Mipymes, factoring y desarrollo

La República Dominicana se ha propuesto posesionarse como el tercer país más competitivo y como uno de los cinco con mejor clima de negocios en América Latina y el Caribe. Para ello, entre otras medidas estratégicas, promueve una cultura de asociatividad y la sinergia intersectorial, el clima de negocios y la producción de bienes de alto valor agregado. Dentro de ese contexto se han venido fomentando un conjunto de políticas, programas y estrategias que contribuyan a garantizar la competitividad, la innovación, la renovación, la modernización y la globalización de las empresas del país, en especial las Micro, Pequeñas y Medianas (MIPYMES), que representan el 99% del universo empresarial dominicano. Una de esas políticas lo constituye el posible lanzamiento del Programa Profactoring para las PYMES de la República Dominicana, el cual representa un instrumento financiero que les permite a las empresas obtener capital de trabajo, mayor dinamismo en toda la cadena de producción y comercialización, evita el endeudamiento, aumenta el flujo de caja y las oportunidades de nuevos negocios. Además, jugará un papel preponderante en la formalización de las empresas de menor tamaño. El Factoring es una operación financiera mediante la cual una empresa (cliente o cedente) traspasa a un tercero (factor) las facturas que ha emitido (al comprador o deudor) y a cambio obtiene (del factor) el dinero de manera inmediata. Es un contrato que otorga liquidez anticipada con garantía de un crédito futuro, representado por un contrato u orden de compra emitida por su cliente, derivado de la prestación de servicios por brindar o bienes por entregar al comprador o deudor. Este “Programa Vitrina” –de implementarse adecuadamente- puede ser un “buques insignias” dentro de las políticas puntuales que tienden a favorecer las IMPYMES. El Factoring –que data desde finales del siglo XIV- es una herramienta financiera utilizada por las empresas anticipadas de su cartera por cobrar. Se materializa a través de facturas por cobrar que hoy en día ya son comercializadas. Se trata de un producto diseñado para MIPYMES localizadas en el territorio nacional, cuya forma de pago sea a plazos. Este producto financiero –que ha tenido un auge sin precedentes en el mundo en los últimos VII siglos- se está afianzando en República Dominicana, y consiste en vender las cuentas por cobrar o recibir un crédito entregándolas como garantía. El origen del Factoring se remonta al comercio textil entre Inglaterra y sus colonias norteamericanas, en el cual aparece la figura del Factor (de ahí deriva el nombre) que originalmente era una especie de agente o representante de los comerciantes e industriales ingleses en aquellas tierras. En República Dominicana el mercado de factoring apenas está despegando y el Presidente Electo ha prometido fomentarlo de manera especial. Las Pequeñas y Medianas Empresas Dominicanas constituyen uno de los principales ejes del desarrollo económico y social de la nación. Las MIPYMES dominicanas conforman un tejido empresarial altamente dinámico y proactivo, siendo el enlace sinérgico entre los diferentes sectores sociales y económicos del país, con la consiguiente creación de empleos y generación de riquezas, lo cual dinamiza la economía y contribuye a la paz social. Las Empresas dominicanas no agrícolas -que son más de 616 mil 216 unidades en todo el país- están distribuidas de la siguiente manera: 53.6%, equivalente a 330,292, pertenecen al comercio; el 24.1%, equivalente a 148,508, corresponden a manufactura, y el 22.3%, equivalente a 137,416, pertenecen a servicios. En su conjunto las mismas, tienen una demanda global de financiamiento por el orden de los RD$25,000.00 millones al año. Por otro lado, las MIPYMES están distribuidas atendiendo a su tamaño, de la siguiente manera: Microempresas 591,566, para un 96%, Pequeñas y Medianas Empresas 18,486 para un 3%. Total de MIPYMES 610,054 para un 99%. Promedio de grandes empresas existentes 6,162 para un 1%. (Ver Estudio de FONDOMICRO 2007). Las unidades productivas de menor tamaño intervienen en el Producto Interno Bruto (PIB) con un 30%, en la PEA (Población Económicamente Activa), con un 36.2% (estas aportan en la actualidad más de 2 millones de empleos) y, según datos de la TSS (Tesorería de la Seguridad Social), el 80.5% de las empresas que cotizan tienen de uno a 20 trabajadores, lo que significa que son las que más aportan a la TSS y a los Fondos de Pensiones. En efecto, el Factoring sería un aporte extraordinario para el sector. El Factoring –cuyo origen histórico se remonta a finales del siglo XIV y finales del XV en Gran Bretaña y Estados Unidos- continua teniendo un notable crecimiento en el mundo, debido a la demanda de financiamiento alternativo, especialmente de parte de las Medianas y Pequeñas empresas. Aunque el Factoring tuvo su punto de partida en Gran Bretaña, el llamado Factoring moderno, que se inició en el siglo XIX, tuvo su origen y evolución en tierras Americanas. Para entonces, los industriales americanos se veían compelidos a importantes fluctuaciones de la demanda, las cuales les provocaban problemas de capital y dificultades financieras a las que los agentes de factoring daban solución adelantándoles dinero contra la mercancía expedida, así como garantizando el crédito de los compradores. La mayoría de empresas en el mundo venden sus bienes y servicios al crédito, los cuales son financiados por alguien en alguna forma. También en la mayor parte de empresas, el rubro más importante en sus balances son las Cuentas por Cobrar. Este producto financiero ha creciendo a una rapidez extraordinaria a través de la historia, a causa de que son las Cuentas por Cobrar las que se utilizan para obtener liquidez. Factoring es contra-cíclico, lo que significa que, cuando la actividad económica de un país se reduce y con ésta la oferta de crédito bancario, la demanda de Factoring aumenta, como alternativa viable de financiamiento. El Factoring ha sido muy difundido en Europa, Asia y Estados Unidos. En gran medida el éxito del mismo en el mundo obedece a que entre el 60% y el 70% de las PYMES del planeta tienen acceso limitado a recursos de la banca tradicional, lo que las obliga a refugiarse en el referido programa. En el mundo, de acuerdo a Factor Chains International, el volumen total de Factoring en el año 2007 fue de 1,3 trillones de dólares, concentrándose el 88.76% en Factoring Doméstico y 11.24% en Factoring Internacional. Des estos, 71% se realizaron en Europa, 13% en Asia, 12% en América, 3% en Australia y 1% en África.

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