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OPINION: Trump víctima de su propia estrategia
Estamos en la recta final de la campaña electoral de la Unión de Estados Norteamericanos. Los competidores principales son Donald Trump por el Partido de Republicano y Hillary Clinton por el Partido Demócrata, que está en el poder.
El sistema electoral Norteamericano se basa en los votos electorales y el candidato que acumule 270 votos electorales será el presidente de la Unión Norteamericana por los próximos 4 años. Cada estado representa un determinado número de votos electorales que es igual a la suma de los congresistas y los senadores de cada estado; por ejemplo New York tiene 29 votos electorales provenientes de la suma de 27 congresistas y 2 senadores.
De los 50 estados de la Unión hay estados que siempre o casi siempre son ganados por alguno de los dos partidos políticos que compiten en las elecciones. El caso del estado de New York es un ejemplo de un estado demócrata, mientras que Connecticut es un estado Republicano.
Hay otros estados que en ocasiones son ganados por un partido y en otra ocasión son ganados por el otro partido. Son los llamados estados “Swings” o estados “Zigzagueantes”, Estos son: Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, New Hampshire, North Carolina, Ohio, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin.
A estos estados se traslada la batalla campal final en la campaña electoral. Ellos son los deciden quién será el próximo presidente de la Unión Norteamericana, y como pueden ver, los estados Zigzagueantes son 11 pero pasan a ser más importantes que los restantes 39 que son la mayoría.
La sociedad Norteamericana es muy multiétnica y los grupos tienen preferencias por algunos de los partidos y sus candidatos. Por ejemplo el voto blanco está mayormente a favor de Trump, mientras que el voto de los negros y los latinos está a favor de Hillary.
Esto es lo que explica que los candidatos hayan estado muy parejos y que en ocasiones Donald Trump haya estado por encima de Hillary Clinton en intención de votos.
En algunos de esos estados Zigzagueantes el voto latino puede ser decisivo, como son los casos de Florida y Pennsylvania por mencionar dos. La expectativa está en que los latinos no salen a votar como los hacen los blancos o los mismos negros.
El sector de los blancos está compuesto por un sector poco educado y otro más educado. El sector poco educado es mayoritario y es el voto duro de Donald Trump; mientras que el sector educado es más consciente y más independiente.
Donald Trump ha perdido apoyo en el sector de los blancos educados debido al escándalo de las video-grabaciones sobre las mujeres y su mal comportamiento en los dos debates electorales que han sido ganados claramente por Hillary Clinton.
Hillary Clinton ha consolidado su apoyo en las minorías negras y latinas y ha venido ganando apoyo en el sector de los blancos educados, lo cual le da unos 11 puntos porcentuales de ventaja por encima de Donald Trump.
Será muy difícil que Donald Trump pueda revertir la intención del voto de los latinos, de los negros y del sector más educado de los blancos en lo que queda de campaña ya que no tiene nada que ofrecerles a ellos después de todo lo ha dicho y ha hecho desde las primarias republicanas hasta este momento.
No cabe dudas de que la estrategia que usó Donald Trump para ganarle la candidatura a sus competidores republicanos se ha convertido en la misma razón por la cual no ha podido conquistar el voto de los blancos educados, los negros y los latinos tan necesarios para ganar la presidencia de la Unión Norteamericana.
Solamente grandes milagros a favor de Trump o grandes errores por parte de Hillary podrán cambiar el rumbo electoral de esta campaña. Creo firmemente que el próximo 8 de Noviembre los Estados Unidos elegirán a Hillary Clinton como la primera mujer presidente de esta gran nación.
jpm
