Leo Corporán

imagen

El autor de estas lineas ha librado grandes batallas enfrentando las perversidades humanas y los abusos de poder, sin embargo, en esta ocasión, debo de admitir, que me faltó el coraje, para dejar por escrito a su debido tiempo, lo que ya había expuesto en algunas tertulias: Leo Corporán tiene méritos sobrados para ser exaltado como propulsor del deporte. ¿ Y por qué este artículo no había salido a la luz pública ? Sencillamente, porque gozo del privilegio de estar cerca del Marchante, Viejo Leo o Papá Leo,–como usted quiera llamarle–y por razones elementales de sentido de común, no era prudente que lo hiciera. Me consta que diariamente Don Leo recibe muchos reconocimientos de instituciones humildes y personas que le agradecen sus aportes y la única condición del líder de Villa Juana, es que no lo hagan público, y opta por llevarse sus reconocimientos a su hogar en el mayor absoluto de los silencios. Qué bueno, que el renombrado editor de las páginas deportivas del periódico Hoy, Franklin Mirabal, quien ha sido uno de los discípulos más aventajados de Don Leo Corporán, se haya atrevido a proponerlo públicamente y haya resaltado de una manera sincera, en un gesto de justicia, algunos de los aportes de este pequeño gigante, que ha sabido con mucho sacrificio, construir una de las instituciones más sólidas del país: el Club Mauricio Báez y la Fundación Mauricio Báez. Ha sido un trabajo encomiable de grandes mujeres y hombres, pero no hay dudas, de que Leo ha sido su figura más preponderante. Enhorabuena, el afamado editor deportivo del Hoy ha hecho su propuesta, que desde ya ha sido bien acogida por diferentes sectores de la vida nacional. Ahora que el individualismo hace estragos, es bueno que estos mensajes de reconocimientos lleguen a los jóvenes como un estímulo de que siempre vale la pena trabajar por el país. Desde la ''orilla de mi patria'' como decía Don Pedro Henriquez Ureña, aplaudo la propuesta de Frankiln Mirabal y me atrevo a escribir, por un asunto de honestidad, que si bien es cierto que el Viejo Leo ha hecho invaluables aportes al deporte nacional, sus mayores disfrutes están cuando puede ayudar a salvar vidas, como diariamente lo hace. Leo no le deja nada al azar. Conoce la naturaleza humana de una manera instintiva. Sigue siendo rebelde a pesar de los años y quizás lo más importante: ha sabido preservar a sus grandes amigos.Ojalá que en esta nueva búsqueda de un hombre nuevo. En este intento todavía fallido de responder al filósofo francés Jacques Derrida, su interrogante de Qué es el hombre, la propuesta pública de Mirabal fortalezca los conceptos de la solidaridad, amistad, lealtad, gratitud y honestidad para que nunca muera la utopía de Juan Pablo Duarte, de que seamos una familia unida. Cuando Don Leo reciba junto a su familia y sus amigos la distinción de exaltación como propulsor del deporte dominicano, se habrá saldado una deuda de gratitud con uno de los dominicanos más visionarios y con mayor sentido de la solidaridad, Justo es decir, que todo no ha sido color de rosa, pues en su trayectoria de más de 50 años en los deportes, el presidente ad vitam de los mauricianos ha tenido que librar batallas encarnizadas, donde muchas veces tuvo que arriesgar su vida para conservar sus principios, siempre apegados a su reciedumbre moral. Como aconseja Voltaire en su ''Cándido'', Leo Corporán cultivó su jardín. Es decir, el Mauricio Báez y desde esa plataforma, ha sido un propulsor tenaz del deporte dominicano. Su legado está ahí. Podemos verlo y tocarlo. Ahora nos resta como hijos agradecidos, sin ningún tipo de mezquindad, abrirle de par en par las puertas de la inmortalidad, como propone acertadamente su discípul Franklin Mirabal.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios