Meta y la amenaza a la democracia global
POR EMELYN HERASME
El reciente anuncio de Mark Zuckerberg sobre el fin del programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, realizado por Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Threads, no es una simple reestructuración interna. Es una declaración política que redefine las relaciones de poder en el ecosistema digital, alineándose con las ideas de Donald Trump y Elon Musk, y adoptando una postura que legitima la desinformación, la polarización y el ataque a las instituciones democráticas bajo el disfraz de una supuesta defensa de la libertad.
La «libertad» que Meta afirma abrazar no es más que una herramienta para potencializar un modelo desregulado que favorece la manipulación algorítmica y el lucro a costa de las democracias globales, Esta declaración de guerra a los esfuerzos de regulación internacional, con menciones específicas a Europa y China, pone a América Latina y el Caribe, históricamente relegados en el orden global, en una posición de vulnerabilidad extrema al amplificar desigualdades estructurales y consolidar un neocolonialismo digital que somete a los Estados a los intereses corporativos.
La desinformación se ha convertido en el arma predilecta del nuevo orden digital. Meta y X (anterior Twitter) tienenalgoritmos diseñados para maximizar ganancias mediante la promoción de contenido polarizante y falso, facilita campañas que desestabilizan gobiernos, manipulan elecciones y propaga deliberadamente narrativas de odio. En países periféricos como los latinoamericanos y caribeños, donde las redes sociales son la principal fuente de información para millones de personas, esta dinámica resulta devastadora, ignorando el daño colateral de su modelo de negocio.
Regulación
Este no es un problema técnico ni una cuestión menor de moderación de contenido; es el núcleo de la geopolítica de nuestro tiempo. La única respuesta posible a esta amenaza es un esfuerzo coordinado de las instituciones internacionales y los Estados para regular el poder desmedido de las grandes plataformas tecnológicas.
Europa ya ha dado pasos con la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act, DSA, entrada en vigor en febrero de 2024), un marco que América Latina debería emular para proteger su soberanía digital y garantizar derechos fundamentales.
Zuckerberg ha señalado que Meta no será un aliado en este esfuerzo, sino un oponente. Su anuncio es claramente una confrontación directa con cualquier intento de construir un internet más justo y seguro. Este nuevo imperialismo digital, liderado por las grandes corporaciones tecnológicas, sólo puede ser enfrentado con respuestas institucionales sólidas, marcos regulatorios efectivos y una ciudadanía informada que exija responsabilidad y transparencia.
Lo que está en juego no es sólo la moderación de contenido, sino la integridad de las democracias y la capacidad de los Estados para defender los derechos de sus ciudadanos frente a un modelo digital que amenaza con devastar el tejido social global.
jpm-am
El único problema con eso de la soberanía digital de los estados es que legitima las acciones de estados con gobiernos dictatoriales para controlar la internet.
No sería “controlar” internet y si regular, para qué? Aquí te pongo una reducida lista: 1.Combatir la desinformación.2.Proteger las elecciones democráticas.3.Garantizar la privacidad y los datos personales.4.Promover la diversidad informativa.5.Evitar la monopolización digital.6.Reducir la polarización social.7.Proteger la libertad de expresión.8.Fomentar la transparencia.9.Defender la soberanía digital.
Excelentes y muy importantes observaciones!