Otra idea tonta

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EL AUTOR es economista y ensayista. Reside en Santo Domingo

Del cráneo de quienes idearon la campaña promocional de nuestra marca país, en lugar de un logo comprensible, salió un anuncio confuso, cuyo mensaje debieron explicar mediante un slogan problemático por la imposibilidad de que nuestro país sea “La república del mundo”.

No hace falta tener mucho cráneo ni asesoría extranjera para caer en cuenta que hace ya setenta y un años un dominicano que residía en La Habana formuló el eje que debería guiar la confección del logo sustentador de nuestra marca país.

Brotó del fondo patriótico de aquel quisqueyano que mediante la contundencia de una originalidad incuestionable, hizo en 1949 la conmovedora revelación de que “en este inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol, hay un país colocado en el mismo trayecto del sol”.

Sin importar donde se encuentre, cualquier dominicano sentiría un estremecimiento súbito y quedaría de inmediato identificado con la siguiente afirmación:

República Dominicana

“En el mismo trayecto del sol”

Veamos la obvia relación que ese aserto guarda con nuestra principalísima industria turística. La idea de un sol radiante y permanente ofrece una solución clara y automática a la propuesta de ese sector. ¿Qué mejor opción pudiera tener un europeo, un canadiense o un estadounidense ansioso de escapar de la inclemencia invernal, que irse a un país colocado siempre en el mismo trayecto del sol?

Por tratarse de una condensación poética, el logo se enmarcaría a la vez en una solución de corte cultural.

Los otros dos objetivos, inversión y exportación, planteados para la campaña, quedarían implícitos. Por regla, un logo nunca debe sobrecargarse.

En cuanto a la curiosa meta de “ciudadanía”, tanto por vaga e improcedente como por carecer de sentido, la he excluido ex profeso.

Para complementar un recurso promocional fundado como el descrito en la clarividencia de nuestro Poeta Nacional, bastarían los colores de nuestro pabellón: una franja azul por arriba y otra roja por debajo, quedando todo el centro en blanco.

Mediante un logo nutrido del pensamiento poético más autorizado de la nación, no solo inauguraríamos una etapa oportuna de explotación mercantil de los valores genuinos de nuestra cultura, sino que de paso le rendiríamos un tributo singular y merecido al insigne Pedro Mir.

Todo el crédito sería para el fecundo artífice del Contracanto a Walt Whitman, para el ilustre autor “recogido de voces, lleno de pupilas que a través de las islas se dilatan”, para ese antillano “nacido justamente, y pobremente, en suelo quisqueyano”, y que  no por eso se acobardó para hablarle a un “cosmos, a un hijo de Manhattan de barba luminosa”, como él mismo llamó al formidable progenitor de Canto a mí mismo y Hojas de hierba.

Sus versos son una promoción infalible, apretada y gratuita de nuestras bondades geográficas: un país con “una inmensa bahía y otra inmensa bahía”. Un país “con un asombro de ríos verticales”. Un país con “tierra desde el canto de los gallos y tierra bajo el galope de los caballos”. Un país fluvial. Un país “donde ruedan montañas por los valles como frescas monedas azules”.

Sus versos son una promoción sublime, sustentable y gratuita de las riquezas de nuestra flora, y en forma tangencial, también de nuestra fauna: un país “donde duerme un bosque en cada flor y en cada flor la vida”.

Sus versos son una denuncia cuajada en una realidad social perfilada a la sombra de un régimen tiránico egoísta: un país “donde un campesino breve, seco y agrio muere y muerde descalzo su polvo derruido”. “Un país pequeño y agredido”. Un país de caña, miel y azúcar, donde todo es propiedad del ingenio.

Sus versos son un llamado responsable a la necesidad de ejercer sin cortapisas el derecho a reclamar la reparación del despojo materializado por un entramado impune de corrupción: “Decid al viento los apellidos de los ladrones y las cavernas”.

Su canto eterno volaría inserto en un emblema vigoroso, penetrante y “sencillamente liviano” como su país, “como un ala de murciélago apoyado en la brisa” y capaz de proyectar la imagen nacional por los confines del planeta: “República Dominicana, en el mismo trayecto del sol”.

Quizás otra idea tonta. ¡Qué sé yo!

sp-am

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El veraz
El veraz
3 Años hace

muy buen articulo. aquí se tiene la tendencia de valorar lo extranjero y menospreciar lo nuestro. Como fuera se paga en dólares se asume el complejo de Guacanagarix.

Adelc
Adelc
3 Años hace

Señores interlocutores, aunque la palabra calie en nuestro patio implicaba delatar a los enemigo de régimen trujillita, una acción negativa no debe descalificar las acciones ,comentarios y/o contribución positivos para el bien de nuestra patria o sociedad, vengan de quien venga. Recucuen, el santo dicho: El que este libre de pecados, que tire la primera piedra. Bendiciones.

David Rodriguez
David Rodriguez
3 Años hace

Excelente artículo señor Santana. Usted hace una magistral combinación entre lo histórico, lo político, lo social y lo lógico, y encima, logra armonizarlo todo.
Lo felicito. Sepa que el país necesita «plumas» como la suya.
Gracias por compartir el planeta conmigo!

Tomas A, Disla
Tomas A, Disla
3 Años hace

Exelente articulo, ya el Dr. Vincho Castillo habia habia rescatado la idea de esa frase del ´poema de don Pedro Mir como aporte inicial a la idea de lo que somos, un pais que esta en el mismo trayecto del sol. Exponerla de parte suya es un reconocimiento tacito a lo ya expuesto por Vincho que aunque no es santo de mi devocion debo reconiocer que en eso la ´pego. Lo felicito por el articulo.

David Rodriguez
David Rodriguez
Responder a  Tomas A, Disla
3 Años hace

Vaya! Hoy he amanecido mas bruto que nunca! Cuando no entiendo nada de nada, empiezo a preocuparme, como ahora.
A ver: Vincho menciono el poema de Mir. Bueno, si, igual que miles, ok.
Que el autor hace «un reconocimiento tácito a lo dicho por Vincho».
Me perdi. Que reconocimiento puede haber en coincidir en un cita?
No le gusta Vincho, pero reconoce que citando a Mir, «La pego»
Bueeeno, este amaneció peor que yo!

Tomas A, Disla
Tomas A, Disla
Responder a  David Rodriguez
3 Años hace

Estoy completamente de acuerdo contigo David, hoy amaneciste mas bruto que nunca y yo le agregaria : tan imbecil como siempre.

Luis De New York
Luis De New York
Responder a  Tomas A, Disla
3 Años hace

Es un insulto que el nombre de Don Pedro Mir sea mencionado por Vincho. El nombre de Don Pedro Mir, no cabe en baca de un calie.

Tomas A. Disla
Tomas A. Disla
Responder a  Luis De New York
3 Años hace

Quizas en la BACA no pero en la BOCA si. Eso digaselo a Vincho, no a mi.