Leonel Fernández: de garboso a incoherencias

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EL AUTOR es educador. Reside en Villa Vásquez.

Es posible que se procure la idea, desde en ángulo «danilista», de que el expresidente Leonel Fernández no ha sido capaz de entablar coherentemente una lucha en su favor y de sus seguidores. Éste postulado tiene por finalidad frenar los ánimos de los que dicen seguir los pasos hacia el palacio del tres (3) veces presidente de la nación dominicana.

Sin embargo existen ciertos atisbos de realidad en las conclusiones que a partir de la semana pasada comenzaron a suscitar en las filas del exmandatario.

A su salida del poder en el año 2012 y previamente haber modificado la constitución se entendió que el entonces gobernante idealizó una especie de negligé en torno al tema de la reelección (Me voy pero vuelvo, tras la intermitencia de cuatro (4) años), lo que en verdad fue una presunción de sus seguidores que conjeturaron poder gobernar aunque su líder no estuviera en castillo.

Bajo la administración del silencio (aunque hoy le digan mudo en muchos temas) el Presidente Medina deslindó el camino para ser más parecido al Dr. Balaguer, que todos los demás exponentes de la partidocracia tradicional. Igualmente su éxito político estribó en que hasta el mismo Leonel (a mi entender) lo subestimó, por lo que se dio lugar a que en la cancha política jugase solo durante cuatro años.

Montada una campaña feroz (publicitaria), con los arquitectos del absurdo (para Leonel pretender volver en el 2016) y con una oposición estructurando una propuesta tardía, Medina se vio con la facilidad de continuar, de forma consecutiva, en el poder bajo el amparo de una reforma constitucional.

El único que tenía en sus manos las formas de impedir (o al menos mostrar una pared frente a lo que se consideró un exceso) era Leonel Fernández.

¿Qué hizo?

Foco de atención cuando al dirigirse al país se autoproclamó como Guardián de la Constitución y externó que a su juicio era inaceptable el proceso de reforma que se procuraba realizar, sin embargo al siguiente día se efectuó el estupor y la sorpresa en sus seguidores cuando él mismo se montó en el vehículo de la reelección y vaticinó una victoria aplastante del PLD  (en todos los niveles) pero que los Danilistas asumieron como suyas.

Un paréntesis

Los seguidores del primer mandatario (Danilo Medina) no denostaron al decir que la victoria fue de ellos, pues si algo fue característico en el primer y segundo gobierno de Medina es el distanciamiento en la forma de gobernar (aunque sea el mismo partido) de Danilo Medina con respecto a Leonel Fernández.

Continuo

Pasado dos años de gobierno se instauró en el centro del debate nacional el asunto de que si las primarias debían ser abiertas o cerradas (simultaneas). El sector que encabeza el presidente Medina tenía la intención de imponer como único método de selección de candidatos para los partidos las primarias abiertas y simultaneas.

Al formalizarse una postura en parte del espectro opositor, Fernández  – implícitamente – se une a ese grupo como mecanismo que buscaba robustecer su criterio sobre el manejo interno de los partidos.

Luego de escribir – mediante artículos –  hablar – en videos en redes sociales – y mostrar que no estaba conforme con las intenciones del grupo que hoy regenta el poder, al grado de verlos y calificarlos como matonesco (por el intento de imposición a la fuerza) terminó por adherirse en una reunión al concepto que un día antes criticaba en su famoso Observatorio Global.

Finalmente

 ¿Hay incoherencias en el accionar del político Fernández?

correo: fabiandaygorod@gmail.com

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