No basta con buenas intenciones
POR ANTONIO SALOMÓN
En política, las buenas intensiones rara vez son suficientes.
Cuando el poder se busca solo por el poder, sin propósitos ni visión de Estado, quienes llegan al gobierno – sobretodo aquellos que surgen del «hambre de cambio» promovido por intereses fáctico – terminan rápidamente mostrando su verdadero rostro.
A poco andar aflora la soberbia comunicacional, las promesas incumplidas, el doble discurso, la improvisación en las políticas públicas, el nepotismo y el amiguismo.
Es entonces cuando la ilusión del cambio se desvanece y la frustración ciudadana vuelve a ocupar el centro del escenario.
Sin embargo, no basta con señalar a los políticos. También es necesario mirar hacia la sociedad misma. Los verdaderos responsables del deterioro institucional son, en gran medida, los ciudadanos que con su indiferencia o con su silencio cómplice permiten que la historia se repita.
La democracia se fortalece con vigilancia. Callar frete a los abusos o resignarse ante la mediocridad es también una forma de traicionar al país.

Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Muere Rafael Ithier, uno de los fundadores del Gran Combo PR
Un nuevo fantasma antípoda recorre el mundo: el de la nueva derecha
Alertan aumento de infecciones respiratorias en R. Dominicana
Leones dejan en el terreno a las Aguilas; Gigantes y Toros ganan
Gaza y el ocaso moral de una civilización
RD y Surinam empatan en ruta hacia Mundial Femenino Fútbol
UCRANIA: Zelenski y asesores Trump discuten negociaciones
Final Copa Mundial de Fútbol 2026 será en Nueva Jersey
La evasiva paz de Donald Trump
Lobos de Canastica y Ciro Pérez ganan en basket superior de SC












