OPINION: La sonrisa triste de Sor Dominique
En estos días de forzado “asueto”, se ha hecho tendencia en las redes sociales la vulnerabilidad de los adultos mayores frente a la pandemia del Covid-19, y la ”lata” consiste en retrotraer añejos acontecimientos, episodios o acciones de todo tipo, para enrostrarle a este segmento social el hecho de que si recuerdas o viviste tal acontecimiento, urge de que: ¡”Quédate en casa”!, estás en peligro de ser atacado por el virus; sobrepasas los sesenta, y perteneces al grupo de mayor morbilidad.
Fue así, que en un grupo de Whatsapp, que comparto con amigos, pasamos revista a una lista de éxitos musicales de la década de los años sesenta del pasado siglo. Entre las tantas rememoradas, nos detuvimos en “Dominique”, una canción de corte religioso, y muy popular en el mundo secular, escrita en francés, y cantada por la monja belga Jeanine Deckers, para rendir homenaje a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden, a la cual ella pertenecía.
Esta canción, logró colocarse en el gusto popular en más de 11 países a finales de 1963 y a principios de 1964. Fue la número uno de la estación de radio WABC en la Ciudad de Nueva York por cuatro semanas, y de la noche a la mañana Jeanine Deckers, se convirtió en una celebridad, que puso al mundo entero a sus pies y a “tararear” Dominiqui.

Nadie sabía de donde había salido este fenómeno musical. Todos los medios de comunicación procuraron en ese momento saber el origen y procedencia de Jeanne-Deckers, autora de este exitaso discográfico. Su anonimato despertó la curiosidad de la prensa, así como el rumor de que era poseedora de una “belleza indescriptible, y proporcional a la pureza de su alma”.
QUIEN ERA ?
Jeannine Deckers nació en Bruselas el 17 de octubre de 1933, con una difícil infancia y juventud. Quiso ser profesora, buscando argumentos para huir del hogar. Finalmente decidió ingresar en la orden Dominica en 1959, en donde se convirtió en la Hermana Luc-Gabriel. Muy pronto se ganó el aprecio y admiración de sus hermanas de orden debido a su afición a la música y la composición”.
Su superiora decidió hacerle grabar un disco y negociar un contrato con el sello fonográfico Phillips. Ni su nombre, ni su imagen aparecerían en las portadas. El seudónimo que se utilizo fue «Sor sonrisa» y por los votos de pobreza que imponía la congregación, renunciaba los derechos de autor, los cuales pasaron a ser derechos del convento.
Fue este su único éxito importante. Su sonrisa se fue apagando. Años después renunció a sus votos, y sus próximas grabaciones fueron muy controvertidas y críticas a la Iglesia. Su vida privada fue un desastre.
Fue una mujer de triste sonrisa. Vivió un laberinto oscuro entre alcohol y la homosexualidad. Termino en la ruina moral y económica. Vivió con su pareja Annie Pescher, once años menor, y sumidas en una profunda depresión, agravadas por el alcohol y los medicamentos, se suicidaron juntas el 29 de marzo de 1985. Ambas fueron sepultadas en la misma tumba en el Cementerio de Wavre, Bélgica como lo habían pedido.
Angélica María, cantante y actriz mexicana nos regaló una versión en español, muy popular en toda América-Latina. Aquí se las dejo: Dominique – ANGELICA MARIA.
JPM/of-am

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