OPINION: El PLD, de vuelta a la calidad
En el año 2000, luego de haber perdido las elecciones presidenciales, el Partido de la Liberación Dominicana, se vio obligado a cambiar su estructura orgánica para dar paso a un proceso de masificación de su militancia que lo acercaría al puebloconvirtiéndoloen un instrumento con presencia representativa en las distintas vertientes sociales, condición que carecía el PLD, hasta ese entonces.
Para ese momento, luego de la derrota sufrida a manos del PRD, e Hipólito Mejía, el liderazgo peledeísta comprendió que si permanecían como un partido de cuadros sería casi imposible retornar al gobierno, por lo que consideraron necesario abrir las puertas de la organización para cambiar la calidad por cantidad. Ysolo entonces, estarían en condición de convertirse en una verdadera opción de poder en la república dominicana.
Por tanto, pese a reconocer que ese proceso se llevaría una parte importante de los fundamentos ideológicos, su dirección política decidió tomarse el riesgo y convirtieron al PLD, en un instrumento populista –pura y simplemente electoral– donde solo entonces, bajo estascondicionesideológicament
Entonces a partir del año 2001, y concluido su VI Congreso Profesor Juan Bosch, los peledeístas iniciaron una carrera desenfrenada de multiplicaciones de sus organismos de base que permitió un crecimiento estrepitoso de su militancia, trayendo consigo este proceso a mansos y cimarrones.
A partir de ese hecho, empezaron a jugar en la misma cancha que los demás partidos políticos del sistema, ocupando los espacios abandonados por el PRSC y por el PRD, de modo que en poco tiempo se convirtieron en una fuerza con capacidad para ganar procesos electorales por sí solos.
Ya para el año 2003, tenían presencia en todas las actividades sociales y competíanpor el control de esos espacios; si el PRD, controlabauna junta de vecinos, el PLD, también tenía control de otra; si el PRD, o el PRSC, ganaban elecciones en los distintos gremios laborales y profesionales del país, el PLD, también obtenía triunfos en esos espacios; si el PRD, y el PRSC, tenían antisociales en sus filas, así también, el PLD, había comenzado a enrolar a todo tipo de gente con esas y peores cualidades.
Esto ocurrió así porque la organización que fundó el profesor Juan Bosch, en el año 1973, se vio forzada a pasar de la teoría –fundamentada en ideales– a la práctica, como resultado de su paso por el poder desde el año 1996, hasta el 2000,en cuyo tránsito aprendieron que para lograr las transformaciones,necesitaban parecerse a la idiosincrasia del pueblo, siendo capaces de sacrificar sus principios para convertirse en un verdadero instrumento de cambio, donde para ganarhace falta el voto del notable como del delincuente.
Indiscutiblemente,esa decisióntraumática, pero necesaria, trajo consigo nuevamente al PLD, al poder en el año 2004,extendiendo sus triunfos por seis periodos consecutivos hasta la actualidad.
Pero en su transitar de éxitos, la organización política ha tocado fondo, desnaturalizando por completo su esencia, la cual era asimilada como el elemento más íntegro de la política vernácula, sin embargo, esa imagen ha sido empañada junto a la integridad moral de su dirigencia, convirtiendo al PLD,en la antítesis de lo que fue su origen y principio.
En consecuencia, para cambiar esa percepción desfavorable, el liderazgo político del PLD, necesita asumir un compromiso sincero que los despoje –primero a ellos…,– de toda apetencia personal o grupal, y permita retomar las tareas institucionales con apego a los estatutos y los métodos de trabajo, volviendo sobre sus huellas hasta las simientes de la esencia ideológica que los creo, para que la calidad retorne a la organización y predomine nuevamente el boschismo como razón principal de su existencia partidaria.
jpm