OPINION: Presentación de Hipólito sin sorpresa

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Que el expresidente Hipólito Mejía se lanzara a buscar la candidatura presidencial por su partido el Revolucionario Moderno, PRM, no fue una sorpresa para los que siguen el movimiento de la política, pero que su oferta sea acogida con seriedad por el electorado quizás está por verse.

Mejía salió al ruedo cuando era un tema muy comentado y esperado desde que su compañero de partido, Luis Abinader, quien lo secundó en la fórmula del PRD en las elecciones del 2012, como candidato vicepresidencial, fuera proclamado por otro partido, el 7 de diciembre.

Se diría que Abinader, muy bien valorado por las encuestas y quien aparentemente tiene detrás a robustos apostadores de la política, marchó delante del expresidente al ser lanzado hace un mes por el Partido Humanista Dominicano, PHD, como su candidato presidencial.

La coincidencia pudo haber sido alimentada por la prisa ya que Mejía avisó a la prensa que fijaría su posición el día 8 de enero, una fecha muy a poco del final de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y tras convertirse Abinader en el primer candidato de las elecciones del 2016.

Los dos políticos han tratado de disimular la contrariedad que existe entre ambos quienes provienen del PRD tras la división que dejó a Miguel Vargas Maldonado con el control de las siglas, los locales y la dotación de la JCE. Por lo menos en público no se han contradicho.

Abinader ha seguido su camino en la lucha por la candidatura presidencial de su partido, haciendo esfuerzos denodados por atraer a viejos perredeístas que estaban en la tendencia de Mejía y que ahora creen que el viejo político no tiene chances frente a un PLD unido.

En el discurso que pronunció el pasado jueves para anunciar que buscará la postulación de su partido, el expresidente Mejía dijo que en los últimos meses recorrió el país y conversó con la gente, “escuchando con atención sus quejas, temores e inquietudes”.

Es claro que el clamor de su nombre sentido entre los partidarios de todo el país y su deseo de no ceder el paso a otro ni acogerse a una jubilación que consideraría temprana, fueron vitales en la decisión de postularse no obstante los obstáculos que pudiera hallar en el camino.

Mejía tendrá que hacer un gran esfuerzo para que se tome en serio su aspiración no solamente porque concurrirá con una fracción de su antiguo PRD, sino por- LISTÍN DIARIO que para lograr convertirse en un candidato triunfador tendría que compactar a grupos muy disímiles.

Entre los sectores que integran la Convergencia, una organización supuesta que la integran mayormente opositores agrupados en torno a partidos y movimientos menudos, existe ya una discusión interna sobre si el expresidente podría articular una candidatura capaz de vencer al PLD.

Gobierno para todos
El discurso pronunciado por el expresidente, corto y bien articulado, escrito y grabado previamente, recurrió a las viejas advertencias como por ejemplo que “el país debe ser sacado de la encrucijada a la que ha sido llevado”. Prometió “un gobierno para todos”.

Durante su discurso no mencionó como en otras ocasiones por sus nombres ni al presidente Medina ni al doctor Fernández, quien sería supuestamente su contrincante en los comicios del 2016. El dirigente opositor ha ponderado el trabajo agrícola del gobierno.

Mejía ha atacado a Medina en otros aspectos pese a que se dice que partidarios suyos han recibido consideraciones y no han sido discriminados en el reparto de las generosidades del Estado, sobre todo en el área de la construcción de escuelas y carreteras.

El blanco lógico para los ataques del expresidente Mejía podría ser el doctor Fernández, quien seguramente sería el candidato de su partido en el caso de que el presidente no se presente a la reelección. Fernández nunca ha hecho caso a las acusaciones del exgobernante.

Amigos cercanos a Mejía dicen que el político está convencido de que el doctor Fernández será el candidato del PLD y que le resultaría fácil ganarle en las elecciones del 2016. Hace días les dijo a los periodistas que no le tenía miedo a ningún peledeísta, “pero Danilo está duro”. Paradójicamente en el PLD se dice que Mejía es el más fácil de vencer.

Medina tiene una foja insuperable para un régimen de dos años y medio. Impulsa una serie de ejecutorias en educación, construcción de escuelas, agricultura y sanidad que lo mantienen como el más apreciado de los políticos de República Dominicana y de los presidentes de América Latina.

Mejía confía en viejos amigos del empresariado que pudieran darle aliento económico a su aspiración por el PRM, en los que disfrutaron “las mieles del poder” durante su era y en los que, dispersos, siguen creyendo en la filosofía original y las consignas del otrora fuerte PRD.

La fuerza Abinader
La fuerza de Abinader para ser seleccionado como el candidato del PRM se la da principalmente lo que dicen las encuestas, que una a una, lo ubican por delante de Mejía debido sobre todo a una alta tasa de rechazo del electorado cónsultado para esas mediciones.

Abinader es un empresario de un perfil discreto y un discurso moderado aún en las críticas que dirige al gobierno actual y a su partido.

Diferente al expresidente Mejía no es pugnaz, ni espontáneo, dominador de ácido hacia sus adversarios y al parecer bien visto en sectores de prensa.

Al proclamado candidato del PHD le beneficia también su juventud. Si en la pugna con Mejía fuera elegido por el PRM, sería el más joven de los candidatos considerados los nombres de los diversos aspirantes que actualmente bregan por ser nominados por el PLD.

Los del PLD no quisieran que Abinader fuera el escogido por el PRM y la Convergencia de partidos y grupos porque conocen bien de cuál pie cojea el expresidente. Dicen que el candidato contrario ideal para que el partido oficialista conserve el poder sería el expresidente Mejía porque con Abinader podría haber segunda vuelta.

En un espacio pagado full color de Abinader publicado el pasado viernes se dice que 101 de 151 presidentes del PRM apoyan su aspiración.

Se mencionan en el anuncio publicitario los nombres de los dirigentes partidarios de numerosas provincias.

Por suerte para ellos con Abinader como con Mejía ocurre lo mismo y es que muchos dirigentes del PRM, que eran del PRD, tienen sus propias aspiraciones al Senado, Cámara de Diputados, alcaldías, regidurías y diputaciones del exterior, que renovarán en una elección general. De ahí que las esperanzas estén repartidas.

 

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