OPINION: Controlar el gasto público

La especie humana caracterizada por naturaleza por ser seres sociales cualquier fuesen instituciones económicas con: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, son inclinados en aprovechar las oportunidades que el día a día les presenta, al  extremo de que, ante el dinero y las cosas fáciles y ajenas sucumben cotidianamente, al demostrar una debilidad incontrolable, casi inexplicable.

Dada esa debilidad de hombres y mujeres ante el dinero y el resto de los bienes terrenales, es común ver que unos y otros gastan por vanidad, poderío, falsas demostraciones, ilusiones, competencias y hasta orgullo mal fundado, características que solo son propias de tenerse una mala concepción del mundo, pues todo en la vida es pasajero, así como se esfuma la juventud.

No hay respuesta del porqué un ser humano es ambicioso, vanidoso, prepotente y orgulloso que  solo busca enriquecerse más allá de su esperanza de vida y aún a sabiendas que el ser humano no es perenne que viéndose enfermo y acabado por los años se aferra tanto a la vida como al dinero que ha de quedarse entre personas que desconocen de los malabares que tuvo que hacer el difunto para alcanzar tal riqueza.

Se llega al extremo por poseer riqueza, que se pierde hasta el sueño, la paz interna, la salud y hasta el crédito que ha creado a una edad biológica determinada.

Pero eso no es nada, pues muchos hermanos de padre y madre han perdido la vida al disputarse un simple pedazo de tierra dejado en herencia por sus progenitores.

Lo triste del caso es que los sarcófagos y ataúdes que los hay: góndolas, tropicales y ejecutivos, donde se colocan los difuntos, éstos no disponen de bolsillos donde se le podría colocar al fenecido aunque sea un fajo de billetes, pues el viaje hacia la muerte o al más allá, es hasta ahora, todo un misterio.

Los reyes, faraones, príncipes, grandes héroes de contiendas guerreras de los antiguos imperios de: Grecia, Egipto, Roma, Babilonia, entre otros, les dieron cristiana sepultura en sarcófagos dentro de las famosas pirámides de Egipto, Keops, mexicanas, peruanas, entre otras, y todos han sido encontrados con los mismos bienes o riquezas con los que sus familiares los enterraron.

Lo anterior explica que la riqueza tiene un límite y esta llega hasta la existencia misma del individuo en la faz de la tierra, entonces por qué afanarse en la búsqueda de una riqueza extraordinaria que no trasciende más allá de la existencia y que muchos no tendrán vida suficiente para gastarla en su diario vivir.

La ciencia administrativa y sus materias auxiliares tratan acerca del control de los ingresos y gastos, que en materia presupuestal, no es más que comparar lo presupuestado con lo ejecutado y así conocer las variaciones o desviaciones que los mismos experimentan en un período determinado.

Como parte de los objetivos y metas del programa económico y financiero del Gobierno que hoy encabeza, Luis Rodolfo Abinader Corona, tiene como línea maestra garantizar la calidad de gastar los recursos públicos y rendir cuenta al pueblo de manera transparente y oportuna.

En ese sentido, ha instruido a sus funcionarios y colaboradores para que trabajen pensando siempre en hacer efectivo y eficiente el gasto de los impuestos y gravámenes que tributan los ciudadanos de buena voluntad, mediante el trabajo agotador.

Recientemente la presidencia de la República comunicó al país que los funcionarios que viajen al exterior para representar a la nación dominicana deberán rendir cuentas del uso de los fondos que reciben para el desempeño de sus funciones y devolver el sobrante que no puedan justificar. Medida que permitirá un importante ahorro al Estado.

En tal sentido, se anunció que se fiscalizarán los recursos, que en el caso de los gastos de viáticos suponen RD$1,500 millones de pesos al año.

Dichos gastos asignados para ser aplicados en los viajes al exterior serán auditados a través de un formulario que han de rellenar los funcionarios al retornar al país y el dinero sobrante deberá ser depositado en la Cuenta Única del Tesoro.

Con esta medida se espera ahorros de hasta un 40% de los gastos por concepto de viáticos, lo que equivale a unos RD$600 millones al año.

Entre otras medidas de control del gasto público por concepto de viajes al exterior se encuentra: limitar el pago de billetes en primera clase para funcionarios, salvo excepciones relativas a la seguridad del Estado o por cuestiones de representación, cayendo todas estas medidas en la prudencia que se empeña en mostrar el Presidente de la República y sus colaboradores en el uso  de los recursos públicos.

Sin lugar a dudas que estas medidas envían una señal transparente de la voluntad política que desea imprimir el Presidente de la República en todo cuanto sea el gastar los recursos del pueblo dominicano.

Hay que seguir en esa línea a los fines de controlar las debilidades de los seres humanos ante el dinero y demás bienes o recursos del Estado y más cuando se ostenta un cargo público, para evitar que se honre el dicho popular que dice: “A lo que nada nos cuesta hagámosle fiesta”.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com.

JPM

Compártelo en tus redes:
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios