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Los Premios Oro y el reto de los barahoneros
BARAHONA, República
Dominicana.- La hermosa y bien celebrada
ceremonia-espectáculo de los Premios de Oro de Barahona, desarrollada el pasado
28 de marzo, debe ser vista más allá de la simple premiación y el espectáculo.
La
convocatoria de varios cientos de personas de los diferentes extractos sociales
de Barahona, destacándose allí empresarios, comerciantes, profesionales,
políticos, estudiantes, profesores, deportistas, dirigentes populares y otros,
es una muestra de que nuestra gente quiere participar positivamente en el desarrollo
de esta provincia.
No importa quién nos convoque si el
resultado final beneficia el talento local y estimula los valores. Claro, si se
costea con recursos obtenidos lícitamente.
No importa que alguien pretenda utilizar
esos eventos para obtener beneficios pecuniarios a su favor, o que alguien nos
haga creer eso (sabemos de muchos que no lavan ni prestan la batea), si el
resultado final se convierte en un aporte a nuestra cultura, al arte y al
trabajo de nuestros conciudadanos.
Los galardonados de esa noche son todos
merecedores de ese y otros premios de reconocimiento a su talento y esfuerzo.
Detalles más, detalles menos (la
ausencia de personal protocolar para asistir a los asistentes, que el maestro
de ceremonias leyera todas las placas de reconocimiento, que un cantante urbano
local hiciera el ridículo en tarima, algunos baches en el montaje artístico,
que un presentador hablara demasiado, por ejemplo), no quitaron ni quitarán
lucidez a ese histórico evento. Ah!, no entiendo por qué debieron permanecer
apagadas todas las luces del auditorio.
Siempre he creído que las actividades
que nos ayudan a crecer deben ser apoyadas sin prurito, aunque algunos que se
consideran figuras importantes no tengan participación en la organización de
las mismas. Esos premios, llámense Enriquillo de Oro, Premios de Oro de
Barahona, Casandra, María Montez, etc., tienen que seguir su ruta y
perfeccionamiento, y los barahoneros estamos obligados a apoyarlos. Es más,
creo que para próximos eventos resultará pequeño el auditorio Dr. Antonio
Méndez de la Uasd-Barahona.
Dejemos que la frustración de algunos,
inconformes con no ser protagonistas, siga siendo su propia e individual
frustración. Quizás hubo votaciones dirigidas, pero esta vez las selecciones
fueron un poco más democráticas que en premiaciones anteriores (las del año
pasado, por ejemplo).
Finalmente invito a todos los
barahoneros del mundo a que no vivamos de espaldas a nuestras potencialidades
humanas, porque los buenos aquí y en todas partes, somos más, mucho más que los
malos. Aquí en Barahona y toda la Región Enriquillo, tenemos cientos de niños,
jóvenes y adultos con talentos que merecen ser descubiertos, desarrollados y
disfrutados.
Enhorabuena Premios de Oro de Barahona,
y felicidades a los galardonados, especialmente a Betzaida Burroughs, quien
recibió el Gran Premio de Oro por su dilatada carrera como deportista y
entrenadora íntegra de varias generaciones de jóvenes barahoneras.