Opinion: China, ahora es…
La República Dominicana, ha fortalecido el intercambio comercial de manera significativa con la República Popular China, en los últimos veinte años. Desafortunadamente ha primado una visión cortoplacista de nuestros gobernantes que se mantienen presionados por una parte del empresariado, al que le han faltado agallas para lanzarse a la conquista del mercado de consumidores más grande del planeta, impidiendo que nuestro país haga provecho de relaciones plenas con el gigante asiático.
Aplicando la diplomacia de las migajas, continuamos atados a relaciones diplomáticas con Taiwán, mientras solo mantenemos relaciones de comercio con la República Popular China, cuando lo que a nuestro desarrollo conviene es hacerlo a la inversa, es decir, abrir relaciones plenas con China, sin renunciar al comercio con Taiwán, al tiempo que hacemos lo correcto en términos de reconocer a la única China, tal como plantea el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, en su primer informe político y cerramos este capítulo impuesto por la dictadura y por la guerra fría.
Los cambios políticos en Sur América anuncian el cierre de una ventana de crédito significativa que había financiado nuestro desarrollo en obras de infraestructuras. Ni los Estados Unidos ni los organismos multilaterales están en condiciones de reemplazar la ventana de crédito que nos representaba por ejemplo Brasil, en cambio China, bien puede ser una aliado para que la República Dominicana logre su meta de alcanzar los 10 millones de turistas a que aspira, pues proyecta lanzar al mundo más de 500 millones de visitantes anuales a partir del presente año , de igual modo busca ampliar su mercado de inversiones a los fines de garantizar su propia sostenibilidad y adelanta su disposición de realizar inversiones y cooperación por más de veinticinco mil millones de dólares para América Latina y el Caribe durante 2017.
La República Dominicana, necesita aumentar su productividad y para ello requiere asegurar nuevos nichos de mercados para colocar sus materias primas y su producción agropecuaria, cosa que a China interesa por lo que nuestras autoridades debieran buscar la manera de acordar en el corto plazo el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas con China.
Ahora es buen momento, para la retomar con seriedad las relaciones entre los dos países, pues nosotros necesitamos fuentes de financiamiento sostenibles y mercados para nuestros productos, al tiempo que China tiene el doble interés de nuestra producción, así como de completar el mapa diplomático frente a su pulso con la isla rebelde que ha dado el cambiado de gobernantes y ya no requiere de tanta delicadeza, ni de consideración con Taiwán.
JPM/of-am