Las carencias hablan

Por KATIUSKA SUAREZ DE VARELA

 

Es común en los seres humanos alardear de lo que en ocaciones carecemos. De hecho es un dicho muy común entre la población; “Dime de que alardeas y te diré de que careces”.

Muchas veces, tenemos en nuestro interior, en nuestra vida, carencias afectivas, emocionales, físicas, materiales, y estas hablan por si solas a través de nuestras palabras y nuestras conductas.

En múltiples ocaciones escuchamos a personas hablar de todo lo que sabe hacer, de todo lo que tiene o de cuan feliz es, muchas veces, la realidad de esta persona dista mucho de todo lo que quiere reflejar.

Las carencias hablan….

Nos encontramos a veces con personas que pueden pasar por presumidas o pedantes por tanta vanagloria hacia su persona o sobre lo maravillosa de su vida. Quizás es una persona triste e infeliz que lo que busca es llamar tu atención y afecto.

En diversas oportunidades podría presentarse el caso de que la carencia hable, por ejemplo en el caso de un niño inseguro, “malcriado”, que presenta dificultad en el seguimientos de instrucciones, “agresivo”,, puede ser el lenguaje que utilice para hablar la carencia de afecto y atención por parte de sus padres.

Una esposa que come desmedidamente, o que necesita comprar constantemente, o que habla de esa relación maravillosa y de todo ese amor que su esposo siente, puede ser el lenguaje que su carencia de afecto, consideración y respeto del esposo hacia ella. Pueden ser síntomas de que es infeliz, pero necesita expresarle al mundo lo contrario.

Las expresiones exageradas de afecto entre parejas cuando tienen público, es la manera de hablar de la carencia de intimidad  y demuestra quizás  una relación inestable.

Hace unos días tuve la oportunidad de un encuentro con alrededor de 25 jóvenes, y en su lenguaje no verbal, muchos demostraban carencias afectivas y de aprobación.

En el caso de los padres, lograr observar en nuestros hijos la manera en que sus carencias nos hablan. Recordar que darles mucho amor nunca los va a malcriar o hacerles daño, lo que si llega a hacerles daño y malcriarlos seria el darles todo lo que piden para tapar nuestra falta de tiempo y atención a ellos.

Estar atentos a nuestra pareja, a nuestros hijos, sus señales de necesidades insatisfechas. ¡Cuidado!  La mayoría de las situaciones de depresión, falta de motivación, desinterés, conductas inapropiadas, celos, obesidad, desinterés en los estudios, son la voz de nuestras carencias.

@amarloquetengo

mentoria.orientacion@gmail.com

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