independientes. Todavía hay mucha gente que repite los mismos esquemas ideológicos, olvidándose que los intereses territoriales, nacionales han desplazado ya esas perspectivas.
Yo tengo un sueño. Que los dominicanos pueden recuperar los empleos que el país produce en la agricultura, en la construcción, en la buhonería, en los servicios. Que puedan modernizar la agricultura, auxiliar a sus compatriotas que han sido brutalmente despojados de las posibilidades que el país produce. Que los dominicanos recuperemos el control de lo que somos. Que no le sean arrebatados sus derechos para dárselo a los indocumentados procedentes del país vecino. Que sus fronteras se mantengan cerradas a la inmigración ilegal. Que Haití deje de ser una amenaza a nuestra prosperidad, y se transforme en un vecino, con el cual mantengamos buenas relaciones. Cada uno en su territorio histórico. Cada uno dueño de su destino.
Yo tengo un sueño. Que los dominicanos recuperen sus hospitales y sus escuelas. Que desaparezca la desesperanza y que, llegado el fin de la ocupación extranjera, podamos dedicarnos a construir la felicidad. A reencontrarnos con nuestro país, sin interferencias extranjeras.
No podemos esperar a que Haití se recupere para realizar ese sueño. Porque el tiempo de la recuperación de Haití y el tiempo de la disolución de nuestro territorio no son homogéneos.
Independientemente de los derroteros que tome el caso haitiano, tenemos derecho a subsistencia cultural. Es probable, que la única forma de legarle a las generaciones futuras de dominicanos un país viable sea construyendo un muro de la amistad y de la buena convivencia entre dos sociedades distintas. Un muro que nos proteja de la inmigración ilegal que desnacionaliza el empleo, destruye el valor de salarios, retrasa la modernización y provoca la fractura de nuestra sociedad. Un muro contra la delincuencia, el contrabando, el narcotráfico, el tráfico de armas ilegales . Un muro que les devuelva la confianza y la paz a los dominicanos y que nos coloque en la senda de la regeneración y de la reconstrucción de todo lo que se ha destruido en esta sociedad. Un muro que proteja a nuestros hijos de las enfermedades del país más insalubre del continente. Un muro contra el tráfico de personas, trata de seres humanos. Un muro que nos proteja de la importación de la miseria. Que nos devuelva la confianza en nosotros mismos. Que los haitianos se ocupen de sus problemas, y nosotros de los nuestros. Era ése el sueño de Juan Pablo Duarte. Poder llevar al dominicano, con su talento, con su esfuerzo, con el amor por su tierra y por los suyos, como Moisés condujo a su pueblo a las puertas de la tierra prometida.
Durante los últimos años, los desgarramientos, la inestabilidad, las desgracias nos llegan del oeste. Pero el este, que somos nosotros, tiene derecho a existir. El colapso del Estado haitiano, su desplome no debe ser pretexto para suprimir la libertad y la existencia del pueblo dominicano.
¡Yo tengo un sueño! , proclamó en Washington un 28 de agosto de 1963,el reverendo Martin Luther King. No se trata de que el país se entregue a extranjeros, sino de que el pueblo excluido de los empleos, de las escuelas, de los hospitales comenzara verdaderamente a existir. Que seamos libres, al fin, para vivir en paz, para imaginar nuestra felicidad, sin las odiosas, sin las horribles interferencias extranjeras.

CONGO: 15 muertos tras disturbios en partido de fútbol

Kinshasa, 12 may (PL) Por lo menos 15 personas murieron aquí por la violencia desatada ayer durante un partido de fútbol entre el ASV Club y el Tout Puissant Mazembe, dos equipos muy populares, según reportes provisorios conocidos hoy. «El balance actual es de 15 muertos y 21 heridos», dijo a la prensa el gobernador de Kinshasa, André Kimbuta, quien junto al ministro del Interior, Richard Muyej, se trasladó al hospital Mama Yemo, adonde fueron llevados 14 cuerpos sin vida y 11 lesionados.Ambos conjuntos se enfrentaban en la sexta y última jornada de los play off de la primera división. «Los seguidores del ASV Club, disgustados por el desempeño de su equipo y la victoria que obtenía el Mazembe, comenzaron a lanzar objetos a la cancha y el árbitro tuvo que detener el juego en varias ocasiones», informó Radio Okapi. Otros medios radiales y televisivos confirmaron una batalla de piedras, seguida por una avalancha humana en los últimos tres minutos cuando el Tout Puissant Mazembe ganaba 1-0. La policía lanzó gases lacrimógenos para tranquilizar a los aficionados del ASV Club y hubo una estampida en las tribunas. En el desconcierto un muro del estadio se derrumbó, señaló Radio Okapi. «Una comisión investigadora determinará responsabilidades y los autores serán identificados y se juzgarán con todo rigor», aseguró Kimbuta.

