Ni reforma fiscal ni impuestos
Después de varias semanas de palpitantes comentarios acerca de la necesaria Reforma Fiscal, aún pendiente de ejecución, la que se propuso entre las tres reformas incluidas en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END): Eléctrica, Educación y Fiscal, el presidente de la República dominicana finalmente la desestimó por el momento.
Fueron muchas las opiniones en contra que se vertieron acerca de dicha reforma fiscal, a pesar de la importancia de la misma, a los fines de darle sostenibilidad a los logros alcanzados en materia económica y financiera que el gobierno a concretizado después de un año 2020 atípico, debido a los embates de la pandemia Covid-19 que le ha costado al país muchos esfuerzos monetarios y fiscales, para poder subsistir como nación económicamente activa y por los estragos causados a la población en términos de personas contagiadas y fallecidas.
Realmente el año 2020 e inicio del año 2021 han sido catastróficos en términos de disminución de la demanda, ingresos por turismo, inversiones, exportaciones, aumento del desempleo, de la deuda pública, aumentos de estímulos monetarios y gastos sociales.
Con el propósito de mejorar los ingresos del erario, se propuso llevar a cabo la diferida reforma fiscal, la cual debió ser aplicada a partir del año 2015, pero debido a la falta de criterio y responsabilidad de las autoridades de turno, ésta no se ejecutó.
En cambio, hoy el país cuenta con un presidente responsable de su papel como estadista y por su fuerte voluntad política llevó a la opinión pública su propósito de presentar la reforma fiscal, pero la misma no encontró la aceptación entre las grandes mayorías debido al papel en contra que la oposición política exhibió para que ésta no fuera posible, postergando la misma una vez más, en este caso, simplemente por estar en contra del gobierno, a pesar de su necesidad para llevar al país por el sendero del crecimiento y desarrollo sostenidos.
Lo anterior, dio lugar a que el presidente de la República, Luis Abinader Corona, compareciera ante el país, el pasado miércoles 27 de octubre 2021, para anunciar que no habría reforma tributaria y no aumentaría las cargas impositivas a la población, ya que su prioridad es seguir consolidando la recuperación económica.
En dicha alocución planteó que con el impacto que tiene en las economías domésticas el aumento exponencial de los precios internacionales del petróleo, de los productos básicos o de las materias primas para fertilizantes no es el momento de pedir a los dominicanos más esfuerzos.
Expresó que es el momento de estar cerca de la gente. Por lo que no aumentaría los impuestos, anunciando a su vez que no introduciría ninguna reforma fiscal, siendo su única prioridad consolidar la recuperación económica.
El mandatario manifestó que entre enero y septiembre de este año los gastos con respecto a igual período del año 2020 disminuyeron 255% lo cual representó un ahorro de más de RD$27 mil millones.
Lo anterior, producto de una reducción de los gastos de publicidad y propaganda del 70%, al bajar de RD$5,490 millones erogados en el año anterior a RD$1,612 millones en este año 2021. Los gastos discrecionales pasaron de RD$4,437 millones a RD$161 millones equivalente a 2,648%.
El hecho de desestimar la reforma fiscal lleva a las autoridades a racionalizar el gasto, gastar donde sea necesario estrictamente. No es nuevo decir que el problema no son los ingresos sino los gastos pues las necesidades son siempre inconmensurables.
También se tendrá que revisar el Presupuesto General del Estado para el año 2022, el cual se introdujo al Congreso Nacional para su conocimiento y aprobación ya que los ingresos estimados no serían los que se vislumbran obtener en el año 2022 como se había estimado con una posible reforma fiscal.
Al revisarse el nuevo presupuesto 2022, se aprovecharía para redistribuir los gastos y se haría una nueva estimación por concepto del aumento del precio del barril de petróleo, el que hoy se mueve entre US$80.00 y US$85.00, entre otras variables económicas para hacer este más realista a luz de los cambios de aumento que se avizoran por el incremento de la inflación global.
Pues como se percibe todo obra para bien ya que una reformulación del Presupuesto General del Estado haría esté más cónsono con la realidad que hoy vive el mundo.
Así también, el gobierno no se vería presionado a destinar mayores recursos a los sectores que en principios se opusieron a la aprobación de la reforma fiscal, así como complacer otras demandas, ya que dichos sectores no tendrían moral para hacer nuevas exigencias de recursos al gobierno.
Esto así ya que los ingresos a pesar de que serían mejores, éstos se focalizarán en la lucha contra la pandemia, cubrir necesidades sociales y estimular a sectores económicos que aún no se han recuperado del todo y tratando de que muchos de ellos regresen a la formalidad ya que se habían atrincherado en ésta, para no pagar impuestos.
El gobierno tendrá también la oportunidad de seguir mejorando las recaudaciones al combatir la evasión y la elusión fiscal y en caso de que las exenciones y subsidios sean eliminados o disminuidos por el Congreso Nacional, el gobierno tendría mejores ingresos tal como sucederá con la disminución gradual del subsidio al sector eléctrico y un aumento de la tarifa eléctrica a partir del mes noviembre del año 2021.
El gobierno podrá disponer de más recursos para seguir atendiendo los sectores económicos aún alicaídos y vacunar a más personas que aún no lo han hecho.
Como se ve, el gobierno ahora recibirá menos presión y tendrá la oportunidad de ganar tiempo, sin costo político alguno. La oposición política creyó que le haría un flaco servicio al gobierno al oponerse a la aprobación de la reforma fiscal.
Su negativa, en cambio, le viene bien al gobierno, pues en un ambiente de pandemia se manejaría con más recursos y holguras, justificando los préstamos que se concreten.
De nuevo se aplica aquí el refrán que reza: “no hay mal, que por bien no venga”.
bosina, pero tu apoyaba una reforma fiscal,usted no tenia los pantalones para decirle al presidente abinader que no era necesaria una reforma fiscal,usted se la da de buen economista pero se cago fuera del cajon cuando en uno de sus arti****s dijo que habia aumentado la exportaciones,que la reserva internacionales habian aumentado,y que la republica dominicana habia roto un record al aumentar las remesas.