Miss Universo posmoderno

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El autor es licenciado en Diplomacia y Servicios Internacionales. Reside en Santo Domingo

Los actuales premios de Miss Universo fueron creados por Yolande Betbeze, tras una gran decepción en la década de 1950. Siendo activista social y mujer comprometida, se había negado ante una manipulación de una empresa norteamericana.

Hoy en día, algo grave pasa, Miss Universo pierde peso y credibilidad, ya que, la mayoría de las personas, no confían en sus decisiones y, no debemos minimizar la gravedad del tema. Debemos monitorear esta organización que está rodeada de misterios.

En la dirección y representación de esa organización —que es internacional—, debe existir una democratización de ese organismo. Una sola nación o una persona, no pueden dirigir lo que representa el mundo o universo. Entonces, da a entender, que el único requisito para dirigir la organización y certamen, fueron los veinte millones de dólares que le costó al señor o señora, Anne Jakrajutatip, su empresa y, al parecer, para establecer sus políticas.

Todos quedamos paralizados, perplejos, casi traumados con la decisión de la dominicana quedar en segundo lugar. Mucho más belleza y capacitada que la de Estados Unidos,  estuvo la finalista venezolana y resulta extraño, que, si ocurría, iba a empatar con Estados Unidos en ser los países con más premios recibidos.

Por esos resultados, la «dueña del universo», ya está siendo acusada de manipulación y fraude. Según el prestigioso portal TMZ, la dueña de las misses, habría influido en los resultados. Los expertos que recomienden, qué puede volver justa esta organización, que va de papelón en papelón y casi está perdiendo la esencia. El sentido de omnipotencia ha quedado bien claro.

Esta organización hace que el mundo esté pendiente a sus resultados sin garantías. Nadie puede asegurar que no reciban direcciones políticas, ni de género, aunque todos sospechamos: al parecer solo importa la dictadura del certamen.

En este certamen, la más «bonita», pierde, y la «fea», gana. Cuando conviene, se destaca lo intangible —que puede ser manipulado— ante lo obvio, ante lo que no necesita cuestionarios profundos o un test de inteligencia. Creemos, es mejor hacer test profesional de inteligencia y no preguntas amañadas y tal vez, ya conociéndose de antemano las respuestas.

Estos árbitros, o referís, no dan explicaciones. Consideramos que el ciclo de vida funcional de este certamen está llegando a su fin. El mundo hoy día está de duelo por las decisiones que se tomaron y debemos darnos tiempo para superar este duelo.

Esa organización no tiene comisión multinacional, ni nadie que supervise. Ni sabemos su financiamiento, pero sí, que el que pone la plata, decide; pues, entonces, sería una crónica de una muerte anunciada. No nos piden que confiemos en ellos, sino, que tengamos fe en ellos, y, la fe, solo tenemos a Dios.

Hay que dejar de idealizar esta empresa dedicada a acciones chapuceras. El tema es serio, más cuando nuestra bandera está allí.  Se ha jugado con el esfuerzo y dedicación de una ciudadana de nuestro país y cada país tiene derecho a quejarse.

Las quejas y protestas internacionales deben existir. El ser humano debe manifestar repudio a hechos injustos y deshonestos. Allí se utilizan los símbolos de cada país, por lo que le da connotación y carácter internacional.  Nuestra bandera no puede estar a merced de las decisiones trucadas de entes privados que pagan por dirigir. Ellos ponen las reglas y deciden.

El actual «organismo de la inclusión» —con políticas de género—, debe ser inclusivo con otros asuntos, por ejemplo, los idiomas, que no solo sea en inglés el idioma central de sus actos, sino diverso, que Latinoamérica no necesite emplear traductores: ¿por qué no latinos ser los presentadores?

Lo que deben premiar es la originalidad, lo natural, no lo falso. Se debe premiar la belleza, no las manos de los cirujanos estéticos o de los que mejor «cambien» los sexos. Se debe abogar por la realidad y no por mitos. Ya un señor, si decide, podrá ser Miss Universo. El lobo podrá disfrazarse de Caperucita y ganar: estas y otras acciones, llevarán estos certámenes a la extinción.