Tentaciones impositivas

Ante los débiles
resultados económicos y financieros que muestra la República Dominicana en los actuales
momentos, producto de los desaciertos administrativos acumulados los últimos
años, a mediados del pasado mes de marzo del año que discurre el Fondo
Monetario Internacional (FMI) indicó la receta a seguir para corregir o paliar
tales males que afectan directamente las finanzas del país en la cual incluyó
las siguiente recomendaciones: ampliar la base tributaria, reducir las
exenciones fiscales, contener el gasto público, ajustar la tarifa eléctrica y
contener el crédito al sector público.

No obstante a tales
recomendaciones que muchos expresan que son más duras que las que dicho
organismo internacional de financiamiento exigiera cumplir al país en el último
Acuerdo Stand By del 2009 a 2012, lapso en el que la deuda consolidada era de
un 35% del Producto Interno Bruto (PIB) con una expansión fiscal del orden del
40%.

Las últimas y urgentes recomendaciones
del FMI obedecen a que la deuda del sector público consolidado (Gobierno
Central, Banco Central, Ayuntamientos e Instituciones descentralizadas)
asciende a más del 48% del PIB, lo que equivale a decir que la situación
financiera del país se encuentra ya en cuidados intensivos.

Se estimó que para el
presente año dicha deuda pública bajaría a los niveles del 2011 o 2012 es
decir, a un 35% del PIB, pero en vez de bajar la han llevado al peldaño de la
insostenibilidad fiscal pues los intereses de la deuda en el año 2005
representaban el 25% del total del servicio de la deuda, mientras en 2013 subió
a 34.1%.

Pese a estos signos
negativos y alarmantes de las finanzas públicas dominicanas, las autoridades
gubernamentales no han obtemperado a las recomendaciones del FMI, economistas y
financistas del patio manteniendo las mismas exenciones fiscales (gastos
tributarios) los mismos niveles de sueldos de altos funcionarios, nóminas
supernumerarias y parasitarias y aumento del crédito a favor del sector público,
publicidad, combustible, vehículos lujosos de alto consumo, celulares, entre
otros, ante niveles de ingresos tributarios reducidos.

Frente a estos
desaciertos de gestión administrativa y financiera se habla de un pacto fiscal
entre sectores económicos, políticos y sociales que no termina de iniciar, a
los fines de transparentar las aplicaciones de las cargas tributarias,
disminuyendo y haciendo más justos y equitativos los pesados e insostenibles
impuestos indirectos, reducción y eficientización el gasto público.

Mientras se amenaza de
forma implícita y soterrada con un aumento de impuestos, bajo el alegato de que
el país tiene una presión tributaria de apenas un 13% del PIB, cuando se sabe
que la misma se coloca en más de un 20%
del PIB si se computaran juiciosamente todos los impuestos que de manera desorganizada el gobierno cobra
a los diferentes sectores económicos de la nación y que organizaciones
empresariales han pedido evitar que se aplique más impuestos.

Estas distorsiones
financieras siguen trayendo al país aumento del desempleo que se arguye que
ronda el 16% de la población económica activa (PEA) y un 32.17% de desempleo
entre jóvenes de entre los 15 y 24 años, con dificultad para conseguir su
primer empleo.

Asimismo, un aumento de
la informalidad empresarial lo que da como resultado menores recaudaciones
tributarias, mayores impuestos a las personas físicas los cuales aumentaron en más
de un 45.5% al pasar de RD$1,501.3 millones en el 2012 a RD$2,184.44 millones
en el 2013, aumento de la pobreza desde un 34% a un 42.2% de la población dominicana
y por supuesto mayor delincuencia y violencia.

