Las cabinas con WiFi triunfan en Nueva York
NUEVA YORK.- Más de 5 millones de ciudadanos de Nueva York utilizan las torres de acceso a internet repartidas por la ciudad. Según los datos que ha compartido el equipo responsable, ese es el número de los usuarios registrados en setiembre. Pero hay más datos. Más de medio millón de llamadas y mil millones de sesiones iniciadas confirman que el servicio es un éxito total.
A principios de 2016, la ciudad de Nueva York empezó a sustituir todas sus cabinas telefónicas por puntos de acceso a internet con conexiones de alta velocidad.
Las cajas de toda la vida, con los auriculares y teclados de los teléfonos, quedaban sustituidos por el proyecto LinkNYC, que consistía en una red de pequeñas torres equipadas con una tableta Android y acceso a conexión WiFi. Todo, de forma gratuita.
La financiación de las torres con acceso a internet se planteaba a través de los paneles de publicidad en los laterales de la estructura. Navegar la web, buscar direcciones con Google Maps y realizar llamadas a través de la misma conexión a internet (llamadas VoIP)… Incluso dos puertos USB para cargar el teléfono, sin cargos.
Hoy en día, más de 1.700 torres de LinkNYC están repartidas por la ciudad. La estructura está pensada para resistir el uso de millones de conciudadanos: doble cristal para proteger el hardware, superficies planas para evitar suciedad, poco espacio para impedir que los usuarios se acomoden y abusen del servicio.
El diseño está bien pensado, pero aún así el servicio también tuvo que enfrentarse a algunos problemas. Usuarios que se apropiaban de las torres, quedándose prendados de la pantalla y navegando entre vídeos de YouTube todo el día, personas visitando páginas de pornografía -casos que llevaron a la eliminación del navegador-, quejas por su poca adaptación a personas impedidas y su falta de accesibilidad.
Sus cámaras y sensores también generan recelo entre la población. ¿Qué datos se recolectan, con qué fin y quién los supervisa? La empresa concesionaria del proyecto, Intersection, niega cualquier acusación y asegura que no recolecta información precisa de localización ni historiales de navegación.
Los Kioskos WiFi de Nueva York han sabido reinventar la función de las cabinas ofreciendo un servicio útil a los habitantes de la ciudad sin suponerles ningún coste extra más allá del impacto visual de dos nuevos espacios publicitarios en una ciudad que hace tiempo que perdió la guerra contra la invasión de las marcas en el espacio público.