En la posmodernidad son las minorías las que están redirigiendo el mundo. No duden, que como van las cosas y el desarrollo de la inteligencia artificial, también quieran incluir robot a competir con las mujeres, travestis, «alienígenas» y otros derivados.

Todas estas luchas, impuestas, están resultando insoportables. El mundo lo están destruyendo y no seré cómplice. Estamos llegando a un punto de no retorno, y hemos llegado demasiado lejos. Esos premios deben ser unificados, por qué Miss Mundo o Miss Universo. De igual forma, la inclusión no significa anti normas. La inclusión no significa romper con la ciencia y la propia naturaleza humana.

Ya todo ha cambiado, casadas, gordas, maduras, divorciadas, con hijos y hasta mi hermosa abuela si desea pronto podrá ser Miss.  Lo que más llama la atención, es que pronto ingresaran travestis.

Con estas «políticas inclusivas» en esos certámenes, la belleza de la mujer que vemos como un Rolex, la pondrán a competir con Casio (y falsificados). Este concurso perdió el norte. Es como poner a competir billetes originales con billetes falsos y que ganen por imposición o decreto los billetes falsos. Así de falsa está la sociedad actual, dónde las normas son estorbos. Se está creando seres anti normas donde, incluso, la usurpación es permitida.

Por último, me pueden engañar a mí y, tal vez, no me moleste, pero, si se engaña mi país, sin dudas despertará mi enojo.  Esa empresa, por acciones, puede engañarme, como puede tal vez, engañar a un pequeño país del Caribe; pero no puede engañar a todo el planeta.

Fue notorio que casi todas las miss consolaron a Miss República Dominicana e ignoraron a Miss Estados Unidos. En este concurso amañado, todo el mundo sabe quién ganó, y ganó: ¡República Dominicana!

jpm-am

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Aqui, Opinando en La CONEP
Aqui, Opinando en La CONEP
1 Año hace

Eso siempre ha sido un antro y ahora es que està desacreditado con la compra de mismo por » la Cosa esa ò el ese».
La Representante de la Republica Dominicana es la ganadora y el planta entero lo sabe.

henry
henry
1 Año hace

tratando leve mente el tema de la inclusion.lo que esto esta originando es la desintegracion de lo poco que nos queda de sociedad.todo el mundo tiene el derecho de hacer lo que le venga en ganas y otra es aceptar como buenas y validas la imposicion de ciertas tendenciasy es que toda forma parte de una agenda impuesta para socavar la cultura y las tradiciones de nuestros pueblos,cada vez mas estamos cayendo en esta burbuja o matrix.

henry
henry
Responder a  henry
1 Año hace

en realida duele y pesele a quien le pese.es ver en los medios de comunicacion el presentar una relacion lesbica y homosexual como algo natural.por favor denle la oportunidad a nuestro nietos de crecer como ninos y que despues ellos decidan.como dijo una vez freddy beras goigo.de la misma forma que funciona la familia.asi funcionara nuestro pais.

Clara Guerra
Clara Guerra
1 Año hace

Los organizadores son empresarios y gana la candidatura que mejor paga.y con la historia que hay detrás de secuestro y abusos a tantas muchachas. No es un modelo a seguir

Hi Camilo
Hi Camilo
1 Año hace

Debemos entender que quien organiza el certamen de Miss Universo es una empresa privada y las concursantes lo saben, no siempre gana la mas elegante, la mas preparada, gana la que la empresa decide, no emporta la critica, el certamen recién demuestra que la elegida fue un acuerdo, la nuestra demostró más capacidad, y es más elegante que la que dicen que gano, no fue suficiente, porque el dueño impuso su criterio, así funciona eso.

antonio roca
antonio roca
1 Año hace

Todos esos concursos de belleza son una tremenda burrada, en donde a la mujer se le presnta como una simple cabeza de ganado, solo los imbeciles los siguen.

Guillermo
Guillermo
1 Año hace

Estoy de acuerdo el universo participa; entonces una persona que ni es hombre ni mujer es quien decide???no