Poca creación de nuevos
empleos, estimándose para el primer trimestre de 2014 en 24 mil nuevos puestos
de trabajo que si se extrapola para todo el año 2014 serían unos 96 mil nuevos
puestos, muy bajos en relación al crecimiento que se estima de la economia la
cual se cree que crecerá un 4.5% y para lograr la meta de más de 100 mil empleo
se necesitaría que la economia crezca por año más de 10% del PIB.

También aumento del Índice
de Costos Directos de la Construcción de Viviendas (ICDV) el cual creció un
3.65% en relación al año 2012 el cual alcanzó un 2.88%, bajos salarios que han
perdido su poder de compra, aumento del déficit eléctrico el cual se colocó en
el 2013 en unos US$1,200 millones.

De forma tal, que si esta
situación ha de seguir como va las finanzas públicas llegarán al extremo de la
insostenibilidad al no poder frente a los objetivos y metas que pretende
alcanzar el país en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) y de
paso no podrá lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en
educación, salud, pobreza, entre otros, relativos a la
nación dominicana.

¡Que se despejen ya los
nubarrones de una nueva reforma tributaria! lo que equivale decir más impuestos
sin disminuir y eficientizar los gastos públicos en cambio se administren mejor
las finanzas públicas.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

Sin Temor… Ni Favor… Cepas Madres

“La educación de un niño empieza 100 años antes de que nazca”. Viejo aforismo que claramente nos dice que el ambiente y costumbres que imperen donde nace una criatura van a ser parte esencial y definitoria de su educación, su criterio como ser humano y su sentido común y comportamiento. Se estima que ese es el tiempo que esa comunidad requería para ir avanzando en criterios, responsabilidad y todo aquello que hace que la vida en sociedad sea posible y más feliz, pues cada persona conoce su rol, sabe distinguirlo y cumplirlo respetándose y respetando a los demás. Hoy posiblemente con la mayor educación y mejor comunicación social este tiempo quizás sea menor, pero es necesario y finito para que ese nuevo ser se pueda ubicar y vivir adecuadamente dentro de una sociedad organizada. Este comportamiento es normal en organizaciones animales. En una colmena de abejas, un hormiguero por ejemplo, cada uno de sus miembros cumple su rol con extrema rigidez, aprendido de las generaciones anteriores. Cuando yo nací existía un régimen de oprobio, dictadura y de no libertad, del que por varios lustros no me percaté ni lo sufrí, y hoy agradezco esa parte buena. Estábamos saliendo de una sociedad casi tribal donde el derecho natural suplía la falta de leyes y orden y digan lo que digan, fuimos adquiriendo disciplina, responsabilidad y cada uno se adaptaba y cumplía el papel asignado o escogido y lo cumplía a cabalidad, aparte de amiguismo y compadrazgo. Teníamos total seguridad, nadie nos molestaba, raptaba, violaba o molestaba. A la policía la respetábamos y eran nuestra garantía de niños. Cuando cada elemento de una sociedad o de un maquinaria mecánica, eléctrica o electrónica cumple con su propósito, como lo hacen los órganos del cuerpo, el resultado es armonioso, lógico, claro y efectivo. Hoy todos simulamos. Nuestra conciencia del deber se ha evaporado tras 50 años de anarquía, demagogia y relajo. Ya solo queda una inmensa ambición y la conciencia de que la sociedad es para que la exprimas, engañes, maltrates y esclavices, y la libertad es libertinaje. Los matones y el sicariato que empezaron siendo atributo casi exclusivo de las autoridades, han rebasado todo límite. Ya ni guardias, policías ni generales son respetados, la vida es el don que nos regala cada día algún perdona vidas que quiere lo nuestro o al que le dieron unos pesos para que nos elimine. La policía y los cuerpos de seguridad no solo están llenos de ellos, sino que los entrenan y premian su maldad y eficiencia (aun se busca la “Soga”), y ahora ellos han comenzado a actuar por su cuenta. Cada día hay muchos muertos que no se investigan, que los matadores dicen que fue por intercambio de disparos, y si acaso alguno se investiga son ellos mismos que se barren desde dentro. El tercer poder del gobierno, ese que se llama justicia, en la mayoría de los casos no cumple su papel. Las altas cortes fueron diseñadas para protección de políticos corruptos. El legislativo menos, está ocupado con sus barrilitos, frijoles con dulce, regalos para las madres, etc. El gobierno tampoco. Siendo la rama ejecutiva, no se inmuta, ya está acostumbrado como todos nosotros y marcando el paso en la deformación de mentes, salvo para proteger y amparar a los que han depredado este país, dando el ejemplo negativo para todo habitante de esta nación, que sabe que si actúa según dicen las leyes y la constitución puede convertirse en un problema y luego de muerto hasta recibir martillazos en su ataúd, para que no lo desentierren y lo tiren al suelo como vil perro muerto para robarle el féretro. Ante este panorama del que solo he dado algunas tristes pinceladas, como vamos a afrontar el futuro, de donde saldrán la cepa madre para algún día empezar de nuevo por el camino correcto.

Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *11/IV/2014

VENEZUELA: Tarjeta de abasto electrónica

CARACAS, Venezuela.- El gobierno venezolano piensa en implantar una tarjeta de abastecimiento electrónica, similar a la que existe en Cuba. Las autoridades quieren frenar la falta de productos con una tarjeta de abastecimiento electrónica que podría entrar en vigor dentro de unas semanas. Para la oposición se trata de una cartilla de racionamiento al estilo cubano. FUENTE: rtve

Reflexión sobre la diáspora dominicana

Según la obra «Nación y Nacionalismo» de Ernesto Gellner, «las diásporas son el resultado de los eventos económicos, políticos y sociales de su época.
La enciclopedia libre (Wikipedia) define la diáspora como la dispersión de grupos étnicos o religiosos que han abandonado su lugar de procedencia por diversas razones y se encuentran repartidos por el mundo.
En los últimos anos, el sustantivo «diáspora» es utilizado por una gran cantidad de políticos y comunicadores para identificar a los nacionales de un país que han emigrado y residen fuera de su territorio, es decir, en otro Estado o nación.
Independiente de su más exacta definición, existen evidencias de que el fenómeno de inmigración o migración viene desde tiempos inmemorables. Por ejemplo, el viejo testamento predice que «el pueblo judío será un pueblo errante, por no haber obedecido las directrices de Dios». Específicamente en el libro de Éxodo se pueden leer las vicisitudes que padeció el heróico pueblo Hebreo para llegar a la tierra prometida (Israel).
Se considera que el capitalismo, conjuntamente con las manos invisibles de su mercado y del capital, la reorganización mundial después de la Segunda Guerra Mundial, la creación de las Naciones Unidas, la masificación de la comunicación instantánea y el proceso de globalización de las economías, han contribuido a la fuga acelerada del capital humano (sean estos cerebros y/o mano de obra calificada de los países pequeños en vías de desarrollo) hacia las grandes metrópolis, y por ende, la creación de las diásporas modernas.
La mejor muestra de este fenómeno es que, según todas las instituciones internacionales, se mueven más de 4 millones de inmigrantes por el mundo y se han acumulado un total de 232 millones al día de hoy, los cuales envían entre 400 a 500 mil millones de dólares cada año a sus países de orígen. Nota: 500 mil millones de dólares supera a la inversión extranjera directa a sus países de origen.
En el caso de la Republica Dominicana, el nacimiento, composición, crecimiento y desarrollo de su diáspora y del mismo Estado Dominicano están estrechamente relacionados a la colonización europea (España) del 1492 y a las intervenciones militares norteamericanas de 1916 y 1965. Estos tres acontecimientos históricos nos explican nuestra migración a esas regiones del mundo y nuestros intercambios comerciales y culturales con Europa (España) y los Estados Unidos al día de hoy.
El origen de la migración dominicana hacia los Estados Unidos está estrechamente vinculado con el posicionamiento de ese país en el mundo como proyecto de potencia mundial luego de las Guerras mundiales (1era y 2da), y sobre todo, luego de la década dorada de la economía norteamericana (los años 60), cuando obtuvo un PIB mayor de un 5% por más de 7 años consecutivos y una baja tasa de fertilidad materna.
Estados Unidos se vio en la necesidad de modificar sus leyes de inmigración y crear lo que se conoce como The Inmigración Act del siglo XIX y XX para atraer trabajadores de todo el mundo, incluyendo de la República Dominicana.
Nuestros orígenes como diáspora también los podemos encontrarla en las décadas del 1960 y 1970, cuando con la ayuda de Estados Unidos se elimina la tiranía de Trujillo (1961), el triunfo de Juan Bosch (1963), la revolución de 1965, cuando Joaquín Balaguer asume la presidencia (1966) y los triunfos del PRD (1978 y 1982).
Con el triunfo del PRD, en 1978, fue notorio el crecimiento de nuestra diáspora en el exterior, especialmente en los Estados Unidos (Nueva York), motivada por la decepción ideológica de la juventud dominicana y por dificultades económicas. Aunque, según datos estadísticos de los Estados Unidos, la mayor migración dominicana ocurrió entre 1990 y 1994, luego del fraude electoral contra Juan Bosch y el PLD (1990), el desplome de la Unión Soviética y el engaño al doctor Peña Gómez en las elecciones de 1994, una combinación de crisis política y mala economía.
Hoy, la República Dominicana cuenta con una diáspora que supera el millón y medio de personas, solo en Estados Unidos, y se estima que el PIB de los dominicanos en el exterior oscila entre los 30 a 40 mil millones de dólares anuales, de los cuales los que vivimos fuera envíamos unos 6,000 millones distribuidos de la siguiente manera: 3,000 vía remesas y 3,000 en bienes y servicios que van en forma de alimentos, electrodomésticos y ropa, entre otros.
Ahora bien, es importante destacar que esos 6,000 millones de dólares van directamente al vientre (estómago) de los pobres de la República Dominicana, que según la página web de la CIA son más del 45% de la población. Es bueno observar que esta cifra (6,000 millones de dólares) representa 6 veces el volumen de inversión extrajera directa que ha llegado a nuestro país y que en la última década (60,000 contra 10,000)
En conclusión, si el Etado Dominicano acepta como buena y valida la teoría del economista Timothy Taylor, de la Universidad de Stanford, en Connecticut, quien en su cátedra «América y la Nueva Economía Global.» nos asegura que cuatro elementos son básicos e indispensables para incrementar la productividad de un país, y por ende, su Producto Interno Bruto (PIB). Estos elementos son: el capital humano, el capital financiero, el número de los trabajadores que está en el proceso productivo y el nivel de manejo de la tecnología de cada uno de estos trabajadores.
Ademas, si analizamos la tesis sobre la sociedad post industrial, del polaco-americano Danile Bell (1930-1975), ex catedrático de las universidades de Columbia y Harvard, quien establece que en esa sociedad, que ya empezamos a vivir hace unos años, lo principal no será la producción de bienes materiales, ni el dinero, ni los recursos naturales, sino los recursos humanos calificados (capital humano).
Si comparamos la comunidad dominicana en el exterior con estas teorías, nos daríamos cuenta que esta posee tres de esos cuatro elementos indispensables para el desarrollo, de los cuales nuestro país muy bien podría beneficiarse. Por ejemplo:
1- Capital humano: En el área conocida como «Tri-estatal» (Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut) y la llamada región de Nueva Inglaterra, compuesta por Massachusetts y Rhode Island, el número de estudiantes de primera y segunda generación de origen dominicano es considerable, es un capital humano inagotable y posible de incorporar al desarrollo del país de diversas maneras.
2- Manejo de la tecnología: Podríamos afirmar que el 90% de los miembros de la diáspora dominicana de primera y segunda generación tiene un manejo tecnológico similar al prevaleciente en los países desarrollados donde hay comunidad dominicana establecida. Son pues, productores con tecnología avanzada.
3- en mi opinión, el Estado Dominicano debería crear mecanismos de integración de los inigualables recursos de la diáspora dominicana, constituida por más de 2,000,000 de compatriotas de varias generaciones y distribuidos en varios continentes. Esto es el capital humano infinito y gratuito de nuestro pueblo.
Finalizando, es importante entender que el futuro de nuestra diáspora y de la misma República Dominicana están íntimamente ligados a la intención, habilidad y capacidad política del Estado de innovar, crear, desarrollar y mantener vivos nuestros hábitos comunes y costumbres, que son parte de los intereses de la diáspora de primera, segunda y subsiguientes generaciones, y al mismo tiempo aprovechar el inmenso caudal de recursos que esta posee en beneficio de los más pobres.
jt/am

Soldado chileno destacado en Haití muere de infarto en RD

SANTIAGO DE CHILE.- Un soldado chileno destacado en Haití murió el domingo de un infarto tras ser atendido en varios centros médicos de Santo Domingo, en la República Dominicana, informaron fuentes del Ministerio de Defensa de Chile. El fallecido es el sargento segundo del Ejército Ricardo Enrique Flores Rojas, de 38 años, quien se encontraba prestando servicio como parte del Batallón Chile XXI en la misión de paz en Haití (Minustah). El sargento Flores, según el comunicado oficial, se encontraba en compañía de otros dos militares disfrutando de un día de descanso en la ciudad de Boca Chica, República Dominicana. Durante la mañana de este domingo, mientras se hallaba en su lugar de alojamiento, se sintió mal y fue atendido de urgencia en la Clínica Centro Médico Cuevas-Leclerc, de Santo Domingo. Pero debido a la falta de recursos médicos adecuados en ese lugar debió ser trasladado a una segundo clínica y después al Hospital Integral número tres de Santo Domingo, donde a pesar de los intentos de reanimación falleció a las 18:40 horas GMT. El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para determinar con exactitud las circunstancias de la muerte, si bien la causa preliminar es un infarto al corazón. El motivo concreto del fallecimiento del sargento Flores -que estaba casado y era padre de tres hijos- será confirmado mañana mediante el correspondiente procedimiento, toda a vez que el caso se encuentra a cargo del instituto forense local. FUENTE: nuevo herald

Internacional Socialista exhorta Presidente Haití hacer comicios libres

LA ROMANA, República Dominicana.- El Comité de la Internacional Socialista (IS) para América Latina y el Caribe concluyó su reunión anual de dos días, celebrada en Casa de Campo, con una declaración conjunta sobre la situación económica de los países del hemisferio y los desafíos que enfrenta la democracia en el continente. Emitió dos resoluciones sobre la situación política en Haití y Venezuela, pidiendo elecciones limpias y transparentes este año para la vecina nación haitiana y respeto a las libertades públicas y derechos humanos en Venezuela, la inmediata liberación de los presos políticos y el regreso de los exiliados. Con relación a la situación de crisis política en Haití, hizo un llamado al gobierno de Michell Marthely para que puedan darse las condiciones indispensables para la realización al final de este año de elecciones libres, honestas y democráticas. Pidieron a los partidos políticos haitianos, representantes de la sociedad civil y a los demás sectores del país que continúen el diálogo y la concertación para hacer creíble y aceptable el proceso electoral. FUENTE: proceso

Pertenece a abogado arma utilizada para asesinar 2 mujeres

SANTO DOMINGO.- El arma utilizada para asesinar a la sobrina del presidente del Colegio Médico Dominicano, Natasha Sing, pertenece al empresario y abogado Julio Cepeda Ureña, esposo de Sanhys Dotel Ramírez, presunta autora intelectual de la muerte por encargo de otra mujer (Zuleica Flores Guzmán), confirmó la Policía.
El jefe de la Uniformada, Manuel Castro Castillo, explicó que Cepeda Ureña accedió a entregar el arma de manera voluntaria para la prueba balística.
Dijo que los resultados de las pruebas ya fueron entregados a las autoridades judiciales. «Ahora esperamos que condenen de manera ejemplar a todos los implicados en este caso, para poder disuadir el sicariato en el país», expresó.
«Ya la Policía cumplió con su responsabilidad, entregamos todas las pruebas, ahora pasa a una investigación penal», subrayó.
Además de Dotel Ramírez, por el doble crimen han sido apresados su sobrino, Francis Fermín, Jesús Manuel Mendoza Benítez (El Patrón) y Jhonny Sención Gómez.
También, Amaurys Soriano García (El Nevado) y Luis Abel Mariano Pérez (Luisito), acusados de haber ejecutado a las dos mujeres, por lo cual cobraron 200 mil pesos por cada asesinato.
Según la Policía, Dotel Ramírez mandó a matar a Flores Guzmán por celos el pasado 28 de abril con El Nevado y Luisito, quienes previamente asesinaron por equivocación a Sing, el 7 del mismo mes.
jt/am